Pelicula Radio

ME LLAMAN RADIO

La película trata de un joven con retraso mental de Carolina del Norte, el cual siempre le gustaba pasar por la escuela, y ver lo que hacen en ella, pero más le gustaba observar como entrenaba el equipo de futbol americano, como si estuviera deseando participar, pero él no le hablaba a nadie. En una ocasión los jugadores le hacen una mala broma al chico, pero el entrenador se da cuenta, y desde entonces decide protegerlo.

El entrenador trata de hablar con él pero no recibe mucho de su parte. Ya que se da cuenta que el joven le atrae mucho los radios, aparte que siempre llevaba un radio en su carrito, y desde entonces la gente lo conoce como radio.

El entrenador decide integrarlo al equipo de futbol, al igual que al salón de clases. Pero la sociedad empieza a rechazar a radio, intentando regresarlo a su soledad. El entrenador no se da por vencido y decide protegerlo. Ya que él ha visto un cambio en radio, principalmente que, ha progresado en su forma de hablar, el cual hace que interactúa más con la gente. Pero al igual vemos que “radio” no se rinde y decide salir adelante.

Esta película es muy conmovedora ya que nos ha dejado una gran enseñanza, que a muchos de los seres humanos no ha faltado, el ser humanista, con ese tipo de personas.

Ya que nos damos cuenta de, ese desprecio y esa discriminación por aquellas personas que tienen algún problema especial o están enfermas, quizás solo quieren ser como todos los demás, pero su enfermedad no los deja realizar ciertas actividades o ciertas atenciones como la mayoría de las personas, lamentablemente ellos también viven en una agonía y una tristeza por el querer convivir, jugar, hablar, tener amigos o simplemente poder realizar las cosas más comunes y corrientes.

Y es ahí cuando nos damos cuenta que ese tipo de personas son las que ponen más empeño a su vida o quizás aún se superan. Y para ellos y sus familiares más cercanos le es muy satisfactorio, que les gustaría compartirlo con todo el mundo. Ellos realmente valoran lo que tienen, o lo que sus padres, les pueden otorgar, son felices, con lo poco o mucho que logren obtener.

Sin embargo se dice que; sin ser maestros todos los días nos da una lección la vida, los verdaderos valores ningún libro nos los enseña. A menudo nos encontramos con barreras, circunstanciales que nos inquietan y dificultan para alcanzar determinados objetivos. En la cual por medio de nuestra experiencia podemos descubrir formas para derribarlas y tender puentes que beneficien a otros.

Pero realmente cuando vemos a ese tipo de personas, y conocemos su vida, nos preguntamos ¿si ellos pueden, porque yo no? Pero realmente lo que nos hace falta es; tener iniciativa, y una vez puesto en marcha el propósito no dejarlo hasta lograrlo.

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