Robo de hidrocarburos en México

Aplicaciones de la química orgánica

Alumno: Cervantes Gomez Amauri Emmanuel

Asesor: Jesús Albero

Modulo: Interacciones químicas

Matricula: 19003776   Elaboración: 3/4/20

Robo de hidrocarburos

El robo de combustibles mayormente petróleo es un problema que ha afectado a México desde ya hace unos años y es que no solo nos afecta de manera económica si no de manera directa como el incidente de hace un año en el que varios municipios se quedaron sin abasto de combustible provocando congestionamientos y filas enormes en aquellas gasolineras que tenían suministro y es que pese a ser una estrategia de protección contra el robo de hidrocarburos precisamente por el robo se produjeron estas problemáticas provocando una reacción en cadena que afecto durante días a todo el país.

Ecológicamente se sabe que la toma ilegal de hidrocarburos es peligrosa tanto para el medio como para todo aquel que se encuentre cerca pues el combustible como cabría esperar es altamente inflamable bastando tan solo una temperatura medianamente alta para provocar que este explote provocando incendios y generando altas cantidades de CO2 haciendo que el efecto invernadero sea aun peor.

“El robo de combustible ocurre, principalmente, por la perforación y succión de los ductos que Pemex tiene en el país para distribuir hidrocarburos. México tiene 17.000 kilómetros de ductos que distribuyen gas, crudo y gasolinas. En la última década, esta técnica para extraer los combustibles conocida como huachicoleo se ha popularizado en estados como Puebla, Guanajuato, Jalisco y el Estado de México. Los robos han aumentado exponencialmente hasta alcanzar los 60.000 millones de pesos (3.120 millones de dólares) en 2018.” (Corona, 2019)

Adicionalmente se debe recalcar que el hidrocarburo robado se revende agregándole diversos componentes para tener más “producto” haciendo que el combustible sea en extremo peligroso arriesgando la vida de quien por “ahorrar dinero” puede llegar a morir.

Así pues se debe prevenir a toda costa el robo del “llamado oro negro” ya que este, pese a que una vez que llegue a su destino provocara contaminación provocara menos  que si se extrae de manera ilegal, pues hay que tener en cuenta que el combustible que se derrame a la tierra la dañara haciéndola infértil y yerma haciendo que si en algún momento se planeara plantar en ese lugar el dueño de las tierras se llevarían una desagradable sorpresa.

En conclusión el robo de hidrocarburos es una problemática que azota al país de manera gradual y que se debe frenar ya no solo por el impacto económico, negativo de por sí, si no que afecta en mayor medida al ambiente, “Las fugas de gasolina provocan: mortalidad y toxicidad de flora y fauna (aves, peces y mamíferos, invertebrados marinos) , afectaciones a los hábitats, reducción de las densidades poblacionales; daños a los ecosistemas acuáticos por el aumento de sedimentos, alteración del flujo y calidad del agua subterránea, contaminación de aguas superficiales, alteraciones en los caudales de los ríos, efectos estructurales en la vida marina como los arrecifes, escorrentía de combustible debido a eventos de lluvia; daños al suelo por compactación; contaminación del aire por incendios, acumulación de gases de efecto invernadero en la atmosfera, entre otros” (Jiménez, 2019), debemos tomar medidas preventivas menos radicales pero si efectivas que permitan a las autoridades proteger ductos y desarmar grupos criminales que se dedican al huachicoleo en pos del bienestar del país y del medio ambiente  

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