Mexico despierta

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México un país lleno de maravillas, hermosos mares, cascadas magnificas, terrenos fértiles, múltiples riquezas como; oro, plata, petróleo e infinidad de materiales valiosos, pero que, desgraciadamente no son para el pueblo. Solo son aprovechados por la sociedad base (empresas inversionistas), lamentablemente, la mayoría de ellas son transnacionales, todo esto con el consenso y aprobación de las autoridades que nos gobiernan  y que en el pasado nos llegaron supuestamente a  representar. Es claro que México está pasando por momentos difíciles que lo están llevando a una caída sin fondo, siendo los responsables los menos afectados y más beneficiados.

Hay personajes que son los responsables de la mala situación en la que se encuentra el país. Desgraciadamente a esos personajes se les rinde admiración y se les llama señores, sin atreverse a atribuirles  una responsabilidad. Es lamentable que la clase subalterna viva cegada por lo que la estructura ideológica les trasmite, a través del material ideológico. Y es que este modifica la información para pintar a México próspero y seguro, algo que simplemente es una fantasía que solo se creen los que están de su lado recogiendo migajas.  

“La humanidad no progresaría si no hubiera hombres capaces de afrontar críticas y abrir nuevos caminos en acción y el pensamiento científico” (Bleger, 1966).

La experiencia en la materia de psicología institucional, consideramos que es de gran utilidad, pues a medida que abordamos los contenidos del libro, comenzamos a relacionarlo con los acontecimientos que se viven en el país. A través de estas críticas y relaciones que se pudieron hacer se tomó la decisión de crear un movimiento que tenía  como objetivo una manifestación pacífica implementando la desobediencia civil, todo esto para demostrar y hacer presente nuestra inconformidad y mostrar nuestro rechazo a la ilegitimidad  de gobierno que no representa a ningún miembro de la sociedad.

Es complicado tomar una verdadera conciencia. ¿Cuál es nuestra función como intelectuales? y  ¿A qué clase brindaremos apoyo? Como intelectuales nos falta informarnos, prepararnos más acerca de lo que sucede para poder anticiparnos y actuar, hacer frente a las necesidades actuales y las que vengan en el  futuro.

Cambiar la ideología no es sencillo, no es algo que pase de la noche a la mañana. Es todo un proceso para poder  desencadenar un pensamiento crítico, que nos permita entender y saber actuar ante  la clase domínate y así  encaminarnos a una praxis revolucionaria.

Nuestro movimiento a nivel externo no tuvo los resultados esperados, y es que la  estructura ideológica ha cumplido muy bien su función, trasmitiendo  material  y prácticas que imponen a seguir ciertas pautas.

El encuadre de tarea que fijo esta situación contaba con variables que no pudimos manipular plenamente, como el apoyo de nuestros compañeros y maestros ajenos a la clase, la disposición del tiempo de nuestros compañeros de clase y el exceso de información que no fue capaz de llegar a todos de la misma manera. En el país no existe una psicohigiene, que cumpla específicamente su objetivo que es el bienestar constante de la comunidad y no solo hacerse presente cuando el problema ya surgió.

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