Pluralismo político

pluralismo político

El pluralismo político conlleva la idea de que la vida política se basa en la diversidad ideológica y la libertad de expresión. La Constitución Española (CE) considera el pluralismo político como valor superior del ordenamiento, junto al principio de libertad, la igualdad ante la ley y al principio de justicia. El pluralismo político se vincula a la libertad, lo que asegura la participación en los asuntos públicos y la constitución y funcionamiento de partidos políticos.

Los partidos políticos fueron constitucionalizados tardíamente. De hecho la Constitución de 1978 (CE) es el primer texto constitucional español que recoge expresamente los partidos políticos, otorgándoles, además importantes funciones, esenciales para el funcionamiento de un Estado democrático. El art. 6 del texto constitucional, dedicado a los partidos, se inicia afirmando que los partidos políticos expresan el pluralismo político. Si no hubiera partidos no sería posible hablar de sociedad democrática. Bien es cierto que la existencia de partidos no asegura por si sola una democracia en plenitud, pero su existencia es condición necesaria.

Los partidos representan el abanico de opciones políticas, o sociales, de naturaleza ideológica o filosófica. Y, como afirma la CE los partidos concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Todas ellas, importantes responsabilidades que la Constitución Española ha otorgado a los partidos, cuya organización y funcionamiento interno deben ser democráticos.

El partido político orienta sus actividades a la conquista del poder político. No obstante la labor de los partidos, la actividad de las campañas, la presencia en la política, no serían satisfactorias, desde el punto de vista democrático, si no se desarrollaran en un ámbito de libertad. La captación de votos es legítima, pero debe ir acompañada de una labor de información y de la búsqueda de la cultura política. Resultaría una falacia solicitar el voto a ciudadanos no informados, ignorantes de del significado de la campaña, del papel de los candidatos o de la naturaleza de las elecciones

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