Los derechos de la mujer en México

Los derechos de la mujer en México.[pic 1][pic 2]

Cinthya Vega Flores.

Introducción

Capítulo I: El voto de la mujer en México.

Ya han pasado 85 años desde que se publicó en el Diario Oficial de la Federación de Reforma, en el articulo 34, donde se decretó el derecho para que las mujeres pudieran ejercer su voto.

Las primeras manifestaciones que surgieron para que las mujeres en la época del Porfiriato comenzaran a tener mas libertades comenzaron aproximadamente entre los años 1884 y 1887, cuando un grupo conformado solo de mujeres, crearon la primera revista feminista en México llamada ¨Violetas de Anáhuac¨ donde exigían el sufragio femenino, algunos principios basados en las creencias de Sor Juana; creada por Laureana Wright de Kleinhans ,quien después tendría el apoyo de la esposa de Díaz (Doña Carmen Romero Rubio de Díaz) y su cuñada (Rafaela Varela, viuda del hermano de Díaz).

Aunque el reconocimiento constitucional de la mujer comenzó a considerarse en 1917, hubo algunos momentos previos en los que las mujeres tuvieron una participación política como en 1906, cuando la primera abogada de México, María Zandoval de Zarco creó la asociación de ¨las admiradoras de Juárez¨ donde exigían que las mujeres tuvieran derecho a votar.

Finalmente, en 1917 cuando Hermila Galindo, una mujer defensora de los derechos de la mujer en México, quien siendo la secretaria personal de Venustiano Carranza presento una propuesta con la cual se comenzó a considerar por algunos políticos, que las mujeres tuvieran derecho a votar. Pero se descarto la idea cuando algunos políticos comenzaron a pensar que las mujeres no debían tener responsabilidades fuera del lugar y que no tenían la necesidad de participar en asuntos políticos. Reproduzco el texto extraído del Diario de Debates de la Constitución de 1917 que se puede consultar en la Cámara de Diputados: ¨La doctrina expuesta puede invocarse para resolver negativamente la cuestión del sufragio femenino. El hecho de que algunas mujeres excepcionales tengan las condiciones necesarias para ejercer satisfactoriamente los derechos políticos, no funda la conclusión de que estos deben concederse a las mujeres como clase. La dificultad de hacer la elección autoriza la negativa¨.

Después de 100 años desde que se escribió para algunas personas resulta difícil creer que solo para que tu opinión política fuera escuchada tenias que contar con un puesto ¨excepcional¨ proporcionado por el cargo con el que tu cónyuge contara.

En 1922, la Constitución del Estado de Yucatán, le dio derecho a la mujer el derecho de votar en las elecciones municipales; como consecuencia de esto, surgió la primera mexicana electa diputada, Elvia Carrillo Puerto, pero tuvo que renunciar debido a las presiones sociales y a las constantes amenazas de muerte por parte de algunas personas y 3 mujeres más: Raquel Dzib, Beatriz Peniche de Ponce y Rosa Torre quien fue electa para ser la regidora en el ayuntamiento de Mérida, las 3, al igual que Elvia, recibiendo amenazas, pero finalmente ocuparon un puesto con el consentimiento del gobernador del estado de Yucatán: Felipe Carrillo Puerto, sin embargo, las cuatro tuvieron que abandonar el puesto después del asesinato del gobernador.

Después de un año, del 20 al 30 de mayo de 1923, se convocó por la Sección Mexicana de La Liga Panamericana de Mujeres, al Primer Congreso Nacional Feminista donde los principales puntos que se abordaron fueron dirigidos al ámbito político, a causa de esto, en la Constitución del Estado de San Luis Potosí se dio el derecho a las mujeres de votar y ser votada. Chiapas se unió al movimiento del voto en 1925.

En 1937, el presidente Lázaro Cárdenas, envió una iniciativa donde en la Constitución, en el articulo 34, en el que se dictaba que se le permitiría al voto a las mujeres, la iniciativa fue aceptada por las cámaras y las legislaturas de los estados; sin embargo, esta parte nunca se concluyo ya que el Partido Nacional Revolucionario argumento que ¨su voto podría verse influenciado por los curas¨. De acuerdo con la investigadora Patricia Galeana expresa en su libro ¨La Revolución de las Mujeres Mexicanas¨, lo que provoco que esta propuesta no fuera aceptada fue por el temor que las mujeres apoyaran el proyecto político conservador de esa época encabezado por Almazán (quien perdió las elecciones de 1940, donde se declaro ganador a Ávila Camacho)

En la Constitución de 1947 en el articulo 115 (durante el sexenio de Miguel Alemán) se promulgó que las mujeres podían votar y participar para ser votadas en las elecciones municipales, en este mismo año las mujeres mexicanas participaron por primera vez en elecciones municipales. Pero no fue hasta el 17 de octubre de 1953 cuando cualquier mexicano, sin importar su género tendría el derecho a votar y ser votado a nivel Estatal y Federal en el Artículo 34 de la Carta Magna donde se dicta que: ¨son ciudadanos de la República de los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años, siendo casados, o 21 si no lo son, y tener un modo honesto de vivir¨. El 3 de julio de 1955, fue la primera vez que la mujer mexicana emitió su voto en unas elecciones federales y al mismo tiempo participaron para ser votadas por primera vez a nivel federal.

En el año de 1982 cuando una mujer llamada Rosario Ibarra de Piedra, fue candidata a la presidencia por primera vez por el Partido Revolucionario del Trabajo

Esto se promulgo antes de que la ONU había llamado a los países miembros a reconocer el derecho del voto hacia la mujer, siendo México el último país Latinoamericano en consolidar este derecho.

Capítulo II: Mujeres Que Influyeron en

México

 Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695)[pic 3]

Sor Juana (llevó el nombre de Juana de Asbaje y Ramírez) fue la última gran poeta de los Siglos de Oro de la literatura en español y es recordada como la escritora que tuvo que pasar por los convencionalismos de su tiempo.

Nació en la hacienda de San Miguel Nepantla en el Estado de México el 12 de noviembre de 1648.

Hija de la criolla Isabel Ramírez de Santillana y el vizcaíno Pedro Manuel de Asbaje, de origen vasco.

Aprendió a leer a los tres años mientras acompañaba a su hermana a sus clases a escondidas de su mamá, mintiéndole a la maestra de su hermana diciendo que su mamá ordenaba que ella también tenia que tomar la lección.

Siendo criada por su abuelo materno Pedro Ramírez, en la hacienda de Panoaya en México hasta su muerte en 1656, cuando Sor Juana tenía solo 8 años. Después de eso Sor Juana se traslado a la capital de en ese entonces La Nueva España, allí, queda bajo la tutela de su hermana María Ramírez (esposa del acaudalado Juan de Mata), en el Colegio Martín de Olivas comienza a estudiar latín, idioma el cual domino con solo 20 lecciones.

En su ¨Carta respuesta a Sor Filotea de la Cruzleía¨ ella cuenta que estudiaba mucho y uno de sus métodos autocoercitivo1 era cortarse el cabello, así cuando creciera ella ya habría aprendido algo que deseaba.

Cuando tenia apenas 13 años, en 1664, Sor Juana fue llamada para ser la dama de la virreina Doña Leonor Carreto, Marquesa de la Mancera, quien se dice era una mujer muy culta y amante de las letras lo cual tuvo una gran influencia en Son Juana, al mismo tiempo el ambiente pues los Virreyes protegían a Sor Juana y le enseñaban varias cosas.

El virrey de asombro por la inteligencia de Sor Juana, así que mando a llamar a cuarenta letrados de distintas facultades para que aplicaran una prueba a Sor Juana, la cual, supero el examen en condiciones de excelencia y causo la una gran admiración hacia ella.

A los 16 años el 24 de febrero de 1669, se convirtió en Sor Juana Inés de la Cruz con los votos definitivos.

Harta de la vida cortesana, decidió entrar al Convento de San José de las Carmelitas Descalzas ya que, según ella misma dice: ¨para la total negación que tenía al matrimonio era lo más decente que podía elegir en materia de la seguridad de mi salvación¨. Tomó esta decisión debido a que era la única opción para las mujeres que les permitía seguir con sus estudios.

Pero después de tres meses tuvo que salir del convento debido a la severidad de la regla y rigor de la orden que le causaron grandes estragos en su salud.

Regresó al Palacio, pero solo por un año y medio para unirse otra vez a una vida religiosa pero esta vez en el convento de San Jerónimo, pero esta vez eran más flexibles, esta vez podría gozar de sus aficiones intelectuales, es sus palabras: ¨vivir sola… no tener ocupación alguna obligatoria que embarazase la libertad de mi estudio, ni rumor de comunidad que impidiese el sosegado silencio de mis libros¨.

En el convento, Sor Juana alcanzó la madures literaria y escribió la mayor parte de sus obras; en el convento hizo algunas labores de contadora y archivista a pesar de que le fue ofrecido ser la Abadesa2 del convento, sin embargo, lo rechazo en dos ocasiones, ya que mas que nada ella se dedicaba al estudio.

Se dice que en su habitación privada del convento llego a tener más de 4,000 volúmenes con autores como Carlos Sigüenza y Góngora, entre instrumentos musicales, mapas, aparatos de medición y para obtener más conocimiento acerca de la astronomía, matemáticas, lengua filosofía, metodología, historia etc.

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