Lago

Desarrollo

“Con una misma vara mide el lago la imprevisión de todos, que no tuvieron cuenta con el carácter recurrente de sus ciclos de avance y retroceso y llegaron a creerse, viéndolo recogido de sus límites cuando se secaba, que aquello sería eterno y lo ocuparon. Y entonces fue el llorar cuando el lago empezó a hincharse y ha vuelto por sus fueros.

Pero unas van de cal y otras de arena, dos cosas que allí abundan. Y ahora es la suerte de los pescadores. Porque al crecer, el lago se recarga de nutrientes y de peces. Muere el conuco, pero la mesa se llena de tilapias, que dan más alimento que la yuca o el plátano. De pescadores y agricultores son los pueblos que circundan el lago.

Cuando en los años secos se le achica el ojo, la sal se reconcentra en lágrima purísima y amarga, y cuesta Dios y ayuda hallar una tilapia que pique en los anzuelos. Casi nadie baja entonces a ese ajetreo inútil. Se olvidan de la pesca”.

Con estas palabras, en el 1981, el reconocido cronista y naturalista Félix Servio Ducoudray describía las consecuencias para los medios de vida de las poblaciones alrededor del lago Enriquillo de las fluctuaciones periódicas del nivel de sus aguas. Él mismo en el 1978 lo había definido el “lago menguante” mientras observaba con preocupación para la biodiversidad del sitio el caer del nivel de la superficie y el aumento de concentraciones de la sal.

30 años después el fenómeno observado por Ducoudray vuelve a ser de actualidad en primer lugar en las comunidades afectadas, después en los periódicos locales y nacionales y finalmente en el debate político e institucional hasta recibir el 4 de noviembre de 2011, por el decreto del Poder Ejecutivo n.674-11, una declaración de emergencia del Estado Dominicano. En todos estos años las comunidades del lago han vivido de espaldas al lago, contemplando sus aguas a lo lejos y con escasa interacción con este importante recurso.

Esta es la razón principal por la cual para los habitantes de estos territorios, el lago Enriquillo representa en la actualidad una amenaza más que una oportunidad; hoy en día el lago es el responsable de la desaparición de sus tierras, de la estancación de su economía, de sus posibilidades de desarrollo y su vulnerable seguridad alimentaria y nutricional.

La emergencia que se está viviendo en la Región Enriquillo es sin embargo muy peculiar: el nivel del agua sigue creciendo a ritmo sostenido por lo menos desde el final del año 2008, aunque todavía está muy por debajo del nivel máximo alcanzado por el lago del cual se tengan informaciones históricas, puede ser considerada una emergencia anunciada, ya que al día de hoy se cuentan en miles las familias que han perdido una fuente importante de sustento con la tierra que se ha quedado bajo el nivel del lago.

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