¿Por qué no se habla quechua tanto como el castellano?

Por qué no se habla quechua tanto como el castellano

Alhua Yalli, Arturo

Bendezú Linares Marco

     En el contexto actual; el quechua, como identidad idiomática, está siendo relegada. Debiéndose identificar por qué sucede ello, redactamos el presente ensayo. Entre tantos factores que causan la desidia lingüística, reunimos y presentamos los principales para explicar este fenómeno: Ideologías lingüísticas; que se entienden como el conjunto de ideas, acerca de todo lo relacionado al quechua, que maneja la población en su mayoría., El soporte estatal, mejor dicho, la falta de soporte de parte del estado, al no ocuparse debidamente de esta ancestral lengua., La herencia cultural, que naturalmente arrastramos, que además contribuyó para formar nuestro primer factor (Ideologías lingüísticas), nuestra herencia cultural es la historia que vivimos en el pasado y que nos afectó y sus rezagos nos quedan, aun hasta hoy en día.

Primeramente, las ideologías lingüísticas. Conjunto de ideas, pensamientos valoraciones que se tienen respecto a cualquier lengua (Zavala, 2014) además de ser el factor primordial que afecta directamente la sustitución lingüística que vivimos. Las distintas ideas que podemos tener, ciertamente no siempre serán benéficas, como en este caso. Al oír a un quechuahablante qué pensamos, por qué padres quechuahablantes dejan de enseñar su lengua materna a sus hijos, por qué un migrante quechuaparlante no habla su lengua propia, en la urbe. El individuo discrimina a la lengua quechua, o como (Bárcena, 2014) ejemplifica y representa: “el habitante (...) es muy agresivo cuando escucha a una persona hablar en quechua, lo margina, lo discrimina, y lo peor de todo es que esa misma persona sabe hablar y entiende perfectamente el idioma, es un migrante ya radicado en la ciudad y ahora ya discrimina”. Como vemos la suerte de discriminación que surge es causada por ideas preconcebidas que se tienen, asociando la lengua quechua a la pobreza, a la maleducación, la carencia. Esta serie de ideas se han construido histórica y culturalmente, pero el problema no es ese, el problema es que se interiorizan estas ideas como verdades y no ha de ser así.

Posteriormente, el segundo factor a destacar, que contribuyó ampliamente a esta práctica perjudicial es la falta de soporte estatal. Como bien sabemos, el estado debe contribuir e incentivar al crecimiento cultural en todo sentido… al parecer no se han ocupado mucho en este ámbito, todo lo contrario. Según Blacido (2016) señala:

Es preciso indicar que uno de los responsables de la vulnerabilidad y por tanto de la sostenibilidad del idioma es el gobierno, ya que este no se hace presente para hacerle frente a la problemática con la implantación de políticas de educación adecuadas que mitiguen la falta de valoración y consecuente discriminación que socialmente afecta al idioma quechua.

Y falta soporte no solo en el sector educacional, ejemplifico: quechuahablante va al banco a hacer una serie de trámites, tiene que sustituir su lengua materna por castellano si quiere que se le atienda eficazmente. Y el estado no se ocupa de situaciones similares de manera adecuada.

Enseguida, la herencia cultural es nada más que el conjunto de características que heredamos de nuestros ascendientes. En este caso el colonialismo figuró de manera extraordinaria gran impacto en nuestra historia y por lo tanto en nuestro presente. Creámoslo o no los colonizadores implantaron ideas en nosotros, fenómeno alienante que desmembró nuestra cultura. García (2010) nos dice:

A saber, las expresiones culturales con cierta trayectoria histórica son evidentemente una herencia cultural, y las que no la tienen (pongamos por caso fiestas de nuevo cuño, formatos artísticos modernos, maneras comunicativas actuales) es muy posible que estén engarzadas en comportamientos culturales que también son herenciales.

Así que existen ciertos comportamientos que, aunque no identifiquemos, son también herenciales, como el complejo que arrastramos, la vergüenza de identificarnos orgullosos con nuestra cultura, todo ello es parte de nuestra herencia cultural.

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