Liderazgo y comunicación en tiempos de pandemia

Opinión

De las muchas emociones y sentimientos que podemos tener es la felicidad. La buscamos, la anhelamos y la ponemos como eje central de nuestra vida. Tiene sentido: la evolución del ser humano, sin el objetivo de ser felices, no es lo mismo. La felicidad se ha considerado siempre como un concepto relativo a nivel práctico y, sin embargo, es una sensación que todos reconocemos de maneras muy similares. Además, no siempre ha sido una prioridad, tal como lo es en nuestra época.

Por eso, la felicidad está en nuestro pensamiento y en nuestra conversación habitualmente, marca el rumbo de nuestra vida y maneja el timón de nuestras decisiones.

“El cerebro emocional responde a un acontecimiento más rápido que el cerebro racional... El cerebro racional habitualmente no decide qué emociones deberíamos sentir”.

La pandemia ha llevado a que las organizaciones realicen una gestión Utilizando estrategias que se adapten a las tendencias tecnológicas más modernas para el mejoramiento de los procesos internos.

Así, el líder dentro de cada departamento de trabajo determina los lineamientos necesarios para administrar correctamente la organización. La mayoría de las empresas se enfoca en el uso de la comunicación asertiva, a través de herramientas que la globalización ha puesto a disposición de estas.

Debido a que las competencias exigen que cada vez sea más alta eficiencia en la toma de decisiones desde el liderazgo, es necesario que los líderes provean al equipo de trabajo de las herramientas y los instrumentos necesarios para afrontar los retos que se presentan en el momento de administrar una organización.

Hoy más que nunca, un líder debe prestar atención a las emociones de los integrantes de su equipo de trabajo. Todo individuo piensa, siente y actúa.

Equilibrar estas tres dimensiones es clave para lograr un impacto positivo.

El trabajo con las emociones es imprescindible para nuestro desarrollo personal y profesional, ya que, la inteligencia emocional actúa en nuestro sistema antes que la inteligencia racional, y por tanto, no podemos ignorarla. 

Debido a nuestra cultura y educación estamos poco desarrollados en este ámbito, pero cada vez encontramos más herramientas, ejercicios y referencias que nos permitan despertar esa inteligencia emocional.

La habilidad de liderar abarca un nivel complejo, porque se pueden dar situaciones positivas o negativas, pero lo que realmente cobra importancia es el hecho de mejorar la comunicación asertiva, pues gracias a esto se podrían reflejar mejoraras en los ambientes laborales, las cuales estarán relacionadas con los resultados que dan los colaboradores en las organizaciones.

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