La Ética.

La ética trata de aclarar en qué consiste lo moral , por qué hemos de comportarnos moralmente y qué consecuencias podemos sacar para la vida cotidiana los seres humanos poseemos, además de racionalidad , una inteligencia sentiente : somos sentimiento y razón ; ni nuestros sentimientos son puramente irracionales ni nuestra razón fría e insensible: esto se muestra con claridad en el ámbito moral, en el que hemos de realizar elecciones : elegimos porque deseamos cosas pero también deseamos hacer elecciones razonables.

Para explicar cuando una elección es moralmente razonable han nacido distintas teorías éticas, cada una de las cuales ofrece un criterio de racionalidad. Analizaremos cuatro de las teorías mas importantes: la dos primeras -la aristotélica y la hedonista- nacen en Grecia en el siglo IV a.C. con la convicción de que la moral consiste en la búsqueda de la felicidad y piensan que la ética ha de descubrir con qué criterio vivir para lograrla la otras dos -la kantiana y la dialógica - surgen a finales del siglo XVIII y a finales del siglo XX, respectivamente. Ambas admiten que los seres humanos desean ser felices, pero creen que no es ese el verdadero problema moral, pues la verdadera cuestión es si existe algún tipo de seres a los que no se debe manipular, seres a los que hay que reconocer una dignidad , y qué criterio debemos aplicar al tomar decisiones para respetar realmente esta dignidad. Se denomina a las segundas éticas formales o también éticas del deber, y son aquellas que no otorgan ningún contenido concreto a su fundamento, sino que se fijan sólo en la forma, la manera que tiene el hombre de actuar, no en lo que hace. No se centran en la consecución del fin sino en la aceptación de un deber, en la necesidad de hacer siempre lo correcto por el mero hecho de ser lo correcto se denomina a las primeras éticas materiales o también éticas de los fines, aquellas cuyo fundamento posee un contenido concreto, material, como la felicidad, el placer, la virtud, la utilidad. La búsqueda de un fin o bien supremo

Ética aristotélica Aristóteles (384-322) filósofo griego, considera la felicidad como fin último que nos proponemos por naturaleza : todos deseamos ser felices, y como somos seres dotados de razón ( logos ) la razón tiene que encauzar nuestros deseos y aspiraciones, para realizar aquellos que conducen a la felicidad: quien así actúa ejercita la prudencia la persona prudente es aquella que en cada situación en la que tiene que elegir considera lo que le conviene para el conjunto de su vida, sopesa todos los bienes que puede conseguir y establece entre ellos una jerarquía para obtener el mayor bien posible . El prudente se propone fines buenos, y domina siempre otras dos artes: para elegir bien debemos apoyarnos en las virtudes ¿pero cómo sabemos si un comportamiento es o no virtuoso? Para Aristóteles, obra con prudencia el que elige siempre el término medio, pues en eso consiste la virtud (areté) pero no una media aritmética, sino el término medio entre exceso y defecto que conviene a cada uno de nosotros.

Pero para ser prudente es necesario: podemos aplicarlo a la vida cotidiana: desarrollando las cualidades innatas , eligiendo de acuerdo a las capacidades que tenemos (profesión, pareja, amigos) manejar ideas políticas coherentes con aquellos valores en los que creemos y esforzarnos por ponerlas en práctica ética aristotélica buen humor prudencia amabilidad gentileza modestia justicia tener capacidad para prever el porvenir sin decidir basándome en incertidumbres ser circunspecto , analizar la situación para poder tomar decisiones racionales instruirse , estudiar , aprendiendo de los medios más adecuados en cada caso saber recordar, aplicar la memoria , pues la prudencia se funda en la experiencia.

Epicuro de Samos (341-270 a.c) inicia una tradición ética denominada hedonismo (griego he doné, que significa placer), que se asienta sobre tres puntos: ética hedonista el hedonismo practicado por epicúreo es individualista, ya que se trata de lograr el mayor placer individual, sin valorar el placer social o utilitario todos los seres vivos buscan el placer y huyen del dolor.

Los seres humanos tenemos el placer como meta de la vida la felicidad: consiste en organizar de tal modo nuestra vida que logremos el máximo placer y el mínimo dolor puesto que se trata de alcanzar un máximo, la razón moral será siempre una razón calculada: razonamos de qué manera obtendremos el máximo placer

La lucha contra miedos e inquietudes se supera con los cuatro remedios (fórmula llamada Tetrafarmakon) las primeras son fáciles de satisfacer y los segundos son fáciles de evitar las necesidades naturales y males su existencia es muy dudosa el destino mientras estamos vivos, ella no existe, y cuando ella esta presente, nosotros ya no estamos, no existimos la muerte si existen, no se ocupan de los asuntos humanos los dioses cuatro remedios epicúreos (tetrafarmakon) lo que nos inspira miedo.

Según Epicuro, debemos diferenciar los placeres estables, que consisten en la armonía por ausencia de dolor en el cuerpo (aponía) y por ausencia de perturbación en el alma (ataraxia), y los placeres positivos (la alegría…) a Epicuro le parecen superiores los primeros porque, si tenemos hambre y la calmamos, se produce el placer de suprimir ese dolor; pero si seguimos comiendo, no aumentamos el placer. La razón ha de calcular qué placeres son más intensos y menos dolorosos, para obtener el máximo placer posible ética hedonista.

John Stuart Mill (1806-1873) hedonista utilitarista , considera que los seres humanos tienen sentimientos sociales y su satisfacción es fuente de placer, como la simpatía , que interpreta como la capacidad de ponerse en el lugar de cualquier otro, sufriendo con su dolor, disfrutando con su alegría ética hedonista como nosotros deseamos ser felices, todos los demás lo desea igualmente. El principio de la moral es entonces la mayor felicidad (mayor placer) para el mayor número posible de seres vivos y funciona a la vez como criterio para poder tomar decisiones racionales. Hay una identificación entre lo que se considera moralmente bueno y el bienestar (individual y también social).

Jeremy Bentham había introducido una aritmética de los placeres, pues cree que el placer puede medirse, porque todos los placeres son iguales en cualidad, pero no lo son en cantidad (intensidad, duración, proximidad…) ética hedonista para John Stuart Mill los placeres se diferencian por su cualidad, ya que hay placeres superiores e inferiores. ¿Quién está autorizado para

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