Philipe Meirieu

INTRODUCCIÓN

Toda nación que no destine un porcentaje adecuado de sus recursos económicos a invertir en la educación se verá reflejado en un rotundo fracaso escolar.

Además del ausentismo del alumno, problemas familiares y carencia de recursos, uno de los principales problemas del fracaso escolar es el modelo tradicional de educación que no incita al alumno a mostrar interés en sus aprendizajes porque no es motivado por el docente.

Al mismo tiempo, el apoyo de los padres hacia la educación de su hijo ha decaído en gran escala en estos últimos años y es también uno de los factores de la falta de interés de los niños.

Los niños necesitan ser escuchados, entendidos y apoyados en todo lo que respecta a su aprendizaje y vida personal. No son máquinas que solo captan información, son niños, con problemas y necesidades que necesitan ir de la mano con alguien que le dé la confianza de relacionarse con el mundo y su educación logrando así la motivación escolar.

A continuación abordaremos algunos de los temas que Phillippe Meirieu menciona en la entrevista “Es responsabilidad del educador provocar el deseo de aprender”.

DESARROLLO

La motivación escolar constituye uno de los factores psico-educativos que más influyen en el aprendizaje. Esta no se restringe a la aplicación de una técnica o método de enseñanza en particular, por el contrario, la motivación escolar conlleva una compleja interrelación de diversos componentes cognitivos, afectivos, sociales y de carácter académico que se encuentran involucrados y que de una u otra forma tienen que ver con las actuaciones de los alumnos como la de sus profesores. Sólo podrá interpretarse analizando las incidencias y características propias de los actores y comunidad educativa implicada (Díaz y Hernández 2002 p. 64)

Phillippe Meirieu menciona que hace falta interrogarse sobre la obsolescencia del modelo tradicional que constituye la clase, es decir, un grupo de 30 personas que hacen la misma cosa al mismo tiempo y dentro del cual hay extremadamente poco trabajo de acompañamiento individual.

Lo que quiere decir que estos planes y programas deben ser cambiados por un método que permita la participación del alumno en actividades en equipo y al mismo tiempo, recibir una atención personalizada que le dé la confianza al niño de relacionarse y sentirse con más libertad de aprender dejando fuera inseguridades.

Es responsabilidad del maestro, de la institución y hasta de los padres de familia generar en los niños el deseo de aprender, buscando así, minimizar el fracaso escolar.

¿Cómo hacer que un alumno se interese en sus aprendizajes?

Tan sencillo como enfocar la energía del niño en actividades que le dejen una enseñanza y tan complicado como influir en la vida del niño más allá de la educación, escuchándolo, comprendiéndolo y apoyándolo conforme a sus necesidades. Sin olvidar que, hasta cierto punto no es sano meterse tanto en las situaciones personales del niño.

Es parte del plan adecuado el generar situaciones problema, organizar actividades artísticas, dinámicas y/o recreativas, plantear cuestionamientos y crear preguntas con respuestas abiertas que le permitan al alumno interesarse e indagar en el tema que se le presenta. Logrando así que este se vea motivado por aprender al sentirse, de alguna manera, útil.

Regresando al Meirieu, él, cuando ya llevaba años consagrado a la enseñanza universitaria, predico con el ejemplo y pidió que le destinasen a un liceo de los suburbios de LIYON, quería ponerse en la piel de unos y otros a la vez; en la piel de los futuros profesores a los que el enseñaba y en la piel de los alumnos a los que estos enseñarían.

Quiero resaltar lo que

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