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Pedagogia


Enviado por   •  22 de Mayo de 2012  •  646 Palabras (3 Páginas)  •  372 Visitas

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Segunda Unidad. Las concepciones del maestro en relación con la naturaleza

Tema1. EL maestro y el conocimiento

Lectura: El desarrollo del proceso cognitivo como tarea de la educación. M. Arca

Esta claro que para el enseñante ésta es una posición crítica (experto), porque se trata de lograr utilizar las diversas competencias, todas muy específicas, y de algún modo transformarlas profundamente, en una especia de “digestión”, de metabolismo, para poder introducirlas en el otro ciclo. Para esta función del enseñante, objetivamente muy delicada y compleja, creemos que la analogía más evidente es, en realidad, la de la digestión, en la que se trata de asimilar “cosas” procedentes del exterior que tienen todas una estructura y un significado propios; de “desmontarlas”, hasta cierto punto, en “trocitos”, bastantes simples, y luego de construir otras cosas, haciendo así cambiar el significado de los elementos originarios.

Por estrategia de colonización se puede entender un modo de conquista progresiva y gradual, asociada a recorridos “exploratorios” de todo tipo, peo también a un retroceso continuo; a un volver a poner en cuestión aquello que se ha hecho para organizarlo de nuevo; a un estar en condiciones de servirse también de aquello que ya se posee, adaptándolo para responderá nuevas exigencias; a un deseo continuo de mejorar la ordenación de todo el territorio.

Educación científica significa desarrollo de modos de observar la realidad, y de modos de relacionarse con la realidad; que esto implica y supone los modos de pensar, los modos de hablar, los modos de hacer, pero sobre todo la capacidad de juntar todos estos aspectos.

Así, la primera vez que una lección, puede impartirse a cualquier edad, digamos “Este es un ser vivo”; pero dentro tendrá seguramente una red de conocimientos, ya de una complejidad increíble, construida sobre la experiencia de las cosas de las que se dice están vivas, sobre la base de los significados de no estar vivo de una manera distinta.

No es verdad que los jóvenes y los niños tengan conocimiento, únicamente de fragmentos del mundo, a la espera de que los adultos los reordenen: siempre hay en funcionamiento un esfuerzo enorme por construir redes que mantengan juntos hechos diversos, también aquellos que aparezcan desconectados entre sí; y este esfuerzo por comprender y explicar los hechos existe ya en los jóvenes, de una manera tan intensa como el deseo de vivir. El problema para nosotros es, pues, el de insertarnos constructivamente en esta organización de conocimiento; no solo no ignorarla, no fingir que no esta, sino saber entrar coherentemente en su construcción, tratando de enriquecerla, de desarrollarla sin destruirla, de extenderla sin negarla.

Experiencia,

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