El Ser Execelte
znteno29 de Agosto de 2011
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EL SER EXCELENTE
El éxito consiste en: "Reír con frecuencia y mucho. Merecer el respeto de personas inteligentes y el afecto de los niños, ganar el reconocimiento de los críticos honestos y soportar la traición de los falsos amigos; gozar de la belleza; descubrir lo positivo de los demás; hacer un poco mejor al mundo, dejando tras de ti a un hijo bueno o un jardín cultivado, o bien porque ayudaste a un pobre; saber que no viviste en vano y que gracias a ti una persona pudo respirar con más tranquilidad. Esto es haber triunfado"
Bessie Anderson.
Estoy convencido de que todos en alguna forma deseamos ser mejores porque tenemos potencialidades que estamos seguros aún no las hemos desarrollado en su máxima expresión y están ahí dormidas esperando un estímulo para despertar y expresar toda su grandeza.
Todos los seres humanos hemos recibido la misma opción para realizarnos. La gran diferencia la marcan aquellos pocos que se han decidido a emplearse a fondo a sí mismos para lograr lo que desean.
El Doctor Donald Forman, director de Bioquímica de Evanston ha determinado el valor comercial de un ser humano si se le extrajera su contenido de proteínas, grasas, minerales, vitaminas y carbohidratos. Nuestro precio según las cotizaciones internacionales seria de 5,60 dólares.
Entonces, si todos los seres humanos valemos lo mismo en cuanto a contenido, ¿cuál es la diferencia entre un premio Nóbel y un narcotraficante, entre un líder de la libertad y un dictador? La diferencia es cómo utilizó cada quien su cerebro y cómo oriento sus potencialidades, y esa fuerza que se llama espíritu de realización que ha hecho que existan personajes en la historia que no tienen precio por los incalculables beneficios que han aportado a la humanidad. El llamado a la excelencia es un llamado universal, ya que nadie fue creado para ser un mediocre; lo que se requiere es su decisión personal para lograrlo.
I. Ser excelente es hacer las cosas, no buscar razones para demostrar que no pueden hacerse:
El secreto es: resuelva los problemas que tiene actualmente y pida prestados algunos más a su jefe o a su cliente más importante; le aseguro que con esta conducta usted se convertirá en candidato al ascenso.
Los problemas vienen a representar los retos de la excelencia, son la materia prima indispensable que justifica nuestra presencia en cualquier organización. Así en cualquier campo de nuestra actividad humana, el líder muestra su verdadera calidad en la medida que propicie soluciones efectivas a sus seguidores.
Además debemos tener la consistencia del agua para tener éxito en la vida. Imagine que ponemos agua en un vaso ¿qué forma toma el agua?, ¿y si lo ponemos en un cenicero?, ¿o en una cubeta? Fácilmente nos percatamos de que el agua toma la forma del recipiente, y su esencia sigue siendo la misma. También el líder de excelencia es aquel que se adapta a todas las circunstancias y sigue siendo bueno; no importan las adversidades. Ser bueno a pesar de su jefe, empresa, su falta de recursos, etcétera, es el sello de los triunfadores, los que no esperan que las cosas mejoren para salir adelante, sino que con lo poco que tienen logran realizar sus sueños. Ese es el sello de los excelentes.
II. Ser excelente es comprender que la vida no es algo que se nos da hecho, sino que tenemos que producir las oportunidades para alcanzar el éxito:
Es bíblico "el que busca encuentra", a la buena suerte hay que salir a su encuentro, y quien insiste en lograr algo, produce las circunstancias buscadas. Si usted mantiene una actitud mental positiva, le aseguro que encontrará lo que busca. Hay personas que esperan que las cosas sucedan y hay personas que hacen que las cosas sucedan; existen ejecutivos y ejecutados; la única diferencia es del que quiere encontrar y el que espera que las cosas salgan a su encuentro.
La mejor forma de iniciar un día es con la firme convicción de aprovechar todas las oportunidades que él mismo nos ofrezca. Para ello es necesario tener todos nuestros sentidos alerta para aprovechar todas las oportunidades; bajo esta dinámica hasta en las adversidades encontramos una opción para sacar ventaja.
Aproveche los problemas y conviértalos en oportunidad; ahí radica la gran diferencia de quien se deja abatir por la adversidad y de quien obtiene de toda dificultad una opción para mejorar.
Inicie su día con una actitud mental positiva; ahí radica el secreto de sacar de cada día lo mejor.
Un espeleólogo, hombre aficionado a estudiar las grutas, llevaba a su hijo de cuatro años a conocer por primera vez una cueva, en la cual el pequeño descubrió el eco arrojando una piedrecilla. El chico sorprendido gritó horriblemente y el eco le regreso el gritó; gritó espantosamente y el eco devolvió nuevamente el grito. El niño tembló de miedo ante lo desconocido, y le preguntó a su padre qué era esa resonancia. El padre, inteligentemente, lo tomo en sus brazos y le dijo "hijo mío, escucha nuevamente", y gritó maravillosamente y el eco le devolvió en sus diversas voces gritos bellos, "espléndido, extraordinario, hermoso", con iguales resultados; el niño sonrió y volvió a preguntar ¿qué es papá? Él respondió: "es la vida, hijo mío; como la llames te contesta; pídele lo mejor y te dará lo mejor, pídele lo peor y te dará lo peor".
III. Ser excelente es comprender que con una férrea disciplina es factible forjar un carácter:
La consistencia en la vida es la colegiatura que hay que pagar para lograr ascender a la cima; lo más difícil de lograr en una empresa es una calidad constante. Muchos empresarios inician con un producto de gran calidad; conforme va transcurriendo el tiempo el producto o servicio se va deteriorando hasta que se convierte en una sombra de lo que en otros tiempos fue. También nuestros buenos propósitos que iniciamos un buen día van cayendo en el olvido y nuestra superación se queda en el recuerdo.
El secreto de la excelencia en los negocios no consiste en ser 100 por ciento mejor que la competencia. Basta con que logre ser uno por ciento mejor en 100 cosas diferentes. Inténtalo, convenza a todo su grupo de tener todos los días un pequeño empuje hacia la superación: la excelencia consiste en pensar en grande y comenzar en pequeño, un camino de 10 mil millas se inicia con un primer paso. La inconsistencia es el peor enemigo de la excelencia.
IV. Ser excelente es trazarse un plan y lograr los objetivos deseados a pesar de todas las circunstancias:
Todos los seres humanos, cuando intentamos lograr cualquier cosa en la vida, nos encontramos obstáculos que nos lo impiden, y entre mayor dificultad encontramos, mayor facilidad adquirimos. Anotaba Albert Einstein: "qué sería del mundo sin los soñadores", con los que soñaron en su tiempo que el hombre podía volar, encender un foco, comunicarse a través de un cable, crear la radio, el telégrafo, etc.; no solamente eran soñadores, sino que además eran pacientes, no en el sentido de esperar pacientemente a que las cosas sucedieran, sino que insistían incansablemente hasta lograr su objetivo. Muchos de ellos tuvieron que luchar ante la falta de recursos o la desaprobación generalizada, que los tachaba de locos, pues lo que intentaban en opinión de los demás resultaba imposible. Tomás Alva Edison, llegó a la bombilla después de 5 mil intentos. Imaginémoslo a la mitad de sus experimentos; de no haber sido un optimista consumado, lo hubiera dejado a la mitad del camino.
La excusitis es un mal nacional con el que nos protegemos y justificamos nuestra falta de voluntad para lograr nuestros objetivos. Resulta irónico: muchos de nuestros fracasos son de nuestra exclusiva responsabilidad, pero nos urge encontrar un responsable en quien descargar nuestros fracasos.
Rétese a sí mismo a no abandonar sus propósitos por más adversidades que se encuentre; entre mayor sea la dificultad, más legítima es la victoria. Atrévase a llegar a la cima.
V. Ser excelente es saber decir me equivoque y proponerse no cometer el mismo error:
Existen seres humanos que acumulan sabiduría y otros, la mayoría, que acumulan estupidez; los primeros son aquellos que ante un fracaso se preguntan en qué se equivocaron y asimilan la lección para no volver a cometer el mismo error; en cambio los segundos son aquellos que siempre le echan la culpa a los demás, su fracaso fue producido por otros y nunca por ellos mismos.
El ser excelente está alerta permanentemente para aprender de sí mismo, tanto cuando tiene éxito como cuando fracasa pues está convencido de que para ser triunfador no sé requiere que exista un derrotado pues para él la máxima conquista a la que se puede aspirar es a la conquista de sí mismo, y hacer crecer permanentemente su ser, sabe que él es el principal responsable de sus aciertos y fracasos, y está convencido de que cada fracaso le permite surgir con mayor sabiduría y seguridad.
VI. Ser excelente es levantarse cada vez que se fracasa con un espíritu de aprendizaje y superación:
Si usted solamente intenta lo que está seguro que le va a salir bien, le puedo predecir que logrará pocas cosas en la vida. Si intenta muchas cosas y algunas le salen bien también le puedo predecir que será un triunfador.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas se consideran productos perfectos. Ya no pueden mejorar y han perdido la capacidad de cambio para ser mejores. El fracaso asimilado hace el tejido, la textura
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