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Los problemas económicos en la antigüedad


Enviado por   •  9 de Mayo de 2018  •  Informes  •  11.111 Palabras (45 Páginas)  •  228 Visitas

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Los problemas económicos en la antigüedad



Si nos disponemos a ejercitar un análisis histórico de la antigüedad, sin duda encontraremos con certeza la existencia de actividad económica y hechos económicos cuyo nivel de complejidad se incrementa cuando se insertan en sociedades cada vez menos primitivas.



La alianza entre la deidad y su pueblo, impregnan de religiosidad a toda actividad social de la antigüedad, incluida la que se vincula con la producción y distribución de alimentos y riqueza. Es la doctrina religiosa la que rige todo interés por el bienestar material, y es la relación de “Poder”, la que impone los códigos de conducta a los miembros de la comunidad, las obligaciones de quienes responden a la familia patriarcal, y los límites de la propiedad privada, que en su aspecto más importante, (la tierra), mantuvo serias restricciones para evitar su enajenación fuera de la familia y la comunidad.-



Así, tal como lo indica Roll, la lucha entre la sociedad tribal, con su propiedad comunal y su actividad económica primitiva, está reflejada en el antiguo testamento, y en las recopilaciones de leyes e interpretaciones que constituyen el antiguo pensamiento hebreo.

La división del trabajo se acentúa con el progreso de las técnicas productivas, y con las necesidades y requerimientos de una sociedad mas compleja, y una clase gobernante mas dispendiosa.



Quizá el punto saliente del período antiguo, resulta la comprobación y evidencia de que junto a la estructuración de comunidades basadas en jerarquías tribales, se asienta el concepto del “derecho de propiedad”, y el concepto de “patrimonio”, referido a inmuebles, hacienda, ganado, esclavos, y aprovechamiento de las tierras fértiles, las que aún cuando se mantuvieran en régimen comunitario, sirvieron los intereses de quienes ejercían el poder político y religioso para asegurar su dominio tribal.-



Aún cuando las recurrentes rebeldías alteraban la composición de los grupos de poder, el desarrollo del concepto de la producción era tan primitivo, que el orden social se desenvolvió sin la menor percepción sobre conceptos tales como capital, trabajo, propiedad, valor, precio, renta, utilidad, u otros conceptos que habrían de esperar siglos para que los grandes pensadores se preguntaran sobre ellos.



La disputa devenía religiosa, o como presión de clanes desplazados en su jerarquía, o como reclamo por la corrupción, el exceso de lujo, etc. Quizá el único reclamo de neto corte económico, aunque sin duda meramente intuitivo, fue la resistencia al recurrente incremento de los impuestos. Las prédicas sin embargo siempre se orientaban hacia un retorno a valores del pasado, a las míticas concepciones patriarcales, y a un ascético retorno a los preceptos de la divinidad idealizada.-



El Antiguo Testamento



La visión que pretendemos aportar de los primeros períodos históricos, no intentan establecer “sistemas económicos”, o elaboraciones teóricas sobre las etapas de producción, distribución y consumo. La economía política como ciencia, es muy posterior, y puede decirse con certeza que las primeras elaboraciones teóricas de la misma pertenecen al siglo XVIII[2], con antecedentes durante la alta edad media.



Es verdad que las más antiguas conformaciones sociales mencionadas en los libros sagrados poseían algunos principios o elementos que aún hoy observamos en la sociedad, tales como la propiedad privada, la moneda, un régimen incipiente de división del trabajo, y de distribución del producto. Sin embargo ello por sí mismo no admite una pretendida teorización del pensamiento económico, que distaba muchísimo de ser trascendente para los antiguos.[3] 



A nuestro juicio sin embargo
, lo que realmente importa de las raíces que aporta la antigüedad, no es la doctrina precisamente, sino la evolución de la propiedad de la tierra, (casi el exclusivo bien apreciado en estas sociedades, y la propiedad y modo de distribución de aquello que la tierra brindaba o alimentaba para satisfacer las necesidades comunitarias (granos o animales).

Grecia. Roma

Grecia constituye la primera civilización antigua organizada bajo una concepción “política-analítica”. Con esta expresión nos referimos no a una estructura de poder emergente de luchas, tradiciones, o transacciones entre los poderosos, sino al pensamiento racional de una comunidad políticamente organizada.

El período histórico-heroico de Grecia, está embebido de mitos de difícil distinción con las meras leyendas, al parecer, y de acuerdo con la Constitución de Teseo, ya desde aquella época estaba muy avanzada la decadencia de la organización tribal. Existía la propiedad privada  de la tierra, la división del trabajo, y el uso del dinero. Los lazos tribales fueron reemplazados por una sociedad rigurosamente dividida en clases y gobernada por una aristocracia de terratenientes. Las formas democráticas de gobierno que habían subsistido desde los tiempos mas antiguos, como la asamblea popular, perdieron su significado en las ciudades. El verdadero poder se concentraba en manos de los propietarios de la tierra , y se ejercía en la polis conforme la pertenencia social y la condición de propietario. 
Los pensadores, intentaron elaborar conceptos inmutables. Todos ellos relacionados a la complejidad de los vínculos entre los seres humanos viviendo en comunidad, y aún los vínculos con aquellos seres que no pertenecieran a dicha comunidad. La huella indeleble de los filósofos griegos en la cultura occidental se asienta precisamente en eso. Los hombres no han de convivir según el mero devenir de las circunstancias. Los hombres son capaces de elaborar una idea acerca de la organización política de la comunidad, y llevarla a cabo. Esta organización no se basa en meras relaciones de fuerza circunstanciales, sino en conceptos preestablecidos, y fines considerados un “bien superior”.-

Platón elabora un esquema de la república ideal, con base en un penetrante análisis de la sociedad. Su mayor contribución fue la elaboración de la “teoría política”, que incluye desde un análisis del ciudadano, según su rol social, hasta un análisis de las instituciones según el concepto de justicia, equidad, felicidad, ética, etc

En su texto La República, donde encontramos referencias económicas para la descripción de la república ideal, concluye, desde un punto de vista puramente analítico, que la ciudad es consecuencia de la división del trabajo, el cual a su vez es resultado de las distintas aptitudes naturales de los hombres y la multitud de necesidades humanas. Cuando los hombres se especializan y cada uno ya no se basta a sí mismo, se hace imprescindible una organización. Pero para Platón esta organización no era “comercial o de mercado”, sino política.

En efecto, su concepción filosófica del “estado ideal”, fue marcadamente clasista, incluyendo artesanos y comerciantes entre “los gobernados”, razón por la cual, las respuestas a sus observaciones de producción económica, no eran cuestión propia de los gobernantes, quienes podían servirse de ellas a fin de consagrarse a gobernar la comunidad por medio de la razón.

Vemos que estas consideraciones rozan solamente la economía, cuyo contenido no se analiza, sino que meramente se expresa como condiciones fácticas para sostener conclusiones políticas y filosóficas.-

Desde luego, la “economía”, distaba mucho de ser un elemento esencial del tejido social. El abastecimiento de la comunidad, el intercambio de productos con otros pueblos o comunidades, y en menor medida aún el intercambio  interno de la comunidad, carecía de la relevancia necesaria para un estudio sobre el fenómeno económico, y mucho menos para la elaboración de teorías relacionadas con la producción, precio, renta etc.

Jenofonte, contemporáneo de Platón, (y discípulo de éste),  por su parte retoma el concepto mismo de economía en su libro OECONOMICUS
Jenofonte, historiador y soldado, lo mismo que Platón, discípulo de Sócrates, llegó a escribir un tratado llamado Oikonomikos (administración de la casa) que trata sobre la administración eficiente a nivel del productor y/o de la familia pero lo aplica estadios más complejos como la milicia y la administración pública, así mismo llega a aceptar que la eficiencia mejora con el grado de división del trabajo que exista en la actividad.
Ensalzó a la agricultura, base de la riqueza económica, y favoreció el fomento estatal de la navegación y del comercio. En mayor grado que Platón o que Aristóteles, sus obras insinúan ciertos aspectos del capitalismo moderno. Propugnó la intensificación de la extracción de la plata. con el fin de desarrollar la riqueza general y de alentar el comercio; favoreció la formación de sociedades por acciones, las que permitirían la asociación de varios individuos para practicar el comercio; vio en las artes pacíficas actividades más provechosas que la guerra; y aprobó la creación de grandes ciudades, porque favorecerían la especialización y la división del trabajo. Sin embargo, estaba de acuerdo con la esclavitud y con el dominio público de las minas de plata y de otras actividades.

Particularmente la “producción” carecía de jerarquía  en el esquema social, por lo que en el marco de la organización política ideal, los encargados de llevar a cabo dicha tarea  representaban un estrato inferior, y su vínculo con la tierra,  las minas o canteras, quedaba solo limitado a la tarea material, al trabajo manual como parte del cumplimiento del rol social que les fue acordado.-

Esto no significa que ya en ese período no se pudieran apreciar fenómenos propios de la ciencia económica, tales como la división del trabajo, el cambio, el valor, pero sin que sobre tales hechos, se propusiera una elaboración teórica, y menos aún particularizada en el marco del abastecimiento comunitario que se daba por sobreentendido en la sociedad.-

Sin embargo, una actividad cuya significación resulta netamente económica, tal como el comercio, requirió alguna atención mayor de los filósofos griegos, quizá fundamentalmente porque la relación entre pueblos diversos, con intereses distintos, pero con mutuo requerimiento de sus riquezas naturales, eran muy difíciles de encasillar  dentro del sistema ideal de república esquematizado por los pensadores de la época. Podían teorizar sobre el rol de sus súbditos, dictaminar respecto de los gobernantes, y definir la personalidad de sus jueces; pero encasillar al extranjero, que ofrece su producción, y desea el excedente de la ajena, pero que ningún otro vínculo pretende establecer, resultó en aquellos tiempos una variable difícil de introducir y controlar en un esquema que supuestamente estaba destinado a una eterna duración en pos del bien común.-

Precisamente la actividad comercial, da paso a una cuestión práctica pero al mismo tiempo de neto corte racional como es el “medio de cambio”, y la referencia de “valor”, ya se trate de trueque, o de un metal cuyo denominador resulte común a quienes lo emplean.

Un segundo  aspecto que teniendo una elevada gravitación económica, encuentra tratamiento solo bajo su significación política, es el relativo al “derecho de propiedad”.  Esta resulta determinante en el marco de la organización social, y se constituye en sustento de las relaciones de poder, cuyo eje desde antiguo atraviesa alternativamente y en diversas proporciones cuestiones relacionadas con el linaje, o derecho de la sangre que otorga el pertenecer a  castas patriarcales; o el poder militar, con la conquista y la sumisión del contendiente; o la supremacía religiosa.

Aristóteles

Como discípulo de Platón, el estagirita, concibió una formidable evolución de las teorías políticas, que mudaron su base clasista, a una formidable concepción de la democracia como modelo político. Es importante para nosotros distinguir la enorme diferencia que supone otorgar al sector de los gobernados la mera función de facilitar la noble actividad de los gobernantes, (postura que podemos observar en Platón), de la concepción aristotélica que obligaba a considerar la actividad de todas las clases y sectores sociales, haciéndose cargo de un análisis más pormenorizado de los aportes que intercambiaban entre ellos.

Así, Aristóteles avanzó en su intención de determinar un campo para las actividades económicas; un estudio sobre la razón de ser del valor y su ineludible asociado que es el cambio, y el tema de la moneda como conceptos inasibles pero universalmente aceptados.  y que por cuestiones que exceden a los preceptos legales, son adoptados como medida de cambio. Para ello se detuvo en primer lugar en la ciencia de la administración domestica, y del abastecimiento, para luego derivar desde allí, en el problema del cambio, lo que lo llevó a distinguir que cada producto desde un punto de vista, tiene valor de uso como es el alimento que producimos y consumimos, pero cuando tenemos un excedente de alimentos, que no podemos o no queremos consumir, aparece en el mismo producto, un valor de cambio, el que ya no depende solo del uso que el mismo satisface para quien lo produjo, sino de la necesidad o satisfacción para el que lo desea.

Este intercambio, que la división del trabajo transforman en generalidad, y la misma concluye en lo que denominamos comercio se inicia con el trueque, hasta que alcanza un sistema de cambio indirecto, mediante el uso de la moneda o un bien pacífica y socialmente adoptado como medida de cambio.  He aquí un claro desafío al pensamiento de las antiguas gens y fratrias griegas, con la moderna estructura de la ciudad-estado. El cambio como comercio y actividad humana, configura una nueva categoría social, cuya importancia va en incesante crecimiento, y junto a él la moneda, y la posibilidad de que la misma, genere beneficios por si misma.

Una preocupación aristotélica fue el préstamo de dinero con intereses. El pensador entendió esta práctica como antinatural. El oro (o la moneda que se usara para el intercambio), no podía reproducirse por sí misma. La razón no admitió entonces esta ficción. Solo la semilla o los animales podían reproducirse. Las leyes de la naturaleza gobernaban la producción de la que habrían de servirse los pueblos para atender sus necesidades. Y para ello era necesario que el hombre aplicara su trabajo a los bienes que la naturaleza le ofrecía. Transformar los bosques en madera, las canteras en bloques, la semilla en frutos agrícolas.
Acrecentar un patrimonio  sin otro requerimiento que la devolución del préstamo incrementada por el transcurso del tiempo, no estaba dentro de las actividades que de los hombres podía esperarse. Por lo tanto las leyes no podían ni reglamentar ni proteger estas transacciones.
Sin embargo, el solo hecho de haber merecido la atención de los pensadores de la época evidencia que la práctica de prestar dinero acordando el pago de un interés existía y se usaba.

El Estado Ateniense
Cuando los griegos aparecen en la historia se hallan en los umbrales de la civilización . La sociedad estaba organizada según la constitución gentilicia, en una fase avanzada de transición. Al parecer, se dividían en tribus que se componían cada una de tres fratrias formadas por treinta gens, y cada genos ocupaba a treinta familias.-
La economía de éstos pueblos se basaba en la agricultura y la ganadería. Cereales, huertos y árboles frutales. Todo indica que el desarrollo de la productividad había alcanzado un nivel de producción excedente que podía comercializarse con otros pueblos. Esto da la condición para el trabajo esclavo, y la acumulación de riquezas en manos de pocas familias. Existía la propiedad privada sobre el ganado, la vivienda y otros bienes muebles, ocasionando la inevitable división entre familias ricas y pobres. La propiedad privada de la tierra aún es comunal, pero su distribución ya aparece desigual. Cada familia recibe una porción vitalicia de tierra por sorteo,  pero con el crecimiento de la población y las conquistas de territorio, se realizan nuevos repartos los que con el tiempo acentúan la división. También se le concedían tierras a los denominados Basileis, conferidas por el pueblo en recompensa por sus funciones públicas. La unidad económica es el oikos, dirigida por el Basileis. El intercambio interior de productos estaba escasamente desarrollado ya que la guerra seguía siendo el medio a través del cual se proveían de los productos necesarios. El comercio externo, recaía  más en la actividad de los fenicios que en los propios atenienses.
En estos tiempos, la guerra había llegado a ser una institución permanente como factor necesario para procurarse esclavos. Las funciones militares pasaron de ser ocasionales a regulares, y el reparto del botín de guerra se hacía por el pueblo reunido en armas en asamblea, y se distribuía en función al mérito. La mejor parte correspondía a los jefes y comandantes.

El régimen aristocrático

A finales del siglo X, las cuatro tribus jonias asentadas en el ática  se habían distribuido todo el territorio y cada una se hallaba establecida en una parte del mismo. Formaban una especie de confederación con sede central en la mayor de las doce ciudadelas. La acrópolis de Atenas.
En esta época, el suelo estaba ya repartido y era propiedad privada. La producción mercantil y el comercio marítimo se habían desarrollado en el mar Egeo, arrebatándole primacía a los Fenicios.

La constitución de Teseo

La tradición atribuye al mítico rey Teseo, la unificación del Atica. Este proceso debió ocurrir entre los siglos IX y VIII, y desemboco en la división de la sociedad en clases. Eupátridas, geomoros y demiurgos; es decir, nobleza, campesinos y artesanos. No era otra cosa que el reconocimiento de una sociedad que ya se había dividido en clases en razón de su patrimonio y su actividad socio económica. La nueva constitución reservaba el ejercicio de los cargos públicos a la nobleza. Los extranjeros, al no pertenecer a ningún “genos”, quedaron excluidos de los derechos políticos, y aunque eran libres, no gozaban de todos los derechos civiles.
Un cambio fundamental, que se relaciona con el proceso de evolución económico. (la importancia del patrimonio con relación a la persona), fue que al desplazamiento y mezcla de los miembros de la Gene, Fratrias y tribus, siguió una legislación que centralizaba los derechos y la protección jurídica del ciudadano en relación a su lugar de residencia y no a sus orígenes familiares. A finales del siglo VII y como consecuencia de la lucha entre el Demos y la aristocracia, se da un nuevo paso en la organización jurídica del estado y se procede a la codificación del derecho vigente.
Según Aristóteles, se trató de una compilación de las normas conservadas por la tradición oral. Pero de hecho, la escritura conforma un límite, ya que solo puede aplicarse lo que la ley expresa, y toda cuestión no establecida queda excluida de los poderes de la autoridad, que hasta ese momento empleaban el derecho consuetudinario en función de sus intereses.
A pesar de la ventaja que representó para el Demos la ley escrita, las diferencias de clase no desaparecieron, por el contrario se profundizaron, y las diferencias entre los eupátridas ricos y el demos empobrecido se agudizaron a comienzos del siglo VI.

La constitución de Solón

Es entonces que Solón es nombrado  primer magistrado, e investido de amplios poderes como árbitro entre las clases, y en ese marco propuso y estableció un amplio programa de reformas sociales económicas y políticas.  Solón inicia sus reformas con un ataque a la propiedad de los acreedores para proteger la propiedad de los deudores. Abolió las deudas hipotecarias, retiró de los campos los mojones hipotecarios y manumitió a todos los campesinos que por insolventes fueron hechos esclavos. Los que fueron vendidos como esclavos en el extranjero fueron rescatados por cuenta del Estado.
Abolió la esclavización por deudas, prohibió los contratos de préstamos en los que el deudor se hacía prenda del acreedor. A partir de entonces el deudor respondía con sus bienes pero no con su persona. Con el objeto de poner fin a la avidez de la nobleza por la tierra, Solón puso un límite a la extensión de la propiedad que podía poseer un individuo.
Aparecen normas relativas al orden y método de plantar olivos, al uso de pozos y la excavación. Se prohibió la exportación de trigo y se estimuló la exportación de aceite de oliva y vino. El sistema de pesas de Fidón y el sistema monetario de Egina fue reemplazado por el sistema de Eubea. Ello favoreció el comercio con la región. (100 nuevos dracmas equivalían a 73 dracmas antiguos, esta devaluación supuso la reducción inmediata de las deudas y sus intereses en un 27 por ciento.-
Estableció leyes destinadas a desarrollar los oficios artesanales, atrayendo los extranjeros hacia Atenas, que concedía la ciudadanía a todos aquellos que migrasen, con todas sus herramientas para ejercer un oficio, con el propósito de establecerse de forma permanente en Atenas.
La constitución de Solón constituye un hito fundamental en la evolución de los sistemas jurídicos, y su vinculación con la economía. Se termina el monopolio político de la nobleza y establece la timocracia, régimen basado en el nivel de riqueza de cada ciudadano. La ley dividió en cuatro clases según su capacidad productiva anual. Entre los órganos del Estado está la Asamblea Popular, que entiende todos los asuntos de interés general, y la integran todos los grupos, con lo cual la nobleza pierde la mayoría decisoria.  Se crea el Tribunal Popular, lo que permite participar al pueblo en las sentencias, y éstos tribunales se constituían con grupos de todas las clases totalizando quinientos, los que eran elegidos por sorteo.

La lucha de clases después de Solón

El régimen establecido por Solón tuvo dos enemigos. Los eupátridas, que vieron menguadas sus potestades políticas y preeminencia económica, y los pequeños campesinos e indigentes que se sintieron no beneficiados por las reformas. Ello derivó en luchas por una nueva reforma, que habría de terminar poco tiempo después en la tiranía.-
Relata Aristóteles que aparecieron tres partidos, los pediakoi o pedieis, que representaban a los eupátridas, y formaban el partido aristocrático representado por Licurgo. Estos defendían el retorno al antiguo régimen; el partido de los paralioi, que eran de la región marítima  y representaban los intereses mercantiles e industriales del litoral, y no querían ir mas allá de las reformas ya establecidas;  y el partido de los diacrios o pequeños campesinos, que pretendían una nueva redistribución de tierras que los alcanzase mas favorablemente. Estaba este último dirigido por Pisistrato. La revuelta política puso al frente a éste último, quien estableció la tiranía, y repartió tierras a los diacrios en Salamina.-

La tiranía de Pisistrato duró hasta su muerte en el año 527 a.c. Según Struve, Pisistrato no se propuso grandes reformas ni promulgar nuevas leyes. Por el contrario hizo cumplir las normas y funcionar las instituciones pero todas las elecciones de funcionarios recaían en sus seguidores. El gobierno se destacó por la derrota total de la clase aristocrática, a muchos de los cuales expropió y desterró. Fueron éstas las únicas tierras que repartió fuera de las de conquista. Introdujo un sistema de crédito estatal que facilitaba a los campesinos la compra de semillas y herramientas agrícolas. Estableció un impuesto proporcional, -el diezmo-, sobre los ingresos.  Para favorecer el desarrollo de la artesanía y el comercio, se equipó a Atenas con una gran flota. Se llevó a cabo un gran plan de obras públicas y Atenas se convirtió en un gran centro mercantil, artesanal y cultural.
La muerte de Pisistrato debilitó la tiranía,  la abundancia solo podía sostenerse con altos tributos a los campesinos, lo que provocó el descontento, que sumado al avance de los Persas en Asia Menor y  Egipto incitaron a la nobleza a rebelarse.
El restablecimiento de la aristocracia fue mas violento que la abundancia y el desarrollo en la época de Pisistrato. Isagoras, apoyado por  Esparta expulsó de Atenas cientos de familias e intentó suprimir las instituciones  de las que participaba la plebe. Esto provocó la rebelión de los demos, que lograron desalojar a Isagoras.

Clístenes.- La Isonomía

Sobrevino entonces el período de la isonomía. La igualdad personal y política. Este período fue llevado adelante por Clístenes, quien amplió los derechos de los demos frente a la oligarquía para lo cual reforzó las instituciones de carácter popular como el consejo y debilitó las de carácter aristocrático como el arcontado. El pueblo tuvo sus propias autoridades y autonomía de sus ciudades o aldeas. La base de la reforma se sostuvo en profundizar el carácter territorial de cada ámbito político, suprimiendo la primacía del “genos”. Es decir, los derechos se ejercían no por la familia de origen sino por el lugar del nacimiento, con lo cual sin distinción los ciudadanos podían ejercer cargos administrativos en su jurisdicción.-
La Asamblea del Pueblo (Ekklesia), integrada por todos los ciudadanos fue en adelante el poder supremo de la sociedad. Ejercía control sobre los otros poderes y se reunía tres veces al mes. Cuando hablamos de la democracia griega, lo importante es revisar la evolución que hemos descrito, para advertir de que modo arribamos a  un proceso participativo de carácter políticamente igualitario.-
Las reformas de Clístenes cierran el período de conmociones sociales y políticas que sacudieron el Atica durante cien años para terminar en la formación de las clases sociales y el Estado.

El siglo de Pericles

Consolidado el Estado, conformado por una liga de ciudades perfectamente organizadas en su estructura político- institucional, Pericles, en el siglo -V  y gracias a la victoria de los griegos sobre los persas, pudo desplegar el esplendor de un sistema que resultó el cimiento fundamental sobre el que se edificó el futuro de la sociedad occidental. Los atenienses formaron una potencia naval que suplantó a los mercaderes orientales, y esto impulsó la consolidación del estado que regula, controla, defiende, y sostiene sus gastos gracias a la actividad creadora del hombre y su vocación de intercambio.-
La liga de ciudades se transformó en una unión estatal centralizada por Atenas, se establecieron guarniciones en el territorio, que controlaban el comercio con las ciudades aliadas, se estableció la moneda y el sistema de pesas y medidas se unificó en todo el territorio. Se atribuye a Pericles la institución de la remuneración de los funcionarios públicos, el mantenimiento de un ejército permanente también remunerado, para sostener el creciente comercio y el sostenimiento de una flota  marítima de mas de 300 barcos. Ello introdujo la necesidad de establecer un régimen financiero permanente, con un gasto preestablecido, y debidamente aprobado por las instituciones vigentes. Estamos en los principios de la era presupuestaria estatal. Los recursos del estado, por mas que la información sobre la época es fragmentaria, pueden considerarse del siguiente modo:
Patrimoniales: que era la renta de la propiedad pública
Fiscales: Que era el sustento principal del tesoro constituido por la suma que debía pagar cada una de las ciudades como contribución al Estado. También los monopolios comerciales otorgados debían contribuir con una suma anual. También los aranceles aduaneros constituyeron una parte importante de los ingresos. Los abonaban quienes efectuaban transacciones comerciales internas o externas, y su recaudación recaía en particulares que remataban el derecho de percibirlos pagándole al estado una suma anticipada por esta concesión.
Los impuestos personales a los metekos, las viudas, y los impuestos extraordinarios en tiempos difíciles, fueron también una parte de los recursos del Estado. Se sabe incluso de la percepción de derechos procesales, multas, y otras contribuciones menores.-
Sin duda ninguna dificultad tenemos en comparar este sistema desarrollado hace 25 siglos con el que actualmente conocemos. Una cuestión de mayor importancia que nos advierte del desarrollo del concepto de las finanzas públicas lo encontramos en lo que podíamos denominar “gastos de inversión”. Cuando era necesario construir barcos para proveer a la flota, el Estado se hacía cargo de los mismos, pero luego entregaba el barco a la polis correspondiente que debía hacerse cargo a través de sus instituciones del armado y mantenimiento.
En cuanto a los gastos, el estado destinaba parte de su tesoro a las celebraciones, fastos religiosos, y tributos a los dioses. A propuesta de Pericles comenzó a darse a los ciudadanos pobres una suma que les permitiera disfrutar de las celebraciones durante los días festivos, con lo que el gasto social se hizo presente en una sociedad que ya anunciaba la necesidad del estado de corregir, o por lo menos moderar las diferencias sociales que se presentaban.
Las obras públicas también constituyeron una parte importante del gasto, para fortificaciones, edificios públicos etc. Los gastos militares recayeron en forma permanente en la estructura del Estado. Ya no para un ejército ocasional para la guerra, sino un ejército permanente para asegurar la propiedad, el progreso y la expansión de una sociedad en pleno desarrollo y crecimiento.
La retribución a los empleos públicos, (lo que hoy veríamos como la creación de la burocracia),  e incluso el costo del mantenimiento de una fuerza militar interna equivalente a la policía, que si bien estaba formada por esclavos, su mantenimiento recaía en el Estado.-
Nos hemos detenido particularmente en el mundo griego, porque nos evidencia la formación de las instituciones que dieron forma al Estado en su organización y en la distribución de poder. Sin embargo es necesario aclarar, que ello no produjo ninguna teorización respecto de la economía como tal. Ni la familiar ni la estatal. Particularmente ésta última siempre fue vista como un apéndice del poder político, por lo cual ningún sentido tenía efectuar elaboraciones sobre leyes económicas que rigieran la producción o distribución de bienes, cuando su mera existencia era ya una decisión expresa o implícita de las obligaciones que la sociedad imponía a sus miembros.






ROMA.-

Al igual que respecto de todas las civilizaciones antiguas, buscar en el desarrollo de Roma, “doctrinas económicas”, ya fuera en la época de la República o del Imperio, constituye un grave error conceptual. No es posible elaborar “doctrinas” o “teorías” sobre cuestiones atinentes a una sociedad, cuando el ámbito de conocimiento que se pretende abarcar, carece de la entidad suficiente para generar en base a comprobaciones empíricas hipótesis que fueran sustentables, y desde luego sin posibilidad de establecer un cuerpo orgánico con pretensión de saber científico.-
Los “hechos” de contenido económico, abundaban en la sociedad romana al igual que en otras civilizaciones anteriores o posteriores. La persistencia de “hechos” de contenido económico a lo largo del tiempo, desde que se tiene memoria histórica su creciente complejidad su masificación, y muy especialmente la intervención del Estado, como expresión de la organización social, mediante un sistema jurídico que abarcó estos hechos tanto en su individualidad como en su generalidad, fueron la causa de que el saber se ocupe de ello e intente elaborar “doctrinas” que expliquen todos y cada uno de los fenómenos de contenido económico.-
En Roma, y a través de su evolución, observamos fenómenos de contenido económico tales como el Derecho de Propiedad, el Trabajo Esclavo (es decir no remunerado), La distribución de la propiedad raíz como producto de las conquistas territoriales, la existencia del comercio, la existencia de la moneda como reemplazo del mecanismo del trueque, la obligación de pagar impuestos al Estado, de exigir tributos a pueblos conquistados, etc.
Respecto de éstos fenómenos, o por lo menos de algunos de ellos, los pensadores del momento se interrogaron; pero no con la intención de elaborar una doctrina sobre el funcionamiento de los hechos económicos, sino para encontrar un justificativo o razón de su existencia, o una buena razón para impedir o modificar ciertas prácticas. Por ejemplo, respecto de la propiedad privada, pareció razonable, natural y justo que por lo menos una porción de las tierras donde se asentaban los pueblos se repartieran entre las gens originarias y que se transmitiera de generación en generación. Las tierras adquiridas por conquista debían también naturalmente distribuirse entre quienes hicieron posible la misma, es decir los ejércitos,  estableciendo proporciones según la jerarquía de sus integrantes. El trabajo esclavo fue visto como natural. El comercio fue visto como antinatural para los pueblos cuya organización se basó más en el abastecimiento interno y la expansión bélica que en el intercambio. No obstante, siempre fue tolerado, cuando no incorporado como práctica propia, aún cuando a ello no se dedicaran ni los gobernantes ni los aristócratas.-
La moneda, representada por metales preciosos o incluso por otros como el cobre, el bronce, fue rápidamente empleada por los gobernantes e incluso monopolizada su acuñación y establecido su valor, en algunos casos independiente del peso del metal. Los tributos fueron  base de sostén de gobiernos y ejércitos, que ya en la antigüedad establecieron en muchos casos la remuneración como base de la institución. El poder económico, íntimamente ligado al linaje, estuvo directamente relacionado con el ejercicio de los derechos políticos, pero con el tiempo también el poder económico permitía adquirir derechos políticos, ciudadanía y magistraturas.

http://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_romano#Econom.C3.ADa 
La economía del Imperio Romano era la propia de un imperio esclavista; los esclavos trabajaban obviamente de forma gratuita, lo cual producía una enorme riqueza. Las diferentes ciudades y provincias estaban conectadas por una red de comunicaciones, vías y puertos, que fomentaban el comercio notablemente.
Aunque la vida se centraba en las ciudades, la mayoría de los habitantes vivían en el campo con un buen nivel, donde cultivaban la tierra y cuidaban el ganado. Los cultivos más importantes eran el trigo, la viña y los olivos, también árboles frutales, hortalizas, legumbres y lino. Los romanos mejoraron las técnicas agrícolas introduciendo el arado romano, molinos más eficaces, como el grano, el prensado de aceite, técnicas de regadío y el uso de abono.
Desde el punto de vista económico, la base agrícola varía bastante según las zonas.
La sociedad romana original (comienzos de la República) se configura de dos clases sociales que tenían la ciudadanía romana: una aristocracia de propietarios (patricii, patricios) y una clase popular que luchaba por conseguir derechos (plebs, plebeyos). Como ya se ha dicho anteriormente, la economía estaba basada en el sistema de producción esclavista, donde la mayoría de los esclavos eran prisioneros de guerra. Existían mercados de esclavos donde se comerciaba con ellos como si fuesen simples mercancías.
Así pues la sociedad romana en sus orígenes estaba dividida en:
• Patricios: eran la clase dominante que poseía todos los privilegios tanto fiscales, como judiciales, políticos y también culturales.
• Plebeyos: eran el pueblo que no gozaba de todos los derechos ni privilegios.
• Esclavos: no tenían derechos y eran posesión de sus amos. El esclavismo era toda una institución social en Roma. No fue un esclavismo de raza, como sí lo sería siglos después. En Roma cualquiera podía ser esclavo; la fuente de esclavos provenía sobre todo de pueblos conquistados, pero también de delincuentes u otra gente que fuera degradada a esa clase social por algún motivo. En realidad el esclavismo no era más que la clase social más baja. Y como toda clase, también era posible ascender a veces comprando la propia libertad, o simplemente por el deseo expreso del amo que se formalizaba con el acto de manumisión, un privilegio exclusivo de todo propietario que convertía al esclavo en liberto (esclavo liberado).
Al evolucionar la República y convertirse en Imperio, esta sociedad evolucionó con ella dando origen a nuevos grupos o transformando otros. Ya hacia finales del siglo IV a.C se había formado la clase de los optimates(o aristocracia patricio-plebeya), resultado de la fusión de los antiguos patricios con los plebeyos más ricos.
En la medida que Roma entró en el gran circuito económico del Mediterráneo se desarrolló la clase de los caballeros (u orden ecuestre), dedicada a los negocios (empresarios mineros, grandes comerciantes, prestamistas, etc).
Por su parte, la antigua clase media campesina, propietaria de tierras en Italia, se arruinó con las guerras y con la competencia de los latifundios y los productos agrícolas a bajo precio venidos de las provincias. Los campesinos pobres que la formaban emigraron a Roma y a las grandes ciudades de Italia, transformándose en el proletariado romano, una masa ociosa y llena de vicios, cuyos integrantes solían engrosar la clientela de los políticos profesionales y a quienes vendían sus votos. El proletariado fue sostenido por el aporte económico de sus patrones y, durante el Imperio, por las arcas fiscales y los recursos de los emperadores

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