Narcotráfico En México

El narcotráfico es un problema muy serio de México que mantiene una relación muy unida con otros delitos como el: trafico de personas, el lavado de dinero, la corrupción y otras. Esto la vuelve una actividad de alto riesgo para el país pues un país que cuente con un índice alto de narcotráfico también contara con un índice alto de estas otras actividades con las que va de la mano. El narcotráfico es un fenómeno que se ha vuelto un problema económico, político y social para los países productores y consumidores, ya que entre muchas otras consecuencias trae una desintegración familiar y destrucción física y mental de los individuos. Participa en las redes de corrupción y tiene como principal ventaja el poder económico que mueve a países, autoridades y a ciudadanos comunes.

El narcotráfico no es algo nuevo, sino un negocio que viene desde hace mucho tiempo. Incluso en el siglo XX Inglaterra transportaba opio a China , lo que hizo que se viera afectada su economía y que hubiera problemas sociales, provocando la Guerra del Opio. Sin embargo, es hasta la modernidad con el desarrollo de los adelantos tecnológicos cuando crece como una actividad que ofrece enormes ganancias a los narcotraficantes. Esto es porque en las grandes metrópolis el consumo fue aumentando convirtiéndolo en uno de los negocios ilícitos más rentables.

Para lograr el transporte de las substancia ilegales se crean rutas trazadas para llegar a los sitios de distribución y al destino final. Al principio de la década de los 80 y 90 se utilizaba a México mas que nada como el camino para llegar a los Estados Unidos desde Colombia. Este camino pasaba por diferentes sitios como Cancún, Guerrero y el Caribe. En México, se fue desarrollando la manera de transformar la pasta de cocaína en polvo y se repartió el territorio en caciques. Con el tiempo, dichos caciques se dieron cuenta del gran negocio que estaban perdiendo cuando ellos mismos podían sembrar las drogas y distribuirlas.

En las fronteras de México ocurre un fenómeno importante: entran grupos de narcotraficantes por el sur pues la producción de anfetaminas o de drogas sintéticas que se crean en laboratorio, no puede ser cubierta por un solo grupo. Se necesitan agentes químicos como la efedrina, que entran por el sur y en las costas del Golfo de México como importaciones de productos farmacéuticos. Como estas sustancias no se podían sembrar los narcotraficantes tenían que conseguirla de los farmacéuticos. A veces en complicidad con ellos, se las compraban y otras veces asaltaban los camiones que cargaban estas sustancias. En respuesta las autoridades federales modificaron la Ley General de Salud prohibiendo la comercialización de medicamentos que utilizaban principios activos o procesos con esta sustancia.

La droga viajaba a través de todo el continente, desde la pasta de coca de Colombia, hasta las pastillas ya elaboradas de El Salvador. Todo transitaba por México para llegar a Estados Unidos que es el principal mercado de drogas en el mundo. Así, la frontera con México y Estados Unidos es la principal puerta de entrada de toda la droga. En las aduanas, los puertos y los aeropuertos la droga es transportada en múltiples formas: personas, autos, camiones, que simulan el envío de mercancía legal como frutas, alimentos, etc. En el sur de México, la vigilancia es mucho menos estrecha, ya que tanto los agentes aduanales como los de inmigración están coludidos con los narcotraficantes, siendo menos estrictos en la revisión de mercancías y personas.

El narcotráfico en México tiene sus orígenes a finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX con la llegada de los chinos a las zonas mineras de Sinaloa. Ellos trabajaban como mano de obra a muy bajo precio y sembraban la amapola para decorar los patios y jardines en la década de los 20s. La crisis minera en el Norte del país trajo consigo el uso de la amapola como droga creciendo el uso del opio en esas zonas y que origino la extensión de plantíos en el famoso triangulo dorado de la droga, Sinaloa, Chihuahua, Durango.

El narcotráfico se concentro en inmigrantes chinos y productores y comerciantes locales que transportaban sus mercancías a ciudades fronterizas de Nogales, Mexicali, y Tijuana, así como campesinos y gente de clase media que se arriesgaron a tratar de ganar un poco de dinero fácil. Estas familias se fueron hacienda de dinero y formando dinastías y oligopolios en los que controlaban el negocio del narco.

Así fue que la gente se fue dando cuenta de lo fácil que era ganar dinero vendiendo drogas, no necesitabas ninguna credencial ni nada, cualquier esta cualificado. Además, los narcos no eran perseguidos por la policía mientras que entre todo fueran amigos, esto nos ayuda a entender como decían, ¿Porqué no? Entonces comenzó el problema de la violencia, todo mundo se quería meter al negocio del siglo pero la economía indica que entre más personas vendan drogas les tocan menos consumidores a cada uno, por eso comenzó la cacería entre ellos. Para comercializar el opio, los campesinos tuvieron que entrar a las ciudades a vender la droga. La violencia fue aumentando conforme los citadinos con alcohol, música y pistolas se iban adentrando en el negocio de las drogas. Sin embargo, regularmente, era solo la gente infiltrada quienes sufrían de intercambios con los narcos, no era una violencia ciega.

En la prensa de Culiacán, también hubo editoriales pidiendo a las Naciones Unidas para el permiso de cultivar amapola en Sinaloa, como en Yugoslavia, India, Turquía e Irán. Sería una fuente de trabajo y riqueza, argumentó. La propuesta era difícil de aceptar por el gobierno, que dijo, porque las campañas contra las drogas depende de los tratados con los EE.UU. Una paradoja de hecho, y un claro ejemplo de los diferentes niveles de percepción de la política de drogas oficial diseñado por el gobierno federal. Fue así que por primera vez, los periódicos de la Ciudad de México utiliza la palabra "narcotraficante" como una denominación más legítima de gomeros, comúnmente utilizados por los traficantes, así como por las personas que los reconocieron como un grupo social de reciente formación.

En el siglo XIX y principios del siglo XX, las drogas como la marihuana, los opiáceos y la cocaína eran legales en México y hasta eran recetadas por los doctores. Uno los podía conseguir muy fácilmente, las vendían en las farmacias, los mercados y hasta en las ferreterías. Los adictos no eran considerados enfermos ni delincuentes. Pero poco a poco se fueron corrompiendo y las autoridades se empezaron a preocupar de las salud de los consumidores, por si la droga era pura o no. Hubo intentos por controlar el láudano, la dormidera y la marihuana a partir de 1870 pero no hubo éxito.

En la primera década del siglo XX, el gobierno de EE.UU. estaba tratando de convencer a otros países a aceptar el control de opio y crear leyes especiales para castigar a los infractores. La Conferencia de Shanghái en 1909 para el control de opio fue el comienzo de la diplomacia de EE.UU. en materia de drogas. La Ley de Narcóticos de Harrison de 1914, aprobado en los EE.UU., destinadas a controlar el consumo de opio, para ampliar las percepciones de la fundación oficial de América y las leyes sobre las drogas en todo el mundo. En ese momento, nos encontrábamos en plena revolución mexicana. Los líderes revolucionarios en México estaban más interesados en conseguir el reconocimiento extranjero con tal de confirmarse como un país soberano, que de mantener las drogas en México; así que decidieron unirse con tal de tener a los EU de su lado.

La mayoría del comercio ilícito de drogas se llevaba a cabo a través de Mexicali y Tijuana. Años después, los campos de adormidera se fueron concentrando especialmente, al norte y en algunos otros estados del oeste, como Sonora, Chihuahua y Durango. La marihuana fue prohibida en México en 1920 y la adormidera en 1926. Según funcionarios la razón para eso era "degeneración racial" provocado por estas y otras drogas, como la cocaína. El consumo de drogas y el abuso en México no era un fenómeno generalizado y el número de personas afectadas estaba muy lejos de las cifras de los Estados Unidos.

Las plantas ilegales más importantes en México se dedicaban a cultivar amapola y marihuana. Las plantaciones de coca aun no existían. Por muchas décadas el tráfico de opio fue la principal fuente de los ingresos de los traficantes mexicanos. Aunque hubo algunos usuarios de marihuana en los años treinta en los EE.UU., no fue hasta los años sesenta que el consumo de marihuana en verdad explotó. Las autoridades estadounidenses, como Harry J. Anslinger, Jefe de la Oficina de Estupefacientes (BND), estaban preocupados por el consumo de marihuana en los EE.UU. Hubo un tipo de histeria de marihuana en los medios de comunicación a la que contribuyó Anslinger. La Ley del Impuesto se aprobó en 1937, con el fin de controlar el transporte y la venta de la marihuana.

En los años treinta, la producción de marihuana se podía contar ya en toneladas en estados como Puebla, Guerrero y Tlaxcala, y se sospechaba que algunos de los supuestos dueños de los cultivos que Vivian en la Ciudad de México, como "Lola la Chata", estaban protegidos por miembros de alto rango de la policía antinarcóticos. Al mismo tiempo, los narcotraficantes de la región noroeste estaban haciendo un fortuna con el contrabando de opio, el desarrollo de sus rutas a través de Nogales, Mexicali, Tijuana y Ciudad Juárez.

Un escándalo político estalló en 1947 cuando el general Pablo

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