Los 4 acuerdos en práctica • Sé impecable con tus palabras

Antes que nada y que todo, estaba la lluvia. Había que hablar del libro, los acuerdos como algo más que el efecto abominable de una tormenta tropical o del huracán en turno. La lectura amanecía en toda su propiedad como un sol líquido, como luz que escurre imperceptiblemente por la piel, pero eso sí, nunca fue mala, no era como una simple lectura.

Los acuerdos sirven para recordarnos sobre nuestra condición impermeable, a veces lívida, impenetrable. Hace consciente la frontera de la sensación. También, entre los acuerdos había que traer a colación una ciudad. La ciudad como espejo; el otro, el que está en movimiento, el que es incapaz de quedarse quieto, el que es y no es, el que nos borra y dibuja.

Los 4 acuerdos en práctica

• Sé impecable con tus palabras:

La mente humana es como un campo en el que constantemente plantamos semillas, estas semillas son proyectos, opiniones, ideas y conceptos. Nosotros mismos plantamos nuestras propias semillas, pero muchas veces dejamos que estas semillas sean de miedo y creemos en las palabras negativas de las personas que nos rodean. Ser impecable con nuestras palabras implica que todo aquello que deseamos sea limpio, honesto y nos haga un bien tanto a nivel personal como a nivel social. Todos los seres humanos somos mágicos y por medio de nuestras palabras podemos hechizar o liberar a alguien.

Este acuerdo a nivel personal, nos ayuda a que todo aquello de deseemos emprender lo hagamos de una manera limpia, teniendo una mente positiva y buena energía frente a todo aquello que nos involucre cumplir nuestros proyectos. No solo debemos ser impecables con las cosas materiales, sino debemos empezar por mantener un espíritu y una mente limpia, dejando el rencor y lo negativo atrás. Si llegamos a un acuerdo con nosotros mismos para ser impecable con nuestras palabras, será suficiente para irlo manifestando a medida que pasa el tiempo, debemos ir limpiando el veneno emocional que hay en nuestro interior, para que de esta manera seamos personas limpias tanto de cuerpo como de espíritu.

• No te tomes nada personalmente:

Debemos desintegrar al pájaro que carboniza al verbo, debemos dejar que todo suceda, avancemos firme pero lento, así en el fondo se exprese un tropiezo absoluto. La tristeza es una religión y nosotros sus infelices seguidores, debemos caer, hablar y afilar la espada para enfrentar nuestros miedos. Al romper nuestros miedos y la tristeza, encontramos una forma de locura renovable, de esta manera podemos vivir y sentir sin tomar nada de manera personal. Este acuerdo nos ayuda a que debemos ser personas seguras de sí mismos, ser personas fuertes y valientes para todo aquello que nos toque enfrentar para cumplir nuestras metas y proyectos, teniendo nuestro enfoque y no tomarnos nada personalmente, nunca cambiando nuestra forma de ser.

• No hagas suposiciones:

El hacer suposiciones nos atormenta nuestros pensamientos y nuestra tranquilidad, generando incertidumbres y pensamientos negativos para nuestro diario vivir. Debemos buscar siempre la verdad, porque siempre necesitaremos algo pero nunca una mentira, Toda la tristeza y dramas que hemos experimentado tenían unas raíces en las suposiciones que hemos hecho y en las cosas que nos tomamos personalmente; debemos caminar sin miedo, sin importar si estamos sucios, desechables, debemos caminar sin preocuparnos, estando seguros que nuestra felicidad se encuentra en el nuevo camino que estamos emprendiendo, abandonar todo lo incomprendido, dejando que todo repose en el baúl de los recuerdos. El pensamiento de nuestra mente humana es tan fuerte y poderoso que somos seres capaces de atraer lo positivo a nuestra vida, actuando una y otra vez fortaleciendo nuestra voluntad, estableciendo una base sólida para el nuevo camino que vamos a emprender.

• Haz siempre lo máximos que puedas:

Somos seres humanos silenciosos, prudentes, misteriosos, con carácter fuerte. Pienso que la historia no es más que un desconocimiento profundo o simplemente una interpretación fallida. Somos un poco de esperanza, de acuerdo y desacuerdo, nos transportamos con nuestras sombras, las que

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