Ser Arqueólogo
Enviado por KIKA5416 • 26 de Agosto de 2012 • 2.593 Palabras (11 Páginas) • 399 Visitas
DESENTERRANDO LA RISA:
UNA APROXIMACIÓN A LA ARQUEOLOGÍA Y EL HUMOR
Víctor M. Fernández Martínez~
RESUMEN.- Se presenta una sucinta historia de las teorías explicativas del humor, con especial acento en las
posiciones psicoanalíticas y lingiiísticas. jutlto con una revisión de algunos aspectos del humor en antropología.
Luego se clasifican los tipos de hu,nor más frecuentes detectados en arqueología: imagen del arqueólogo,
parodia de las modas teóricas, ficciones hwnorísricas. anacronis,nos y humor del pasado recuperado arqueológicamente.
Como conclusión se constata el poder critico del humor, defendiendo su introducción en la práctica
discursiva de los arqueólogos.
ABSTRACr.- A sitort itistorv of titeories ofhumour is presented, wirit a special empitasis on tite psvchoanalytic
and linguistic explanations, togetiter with a succincr revision ofsorne aspects ofantitropological itumour. Titen
a classification is attempted of tite tnost frequenr humour tvpes known in tite realm of archaeology: tite arcitaeologisr’s
ima ge, tite parody of titeoretical fashions, humorous fictional stories, anacitronisms and arcitaeologically
retrievable itumoar of tite pasr. As a conclusion, tite critical capacity ofitumoar is attested, and
a plea is madefor its use in tite intellectual practice ofarchaeologists.
PALABRAS CtAve: Teorías del humor, Humor antropológico, Humor arqueológico, Chiste arqueológico.
KEY WoRt,s: Humour titeories, Antitropological humoun Arcitacological humoun Arcitaeo/ogicaljoke.
1. INTRODUCCIÓN
La idea de este artículo surgió de la lectura
de un número especial de la revista de los estudiantes
de arqueología de Cambridge (Digging for a laugh,
“Excavando para hacer reír”; Sillar 1992a), que reunía
trabajos sobre el humor en arqueología de autores
íngleses y norteamericanos, algunos bien conocidos
por su actividad científica más “seria” (P. Bahn, C.
Gamble, D. Gifford-Gonzalez, P. Courbin, P. Rahtz,
etc.). La mayoría enfocaron el tema desde un punto
de vista exterior y analítico, pero algún otro cumplió
rigurosamente con los requerimientos del editor del
volumen y escribió una pieza humorística. Y fue la
lectura de una de ellas (Culture Clash in tite Greater
Southwest, “Conflicto cultural en el Más Grande Suroeste”),
escrito bajo pseudónimo (Dudley Prewpaw)
por Diane Gifford-González, lo que me convenció
del gran poder esclarecedor que la parodia y la ironía
podrían tener en la escena teórica actual de la arqueología,
simplemente superponiendo esas sanas actitudes
a los grandes paradigmas en conflicto.
Algunos meses después, en diciembre de
1995, el tema volvió a llamarme la atención cuando
uno de los muchos participantes de la lista Archaeo-
L de Internet, George McCluskey, de la ciudad hoy
bien conocida de Little Rock en Arkansas, inició un
“hilo” o “hebra” (titread) de discusión sobre el mismo,
con el título de “necesito reír [1 need a laugh],
¿sabe alguien por ahí un buen chiste arqueológico?”.
Durante varias semanas algunos contribuyentes, norteamericanos
en su mayoría, enviaron a la lista frases
ingeniosas y juegos de palabras, a veces leídas en camisetas
o en las ubicuas pegatinas de los coches, muchos
por desgracia de difícil traducción o directamente
intraducibles (chistes “verbales”, Cf. Attardo
1994: 95-6; Laurian 1992), como “la arqueología es
solo paleta y error” (trowel and error, muy parecido
a trial and error, prueba y error). Algunas, con todo,
tenían cierto valor trans-idiomático (chistes “referenciales”):
“los arqueólogos empiezan en lo más alto y
a partir de ahí van hacia abajo”, “el futuro de un arqueólogo
está todo en el pasado” (con las variantes
de “la carrera de un arqueólogo está en ¡las] ruinas”,
* Departamento de Prehistoria. Universidad Complutensede Madrid. Ciudad Universitaria, s/n. 28040 Madrid.
victormf@ cucroaz. sim~ucm es
336 VICTOR M. FERNÁNDEZ MARTíNEZ
‘los muertos son mi vida”, etc.).
Con el tiempo me fui animando a revisar algunos
aspectos de las relaciones entre arqueología y
humor, que al principio parecían más bien escasas y
ocultas, y de ahí la razón del titulo del trabajo. Antes
aproveché la ocasión para leer las obras clásicas sobre
la naturaleza de la risa y los chistes, comenzando
por las de Henri Bergson y Sigmund
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