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Patria Del Criollo


Enviado por   •  22 de Mayo de 2014  •  2.433 Palabras (10 Páginas)  •  242 Visitas

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CAPITULO TERCERO

LAS DOS ESPÑAS

Nace La Encomienda

En las Leyes Nuevas se decía que el rey, seguía deseoso de premiar a los conquistadores y primeros colonos. Puesto que todos los indios pasaban a ser vasallos libres, tributarios de la corona, ésta se avenía a cederle parte de la tributación a los españoles que mereciesen tal estipendio. Los colonizadores iniciaron gestiones para conseguir que la nueva encomienda se hiciese hereditaria. El forcejeo en torno a la perpetuidad de las encomiendas pone de manifiesto ciertos hechos. Primero: se refiere a la encomienda nueva, es decir, a la concesión de tributos sin dominio directo sobre el trabajo de los indígenas. Segundo: el nuevo encomendero, legalmente, no tenía ninguna autoridad sobre los indios de su pueblo encomendado. Y Tercero: fue preciso prohibir que los encomenderos habitasen en sus pueblos de encomienda, para evitar que cometieran abusos valiéndose del ascendiente que aquella concesión les daba.

Los Encomenderos Según la ley, las tasaciones de tributos debían hacerse por comisionados que nombraba la Audiencia, y el cobro lo harían los Corregidores. Los Corregidores fueron los funcionarios más dados a maltratar y robar a los indios, y un elevado porcentaje de ellos eran criollos. Una definición académica de la encomienda sería la siguiente: Concesión, librada por el rey a favor de un español con méritos de conquista y colonización, consistente en percibir los tributos de un conglomerado indígena, tasados por la

Audiencia y recaudados por los Corregidores o sus dependientes. En el último tercio del siglo XVI había en el reino de Guatemala aproximadamente doscientas encomiendas. Mucho más importante que la nueva encomienda fue el repartimiento de indios: Sistema que obligaba a los nativos a trabajar por temporadas en las haciendas, retornando con estricta regularidad a sus pueblos para trabajar en su propio sustento y en la producción de tributos. El repartimiento fue la pieza clave del sistema económico de la colonia. La base de aquella estructura social fue su régimen de trabajo: el repartimiento de indios, el trabajo en sus pueblos, eran enviados periódicamente a trabajar a las haciendas y labores de los españoles y de sus descendientes. El repartimiento fue el mecanismo dentro del cual quedó conquistado el indio: es decir, el mecanismo que garantizó su sujeción y su explotación, y por ende su posición de inferioridad. Fue el resultado del conflicto que suscitaron las Leyes Nuevas de 1,542. Material proporcionado por Henry Barrios… para sus compañeros estudiantes… por medio de Rescate Estudiantil El Sínodo El año 1,575, las órdenes religiosas iniciaron un pleito con los encomenderos. Exigían que éstos pagasen una cuota por la labor que los frailes doctrineros realizaban en los pueblos de encomienda. Los encomenderos estaban obligados a cuidar que sus

indios de encomienda fuesen instruidos en la fe, y que, habiendo desatendidos siempre dicha obligación, justo era que pagaran a quienes atendían la cristianización de los nativos. Las órdenes religiosas exigieron que se les pagara por mantener indoctrinados a los indios. Quedó así instituido el sínodo, nombre que se le dio a la cuota. CAPITULO TERCERO

Capitulo 5 y 6

en este libro nos damos cuenta de que el indio viene de último. Se había rezagado en alguna parte, y aun al acordarnos de el se nos aparece desdibujado, empequeñecido, desprovisto, del alto relieve que ostentan otros elementos de la Recordación.

Como sabemos la Recordación es un documento histórico es la principal fuente para el conocimiento de los indios de Guatemala durante la época colonial, y sólo la crónica de Ximenez puede comparársele sin llegar nunca a serle igual. Lo que ocurre es que la obra, lejos de pecar de infidelidad en este punto, es un reflejo exacto de la realidad dentro de la cual se gestó. Como los criollos vivían del trabajo de los indios estos tenían que ser, en una u otra forma la preocupación cardinal del gran testimonio criollo que es la Recordación. Los criollos querían disimular la verdadera procedencia de su bienestar y su riqueza, y ese móvil los llevaba a negarle méritos a los indios, a borrar la gran importancia de su trabajo, agigantando sus posibles deficiencias, ocultando el origen económico de las mismas inventando muchas otras y socavando por todos los medios del prestigio de los nativos.

Hay que analizar los sorprendentes momentos en que el cronista, alterando su posición fundamental de negación del indio, parece adoptar de pronto actitudes de apoyo y defensa de los indígenas. En todos estos momentos puede comprobarse que ocurre uno de estos dos fenómenos: lo más frecuente es que este considerando a los nativos, en su llana relación con los criollos, sino en sus relaciones con los españoles y que la aparente defensa no sea otra cosa que la negación de la negación que aquellos hacían del indio.

Los indígenas no adoptaron plena y exclusivamente las creencias de la indoctrinaciòn católica, sino las combinaron con creencias suyas y desarrollaron una religion mixta, fue observado por todos los cronistas coloniales. Hay que buscar aquellas causas, por supuesto, en el bajo nivel cultural en que fueron mantenidos los indígenas durante la colonia. Tiene que haber sido un factor de primer orden, también la tendencia de los indios a mantener vivas sus tradiciones: no por inercia, sino dentro de un esfuerzo enderezado a no aceptar plena y pasivamente las creencias introducidas por sus dominadores y enemigos de clase.

Concluyamos, la supervivencia del paganismo y el rechazo del catolicismo eran fenómenos derivados del odio que los indios sentían hacia sus dominadores y explotadores. No podían éstos últimos, por lo tanto, ver con tranquila indiferencia las pruebas de que la conciencia del indio no estaba plenamente conquistada.

Tres son los prejuicios que con insistencia y maña, se repiten a lo largo de todos los escritos elaborados por los grupos terratenientes en el conflicto de 1663. Uno es afirmar que los indios son haraganes, que no trabajan bien. Otro consiste en decir que son inclinados al vicio, especialmente a la embriaguez, y que aumentan entre ellos las borracheras y los escándalos si no se les tiene ocupado con las más diversas y capciosas formas, que los indios no padecen pobreza, que viven conformes y tranquilos. Son los tres inveterados prejuicios criollistas, que desde luego están presentes a lo largo de toda la Recordación, y el tercero es el que se expresa, de manera casi mecánica, en la afirmación del cronista sobre la “descansada riqueza” de los indios

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