Privatizacion De Mexico
elenabeltran7 de Mayo de 2013
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TITULO
LAS PRIVATIZACIONES EN MÉXICO
JUSTIFICACION
La privatización de empresas estatales empieza en el mundo con el gobierno de Margaret Thatcher en el Reino Unido, y esta política se extiende a diversos países. Entre los países en desarrollo y en América Latina, Chile es el país que inicia este proceso y lo lleva a cabo de la manera más vigorosa. En el ámbito internacional, la privatización se convierte en una de las recetas de la sana política económica recomendada por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial. El secretario del Tesoro de Estados Unidos también hace suya esta receta. Es seguida en todos los ámbitos internacionales y se pregona a la privatización como sinónimo de "modernización", "eficientización" y "saneamiento de las finanzas públicas".
La rapidez con la que se extiende por el mundo el movimiento privatizador se explica en parte porque coincide con la desilusión generalizada hacia el Estado promotor y sus excesos. Los límites del enfoque racional del Estado Benefactor permitieron que los conceptos básicos de la economía neoliberal encontraran una nueva preeminencia.
En México, el cambio coincide con el inicio del gobierno del presidente Miguel De la Madrid y el desprestigio de los excesos de los gobiernos priistas anteriores. Se abandona la política progresista y nacionalista y se adopta una política de carácter neoliberal.
El proceso de privatización tiene tres etapas: en la inicial, de 1984 a 1988, se realiza la privatización de varias empresas de diversa índole y actividad; en la segunda, de 1988 a 1999, se realiza ya la privatización a fondo de varios sectores, como los de siderurgia, banca y teléfonos; y en la tercera, de 1995 a 2000, se profundiza aún más el proceso y se realizan cambios constitucionales para vender los ferrocarriles y la comunicación vía satélite. En este documento revisaremos el período inicial y luego examinaremos los distintos sectores económicos en los que se llevó a cabo la privatización.
OBJETIVOS
El presente trabajo tiene por objeto hacer un recuento general de la política de privatizaciones, así como una evaluación de la misma.
Además de que parten de la necesidad teórica de conceptualizar los procesos de globalización y privatización a la luz de las reestructuraciones a fondo del modo de producción capitalista después de la saturación mundial de los mercados ante la avanzada de las empresas japonesas que instrumentaron una fragmentación del proceso productivo y una constitución de la empresa flexible que transformó la división técnica del trabajo al conformar redes empresariales globales. Esto se intentó aplicar a México pero con resultados totalmente distintitos por la forma en que se realizó.
No se relatan todas las privatizaciones, pero sí los procesos más importantes.
HIPOTESIS
Creo que las privatizaciones en México siguen un fin de política neoliberal el cual busca poner en manos de capital privado y extranjero todas las empresas del estado, esto no ha ayudado a la economía de México y a los países subdesarrollados, sino que lo has sometido al imperialismo de E.U.A. Es necesario y urge para el bien de la nación, encontrar la forma correcta de poder estabilizar al país y dar una forma de vida más digna, pues imponiendo topes salariales como pasó en el sexenio de Miguel de La Madrid, no llevó a nada bueno y sin embargo empeoró al País. Espero que en esta época de transición se pueda encontrar el método correcto para mejorar la crisis que aún en nuestros días se vive.
Además la política neoliberal aplicada en México a partir de 1982 no sólo no ha logrado ninguno de los objetivos que se propuso, ya que la crisis aún está presente en la economía nacional, el crecimiento sostenido no ha podido lograrse y la población es ahora más miserable que cuando se inició la aplicación de esa política contraria a los intereses nacionales y populares, sino que ella misma ha demostrado su incapacidad para enfrentar los retos del presente
En el siguiente trabajo se busca resolver cual ha sido el impacto de todas las privatizaciones que se han realizado en nuestro país y como eso nos coloca en un panorama poco alentador para el futuro.
MARCO TEÓRICO
¿QUÉ ES UNA PRIVATIZACIÓN? Definición y acepciones
El término “privatización” plantea muchos problemas para su definición, pues acoge multitud de posibilidades. Quizás en estos casos, lo mejor es acudir al diccionario, por ejemplo el de la Real Academia nos detalla: “Transferir una empresa o actividad pública al sector privado”. Por tanto, vemos que no sólo supone la venta de derechos de propiedad sobre empresas (acciones). La definición también incluye la transferencia de actividades públicas al sector privado (por ejemplo, vigilantes de seguridad privados custodian edificios públicos). Yendo un poco más allá, entenderemos la privatización como un proceso económico, político y social de reestructuración.
Tal como nos proponen Brugué y Gomá (1996), para centrar la discusión, podemos analizar la privatización estableciendo 3 ámbitos:
• Regulación (económica, social y administrativa)
• Distribución
• Propiedad.
En cada uno de estos aspectos, la actividad podrá ser realizada o por el sector público o por el sector privado. En el caso de la regulación, o bien puede ser la autoridad pública la que fije el marco ó el mercado y por lo tanto, supuestamente, la libre competencia. En la distribución, aunque la regulación se lleve a cabo por el sector privado puede a su vez realizarse de forma pública a través del presupuesto o de forma privada mediante la competencia; por último, la propiedad de la entidad que realiza la producción puede ser pública o privada.
¿CÓMO SE PRIVATIZA?
La primera fase para la privatización de una empresa es la preparación de la venta, aun cuando la presión de la situación puede considerarse como uno de los factores más importantes que incide en la celeridad con la que se trata de vender la empresa también existen elementos de política determinantes para la preparación de la venta. La reestructuración es un paso previo a la privatización, en algunos casos la reestructuración es absolutamente necesaria para promover la competencia o facilitar la venta, pero la reestructuración tiene riesgos y plantea problemas importantes. En primer lugar, puede resultar una operación que consuma demasiado tiempo, dando lugar a que se pierda la oportunidad de privatizar.
En segundo lugar, puede demandar recursos importantes de los cuales carece el estado. En tercer lugar, puede ocurrir que la reestructuración disminuya el número de potenciales interesados si ella no coincide con los programas de inversión que estos últimos tienen.
Por estas razones es posible concluir que la reestructuración de las empresas públicas como paso previo a su privatización sólo debe ejecutarse cuando se cumple alguna de las tres siguientes condiciones.
• Cuando se requiere para permitir o promover la competencia.
• Cuando es absolutamente necesaria para hacer posible la venta.
• Cuando el estado tiene claras ventajas comparativas para el sector privado para adelantar la reestructuración de que se trate.
Reestructurar por estas razones, tales como la posibilidad de mejorar el precio de venta final de la empresa, implica suponer que el Estado tiene mayor capacidad de agregar valor que el sector privado, esta es una actividad de la cual precisamente se está retirando el estado. En este sentido cabe decir que las mismas razones que conllevan a la privatización, deben conllevar a dejar que sea del sector privado la tarea de la reestructuración de las empresas a privatizar.
La segunda fase de la privatización es el método de venta, hasta ahora se han experimentado una amplia gama de esquemas o modalidades de privatización y se sigue innovando en este campo. Por lo que no existe un patrón fijo, obviamente la modalidad de privatización ha estado en alto grado determinada por el tipo de empresa o actividad que se privatiza, pero en general, la fórmula que ha predominado es la de la búsqueda de un inversionista estratégico al cual se le vende un porcentaje de acciones con el control de la empresa. Otro porcentaje de las acciones, que suele estar entre el 4% y el 20%, se le vende a los trabajadores de la empresa privatizada y el resto lo lleva el gobierno al mercado de capitales. Este ha sido el esquema utilizado en la venta de empresas de telecomunicaciones, eléctricas y muchas otras. Podríamos decir que este ha sido el esquema predominante en las grandes empresas.
El objetivo de conseguir un inversionista estratégico para las grandes empresas que se privatizan ha predominado claramente sobre otros objetivos de política como el desarrollo del mercado de capitales. En la venta del bloque accionario al inversionista estratégico ha predominado ampliamente la licitación pública.
Ello
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