Proyctos Sociales de mi Salón

‘En la última década y media se ha vuelto infinitamente más fácil obtener lo que se busca con sólo un par de tecleos. Internet ha simplificado tanto el uso de los dispositivos, que sería difícil imaginar una vida diferente.

Sin embargo, hace una generación, cuando las palabras Streaming y Torrent no tenían sentido, la gente se veía cara a cara para formar grupos de intercambio de software.

Una serie de talentos nacientes de la programación diseñaron juegos para distribuirlos entre sus círculos de contactos, que a su vez los irían pasando hasta que, si eran divertidos y estaban bien diseñados, acababan encontrando un lugar en las colecciones de aficionados de todo el país.

Luna Pálida, por otra parte, nunca salió del área de la bahía de San Francisco. Todas las copias se han perdido hace tiempo y los ordenadores que las ejecutaron se encuentran enterrados bajo capas de basura. Este hecho se atribuye a las abstrusas decisiones tomadas por su programador. Luna Pálida era una aventura textual al estilo de Zork and the Lurking horror, en una época en la que este género estaba quedando pasado de moda.

Una vez ejecutado el programa, el jugador se encontraba con una pantalla vacía, con la excepción del texto:

– Estás en una habitación oscura. El brillo de la luna entra por la ventana.

– Hay ORO en la esquina, junto a una PALA y una CUERDA.

– Hay una PUERTA al ESTE.

– ¿Comandos?

Así empezaba el juego que el escritor de un fanzine perdido hace tiempo describó como “enigmático, sin sentido y completamente injugable” Los únicos comandos que aceptaría ahora eran COGER ORO, COGER PALA, COGER CUERDA y IR ESTE, y el jugador se encontraría después con lo siguiente:

– Cosecha tu recompensa

-LUNA PÁLIDA TE SONRÍE

– Estás en el bosque. Hay caminos al ESTE, NORTE y OESTE

– ¿Comandos?

Lo que enfureció rápidamente a los pocos que lo jugaron era la naturaleza confusa y llena de fallos de la segunda pantalla – sólo una de las direcciones era la correcta. Por ejemplo, en esta ocasión, un comando para ir a cualquier dirección que no fuera NORTE llevaría al bloqueo del sistema, obligando a reiniciar el ordenador entero.

Más allá, las pantallas subsiguientes parecían limitarse a repetir el texto, con la única diferencia de las direcciones disponibles. Peor aún, los comandos habituales de estos juegos parecían ser inútiles. Otros comandos no relacionados con el movimiento eran:

USAR ORO, que arrojaba:

– Aquí no.

USAR PALA, lo que mostraba:

– Ahora no.

Y USAR CUERDA, que escribía:

– Ya has usado eso.

Los jugadores superaban un par de pantallas antes de hartarse de reiniciar su ordenador, describiendo la experiencia como una farsa chapuceramente programada. Sin embargo, hay una verdad universal sobre las PCs, y es que sin importar la época algunos de sus usuarios tienen demasiado tiempo libre en sus manos.

Un joven llamado Michael Nevins quiso ver si había más en Luna Pálida de lo que parecía. Cinco horas y 33 pantallas superadas a base de ensayo y error y desenchufes después, finalmente consiguió llegar a un texto diferente:

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