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Las Maras En Centroamerica

perolin31 de Mayo de 2015

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Las maras en Centroamérica

Las maras, o pandillas como se les conoce en Centroamérica, son quizás el fenómeno que más afecta la criminalidad en la región. Inmortalizados en imágenes como hombres violentos con cuerpos recubiertos de tatuajes y en absoluto las maras inspiran temor y preocupación. Surgieron en los barrios de Los Ángeles en la década de los 80, cuando las guerras civiles que afectaban países como Guatemala y El Salvador hicieron que muchas personas cruzaran la frontera en busca de un mejor futuro y terminaran quedándose en los barrios mexicanos de esa ciudad.

Para los 90, la criminalidad había aumentado y como respuesta, el gobierno de Estados Unidos fortaleció su política inmigratoria y empezó a deportar con más rapidez a inmigrantes que habían perpetrado crímenes a sus países de orígenes. De regreso a sus países y a un lugar que le llaman “Triángulo del Norte”, en territorio que comprende Honduras, El Salvador y Guatemala, estos mareros, no lograron reintegrarse a la sociedad y continuaron fortaleciendo redes de criminalidad y fortaleciendo las relaciones delictivas entre estos países y las pandillas en Estados Unidos. El impacto en Centroamérica también fue grave ya que los gobiernos, confrontados con este regreso significativo de criminales, tampoco implementaron las medidas necesarias para combatir esa realidad. Por el contrario, las políticas de mano dura, tuvieron un efecto contraproducente ya que agruparon a todos los mareros en prisión donde estos pudieron redefinir sus planes, articular sus estrategias y fortalecerse.

La Mara Salvatrucha, quizás la más grande de estas organizaciones, es fuente inagotable de películas, historias y un imaginario colectivo de violencia.

Hay muchas discusiones respecto al origen del nombre salvatrucha. Algunos dicen que se refiere a una calle en El Salvador, o que trata sobre la invasión de una plaga de hormigas rojas en el Amazonas que causa espanto absoluto por el sonido que hacen cuando se mueven en grupo. Sin embargo, la explicación generalmente más aceptada es que proviene de la unión de la palabra “mara”, que significa pandilla, con la jerga “trucha” que alude a alguien rápido y sagaz.

En un inicio la Mara Salvatrucha (MS) estaba compuesta principalmente por salvadoreños, pero la diversidad de las nacionalidades presentes en Los Ángeles hizo que esto cambiara. Cuando la MS entró en la escena delictiva, otras pandillas decidieron albergarlos como parte de sus redes, y en especial la Mafia Mexicana, una pandilla californiana con control sobre el sur de Estados Unidos y México, les otorgó protección en las prisiones y los barrios. Como agradecimiento, la MS les prestó sicarios y añadió el numero 13 a su nombre. Desde entonces la Mara Salvatrucha (MS) se convirtió en la MS-13, una asociación criminal organizada a lo largo del triángulo del norte (Guatemala, Honduras y El Salvador). La MS-13, como casi todas las maras, no tiene un cabeza jefe que controle de manera absoluta todas las redes. Opera en cambio por medio de células o “clicas” en distintos territorios que cuentan con sus propios jefes a los que denominan “palabreros”.

Barrio 18 nació en Los Ángeles y cuenta hoy día con clicas en Centro América y Estados Unidos. Como la MS-13, aún cuando inicialmente estuvo compuesta por mexicanos, integró pandilleros de varias nacionalidades. La pandilla fue objeto de bastante atención en el contexto de las fuertes protestas y disturbios que se ocasionaron en Los Ángeles. La M-18, como también se le conoce, tiene una red extensa de pandilleros y exige con severidad que sus miembros le sean leales. Se sabe que también mantienen vínculos con la Mafia Mexicana y con el Cartel de Sinaloa y los Zetas.

El alcance de la criminalidad de estas maras varía de acuerdo a la “clica” y el territorio donde operan pero se entiende que alcanzan no sólo

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