Los orígenes de los notarios se retrotraen en las distintas civilizaciones a la necesidad de prueba

Los orígenes de los notarios se retrotraen en las distintas civilizaciones a la necesidad de prueba. Antecedentes directos de los notarios son los escritos o los oficiales públicos de prueba. Ante el crecimiento de las civilizaciones, la vida jurídica se amplia, desde la controversia en los tribunales, a relaciones validas, apareciendo la necesidad de documentar y surgiendo al notariado.

Con el descubrimiento de américa, llego la institución del notariado a nuestro continente, ya que en cada expedición venia un escribano que autorizaba y daba fe de los actos de la empresa de conquista. En chile, pedro de Valdivia al fundar Santiago en 1541, nombró al primer escribano público y en 155º, se instala la primera escribanía en concepción. Es en 1824 que el reglamento de la administración de justicia encarga a la corte de apelaciones la creación y fiscalización de escribanos.  Por último, en 1875 se comienza a hablar de notarios, separando estos cargos de receptor y secretario judicial.

En la actualidad, según datos disponibles en la página del poder judicial, existen 327 notarias titulares a nivel nacional. De estas, algunas operan en mercados monopólicos por solo existir una notaría en la respectiva comuna (o agrupación de comunas), mientras que otra se encuentran en mercados oligopólicos donde existe más de una notaría por comuna (o agrupación de comunas).

Si bien el mercado de los notarios es uno que en apariencia se encuentra muy regulado, una mirada mas detallada da cuenta de variados espacios que debieran ser competitivos, respecto a los cuales, sin embargo, existe limitada información pública para evaluar el nivel de competencia existente.

Un primer espacio de competencia es e la entrada de mercado, esto es, el proceso de designación de notarios. Dado el numero acotado de notarios, el ser designado a un puesto otorga el privilegio de acceder a un mercado no contestables, monopólico u oligopólico, dependiendo de la zona geográfica que corresponda. Además de lo anterior, acceden a un mercado con demanda asegurada por ley. Una revisión preliminar permite concluir que al menos 200 actuaciones deben realizarse ante notarios. Por lo tanto, considerando ambos factores, la manera que se desarrolla la competencia por ingresar a este mercado es de suma importancia.

El segundo espacio en que se puede evaluar la evolución competitiva del mercado de los notarios, es en el precio que los notarios cobran por prestar sus servicios. Como ya se ha destacado, la regulación de los precios, establece un precio máximo y no un precio determinado, por regla general. Así es, teóricamente posible que exista competencia por debajo de dichos precios  máximos.

Actualmente no hay datos públicos que permitan evaluar la evolución competitiva en los precios que cobran los notarios por sus servicios. Un pre-estudio realizado por la FNE en quince notarias de Santiago, permite concluir que las tarifas cobradas  por los servicios notariales se encuentran por sobre el arancel y no son uniformes entre notarias, pero estos datos resultan insuficientes para evaluar adecuadamente el nivel general de competencia por precios que existe entre notarias por los distintos servicios que prestan.

Un tercer espacio donde debería existir competencia entre los notarios, tiene relación con la calidad del servicio que estos entregan. A este respecto, no se han encontrado datos públicos que den cuenta de la calidad  del servicio que entregan las diversas notarias tales como: los tiempos de espera promedio, reclamos de clientes, o avances tecnológicos relevantes.

El mercado se compone de las notarías ubicadas a lo largo del país. Por otra parte,  este tipo de servicios no tienen sustitutos y en algunos casos tienen carácter obligatorio, establecido por ley. En chile existen al menos 200 diligencias que deben realizarse frente a un notario.}

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