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PREMIACIÓN A LA GRANDEZA


Enviado por   •  18 de Agosto de 2019  •  Tareas  •  2.013 Palabras (9 Páginas)  •  72 Visitas

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Julián Felipe Puentes Reina

Humanidades I: 20-22

PREMIACIÓN A LA GRANDEZA

La medalla Alvar Aalto, es una distinción que se le otorga como reconocimiento de la contribución a la arquitectura creativa a unos pocos afortunados, mejor dicho a quienes por excelencia la merecen. En 2003 Rogelio Salmona fue merecedor de tan importante distintivo, el segundo más importante de la arquitectura a nivel mundial, que solo premia cada pocos años; él fue el primer latinoamericano en recibir este prestigioso galardón, y hasta el momento, el único.

Esta distinción no es de sorpresa alguna, este arquitecto colombiano, tal vez el mejor, que realizó icónicas obras, principalmente en la capital, donde logra captar su ideal, “la ciudad era el sueño del hombre para crear su lugar para vivir, el lugar por excelencia y donde la utopía es posible.” Salmona, (Citado por El Tiempo, 2009). Salmona diseña y crea los espacios de un entorno que impactará en la vida de muchas personas.

Este célebre arquitecto fue un soñador, un gigante en la historia del país; sus orígenes, sí bien no son humildes, durante sus años aprovechó las oportunidades, su conocimiento, educación, experiencia y vida para hacer algo bueno, trascendente y útil para los demás. Adelantándose a su época, su visión por la sociedad, no fue la sombría o retrógrada de muchos, que aún hoy día prevalecen, sino una positiva y emprendedora. Su estilo fue innovador, el que en la actualidad sigue teniendo matices contemporáneos, él logra alcanzar y capturar su cometido, un resultado provechoso en la sociedad, Salmona firmó en Bogotá un legado, un made in Colombia.

Su grandeza comienza poco después de terminar su bachillerato, Rogelio Salmona, decide ser arquitecto, una decisión influenciada por sus padres, a pesar de que quiso ser pintor. Comenzó sus estudios profesionales en la Universidad Nacional, sin embargo tras el Bogotazo, el magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán en 1948, opta por interrumpir su carrera y viajar a París, Francia en el siguiente año, donde trabajó con el famoso arquitecto y su mentor: Le Corbusier, hasta 1958 (Redacción El Tiempo, 2009). De regreso a la capital colombiana, continua su formación en la Universidad de los Andes, donde logra graduarse de allí en 1962 (Biografías y vidas, 2010).

Su primera obra fue la urbanización Polo Club, un año después de su regreso de Europa, en la cual trabajó con Guillermo Bermúdez para el Banco Central Hipotecario, este conjunto de apartamentos muestra los tres aspectos que Salmona trabajará en todos sus siguientes proyectos: “el deseo de hacer una arquitectura abierta a la ciudad, el uso del ladrillo y la fluidez entre el espacio público y el privado.” (Fundación Rogelio Salmona, 2010).

En 1961, realiza el Colegio Universidad Libre junto con Hernán Vieco, un amigo y compañero de trabajo de Salmona en varias ocasiones (Cardona, 2012), este equipamiento educativo contrasta con la ciudad, ya que posee un paisaje rural al estar contiguo al jardín botánico, contar con un entorno verde y arborizado, que lo aísla de la ciudad y le brinda un carácter campestre a la institución.

A pesar de su influencia europea, él nunca quiso replicar o hacer que Colombia, especialmente Bogotá, llegará a ser un lugar del viejo continente, sino que sus obras estuvieron ligadas a las costumbres y tradiciones nacionales, el carácter más representativo es el uso del ladrillo, gracias a ello ganó su primer premio el 10 de Enero de 1964 otorgado por la Sociedad Colombiana de Arquitectos (Fundación Rogelio Salmona, 2010). Ese fue el primero de 32 premios y reconocimientos durante y después de su vida, lo que hizo que se convirtiera en uno de los más grandes exponentes arquitectos colombianos.

Una de sus representaciones más importantes del siglo pasado fue la obra Residencias Del Parque, que comúnmente se conocen como Las Torres Del Parque, un conjunto de tres torres de uso para vivienda multifamiliar, que inició el mismo año de su primer galardón con los primeros bocetos, esbozos y composiciones. En 1965 se decide empezar la obra, sin embargo el proyecto entra en un periodo de dilemas, donde se construye en favor de la rentabilidad como la visión empresarial del momento, o en desde el punto de vista funcional, urbano y paisajístico. Se eligió el último, lo que haría que la edificación tardase 3 años más en comenzar, pues Salmona deseaba un diseño correcto, que permitiese la integración con las zonas aledañas, para convertirse en “un hito para toda la ciudad como debería serlo toda obra arquitectónica […] y lograr una habitabilidad enriquecida por su propia espacialidad, por formas variadas, por la luminosidad y los reflejos del material, las escalas y la medida ofreciendo a la ciudad una obra respetuosa, armónica y bella.” (Salmona, Residencias El Parque, 1994), finalmente llegó a terminarse en el setenta tras casi 5 años de incertidumbre y arduo trabajo. Estos aspectos que Salmona quería plasmar, fueron más claros para quienes presenciaron la obra en su apogeo, mucho antes de que se destruyera el “piedemonte” con nuevas zonas invasoras, además de las poco estéticas edificaciones de la zona y la consolidación urbana no planificada, ya que cada vez para los millennials y los centennials es difícil concebir el entorno capitalino como un conjunto urbano armonioso y cultural.

Veinticuatro años más adelante, se declaran Las Torres Del Parque como monumento nacional, por llegar a ser una muestra histórica del modernismo urbanístico (Redacción El Tiempo, 1994). El deseo de este arquitecto porque sus obras llegasen a ser trascendentes fuera del ámbito económico o banal (fama o gloria), era la misma esencia de este arte, pues Salmona define que “la arquitectura es un puñado de nostalgias, lecturas, descubrimientos y pasiones. Con ella transformamos la naturaleza  y modelamos la ciudad. Es el pálpito del lugar, y lugar de encuentro entre razón, encantamiento y poesía, entre claridad y magia.” (Muntañola et al, 2008).

Otra edificación declarada patrimonio es el Edificio de Postgrados de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, una composición organizada para crear un verdadero centro cultural y de convenciones de una de las mejores universidades del país, a pesar de que se finalizó en el año 2000, la UNAL ha dotado con la última tecnología a esta construcción y es ahora uno edificios inteligentes con los que cuenta la universidad (Universidad Nacional, 2018), esto demuestra que las creaciones de Rogelio Salmona, no han quedado obsoletas, sino que han progresado con el tiempo.

En 1999 inicia una de las obras más importante para los contemporáneos capitalinos, la biblioteca y el parque Virgilio Barco. Este proyecto junto al parque Simón Bolivar, constituyen el plan de integración social, cultural y recreativo para Bogotá. Este hito arquitectónico ha logrado extraer dentro de la excitante y bulliciosa ciudad un espacio aislado y sereno que permite el deleite del aprendizaje y del conocimiento, al igual que el del entretenimiento, un lugar para el disfrute ciudadano, tanto para su mente como para su cuerpo, sin mencionar su atractiva forma que une la urbe con su entorno, haciendo alusión a la tierra y el cielo (con los espejos de agua), lo artificial con lo natural y lo moderno con lo pasado (historia precolombina). “La ciudad es el sueño del hombre. Hay hombres que la han soñado, pero al mismo tiempo han sabido ejecutar ese sueño. Es lo que estamos viendo en Bogotá: un hombre y una administración que han decidido soñar y recuperar la ciudad abandonada y ofrecer con osadía una posibilidad de conocerla, recorrerla, gozarla y, claro está, habitarla.” (Salmona, 2003). Este edificio con finalidad educativa y su parque, logran hacer posible el ideal de este arquitecto.

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