PÁNICO GLOBAL Y HORIZONTE ALEATORIO POR ÁLVARO GARCÍA LINERA

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA                                                                      UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL SIMÓN RODRÍGUEZ                              DECANATO DE EDUCACIÓN AVANZADA                                                                      NÚCLEO REGIONAL DE EDUCACIÓN AVANZADA CARACAS[pic 1]

MAESTRIA EN CIENCIAS ADMINISTRATIVAS                                               GERENCIA  ESTRATEGICA

“PÁNICO GLOBAL Y HORIZONTE ALEATORIO POR ÁLVARO GARCÍA LINERA”

Profesor: Dr. Samuel H. Carvajal Ruíz

Participante: Lic. Harlis Quintero

                                                                                                           C.I:12.386.648

Caracas, abril de 202

     La lectura que se pretende analizar es el “Pánico global y horizonte aleatorio”  escrito por Álvaro García Linera en este año (2020). La lectura  expresa que en el “tiempos paradójicos propios de una sociedad global en transición. Tiempos de inestabilidad generalizada en la que los horizontes compartidos se diluyen y nadie sabe si lo que viene mañana es la repetición de lo de ahora, o un nuevo orden social más preocupado por el bienestar de las personas…. o el abismo. La angustiosa contingencia del porvenir es la única certidumbre”.

     El cual refiere que no estamos antes los azares regulares de la realidad como la venezolana donde el artículo de Álvarez Garcia Linara da un ejemplo del metro si vemos el metro de Caracas esta en una situación que los usuarios tiene que esperar mucho tiempo a que llegue y cuando llega no es suficiente para las personas, seco lazan las estaciones la misma se presentan con las camionetas. “Lo de hoy es, pues, un derrumbe absoluto del horizonte de las sociedades en el que la aleatoriedad del porvenir es de tal naturaleza que todo lo imaginable, incluida la nada, pudiera sucede”.

     También se refiere a la situación  con el coronavirus, que fue identificado en China en diciembre de 2019 y se propagó rápidamente por el mundo, llegó a América Latina el 26 de febrero. Y eso es parte de los retos que enfrenta en este momento América Latina con la llegada de covid -19, cuando seguimos teniendo epidemias de dengue y el problema de sarampión y tosteferina desde el año pasado, El dengue, a su vez, surgió después de una grave epidemia de zika, en 2016, y de la introducción en América de la fiebre de chikungumya en 2013. Y en 2019 la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó una alerta epidemiológica por el preocupante aumento de los casos de sarampión en la región.

     Donde entramos que los gobiernos de América Latina tomen decisiones de implementar estados de excepción sobre la posibilidad de desplazarse y agruparse. Un pánico global se ha apoderado de los medios de comunicación y una niebla de sospecha sobre el otro cercano, portador de la enfermedad, quiere encumbrarse en el espíritu de la época.

     Atreves de Las imposturas de la globalización que resulta de los hechos que en estos momentos de apoteosis de la globalización del mercado financiero, de las cadenas de suministro vemos que es una declaración de la derrota de los mercados globales y sus sacerdotes ante la necesaria persistencia de los estados, la sanidad pública y las familias como núcleos imprescindibles de socialidad y protección.

     Ante el ímpetu globalizadora como destino final de la humanidad donde sólo se ferre al aislamiento individual para que la única organización política prevalezca ante la emergencia de una epidemia global, “o bien la globalización como proyecto político-económico fue y es una estafa colectiva para el rédito de pocos, o bien las sociedades aun no comprenden las “virtudes” del mundo global”. Entonces podemos de sir  que verdad es que no hay respuesta globalizada a un drama global, y ahí ya hay una sentencia histórica sobre una época aciaga.

     Donde nada mas se piense en la globalización del mercado de acciones y no en la protección social, entonces la globalización es más una coartada de unos cuantos países, entonces se “trata  de una manera mutilada de globalizar la sociedad que, al tiempo de generar más desigualdades e injusticias, debilita los mecanismos de protección y cuidado creados a lo largo de décadas por los diferentes estados nacionales”.

     Resalta que los mercados financieros no curan las enfermedades globales, solo incrementa sus efectos en los más pobres: que a través del libre comercio nos ha llevado a una regresión en las condiciones de igualdad similares a las de inicio del siglo XX, Según Thomas Piketty, el 1% de los más ricos de EE. UU., que el año 1975 llegaron a concentrar el 20% de la propiedad del total de los activos inmobiliarios, profesionales y financieros, al 2018 han aumentado su participación al 40%, como en 1920. Dadas las investigaciones sabemos que ninguna institución global tiene la más mínima posibilidad de conglomerar las voluntades sociales para enfrentar los infortunios globales, y en cambio el Estado sí lo viene logrando. Es como si la “mano invisible” de Adam Smith no sólo fuese inservible para a los cuidados de la humanidad, sino más peligrosa que la propia pandemia.

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