Origenes Del Matrimonio

“ORÍGENES DEL MATRIMONIO Y DE LA FAMILIA MODERNOS”

En el origen histórico del matrimonio y de la familia, la iglesia, los canonistas, los pensadores y el Estado han jugado un papel muy importante, estableciendo un rígido modelo de orden social. Y que hasta ahora siguen siendo modelos de la sociedad organizada de la rectitud moral.

Empieza con la institución matrimonial y familiar cristiana, en el siglo XVIII, se establece un orden social rígido, patriarcal y jerárquico, avalado por los canonistas cristianos, los ilustrados y demás pensadores. En la lucha que emprendió la iglesia católica y el Estado moderno por mantener y valorar el matrimonio y la familia como el ideal y el modelo de organización social, en el cual la mujer y el hombre se complementan y se realizan en especial en el plano sexual, siendo el matrimonio el único estado válido para alcanzar la plena realización.

En la antigüedad se concebían dos tipos de matrimonio, los endogámicos y los exogámicos. Los primeros, son los que se efectúan entre parientes, con el fin de mantener el patrimonio entre el mismo grupo de parientes. En el caso de los exogámicos, se realizaban y se realizan hasta la actualidad entre grupos sociales y tribus diferentes, es decir, donde no existe ninguna consanguinidad. Estos matrimonios fueron fomentados por la iglesia con el objeto de ampliar los lazos sociales, tal como lo había propuesto anteriormente San Agustín, en el siglo IV a. C.

En el caso de las sociedades industriales, el matrimonio se toma como una estrategia económica y política, allí debía conformarse un buen matrimonio y el linaje para conservar el patrimonio. En cambio, para Lombardo (1140), cuando los miembros de una pareja se aceptan como marido y mujer, se llama el voto matrimonial, y este podía revocarse en el futuro.

En el siglo IX, el arzobispo Hicmar, dejó bien claro el matrimonio cristiano, señalando que: El vínculo del matrimonio legítimo, existe cuando se establece entre personas libres e iguales y se une en públicas nupcias, mediante la fusión honesta de los sexos, con el consentimiento paterno. Y en periodo del siglo XI-XII, la iglesia se vio obligada a intervenir de forma directa en los matrimonios con el objetivo de controlarlos y reconducirlos hacia el modelo sacramental que estaba por iniciar.

Y es partir de la aceptación de la iglesia católica, de ceder territorio a las iglesias reformistas, que los grandes Estados modernos, se sintieron con el deber y el derecho de establecer una normatividad especial. Considerando el matrimonio como parte de su competencia; de allí nació una legislación a veces paralela y a veces diferente al catolicismo.

En la edad moderna, la iglesia y la monarquía tuvieron competencia legislativa y jurisdiccional sobre el matrimonio. La iglesia tuvo por “misión” impedir las uniones contrarias a la

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