TEMAS SELECTOS DE CIENCIA POLITICA
AlexMendezleonTrabajo8 de Diciembre de 2021
8.081 Palabras (33 Páginas)161 Visitas
[pic 1][pic 2]
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES
LICENCIATURA EN CIENCIAS POLÍTICAS Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
UNIDAD DE APRENDIZAJE:
TEMAS SELECTOS DE CIENCIA POLITICA
PROFESOR:
MTRO. JORGE GABRIEL ZAPATA DIAZ
ALUMNO:
LIMBERTH RAMON BENCOMO PEREZ
PARA INCORPORAR LO CULTURAL EN EL ANÁLISIS POLÍTICO: DILEMAS CONCEPTUALES Y ALTERNATIVAS. TECNOLOGIA, POLITICA Y CONFIANZA; ECONOMIA POLITICA Y RENDICION DE CUENTAS.
DICIEMBRE DE 2021
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CAMPECHE M.A.P. JORGE GABRIEL ZAPATA DÍAZ ALUMNO: LIMBERTH BENCOMO PEREZ | PARA INCORPORAR LO CULTURAL EN EL ANÁLISIS POLÍTICO: DILEMAS CONCEPTUALES Y ALTERNATIVAS. |
En este artículo que nos presenta su autor: Alejandro Monsivais Carrillo; él nos dice que a pesar de su relevancia, la relación entre la cultura, el poder y la política es difícil de entender. Por ejemplo, uno de los conceptos más ampliamente utilizados en diversas disciplinas, el de “cultura política”, es un entorno al cual hay importantes diferencias y desacuerdos. Estas diferencias tienen su origen antes bien en una serie de tensiones conceptuales relacionados con la noción de cultura; Entonces el argumento que presenta el autor es que señala que al incorporar la dimensión simbólica de la acción social en el análisis se puede señalar con mayor precisión el papel que desempeña la “Cultura”, en la explicación de los fenómenos políticos.
[pic 3]
El tipo de valores y creencias que predominan en una comunidad política la lealtad que tienen los ciudadanos hacia el régimen y las instituciones políticas los referentes que promueve el consenso y la cooperación y los símbolos que inducen a la movilización y la acción colectiva entre otros se engloban bajo el adjetivo de CULTURALES. La idea básica es que la cultura importa para entender la política “cultura política”.
A pesar de la relevancia política de los procesos culturales, las diferencias sobre el concepto y los métodos para estudiar la relación entre cultura y política, dificultan tener un mapa claro de los avances y pendientes en esta área.
El propósito del autor es señalar: que una estrategia que pretende identificar la relevancia que la cultura tiene en la configuración de la política; es por eso que pueden resultar más productivos otros conceptos, como los de “lo simbólico” o el “discurso” y que en la mayoría de los casos el término de cultura, tiende a ser impreciso y a producir confusiones.
En primer lugar introducir en la noción de “procesos simbólicos”, para referirme al hecho de que un componente de la acción social es la producción de sentidos sociales subconscientemente. Por lo cual trataré de darle un sentido preciso a través de 3 disyuntivas; primero a la noción de cultura o definirla de tal modo que sus contornos sean difusos; la segunda optar por una sesión psicológica de lo cultural en el estudio de la cultura política; y tercero adoptar o no estrategias metodológicas analíticas, que permita identificar el papel causal que puede tenerlo cultural en los procesos políticos.
La primera disyuntiva “LO CULTURAL Y EL ANÁLISIS POLÍTICO”; se acepta que la política es un proceso que se puede observar en distintas Arenas y no solamente en la del Estado y sus instituciones. ¿Para que introducir la dimensión cultural en el análisis político? La respuesta es clara; se presume que ciertos procesos culturales son claves para explicar los fenómenos políticos de forma que lo cultural es importante para la política.
El concepto de cultura es en realidad denso, y eso hace que sea difícil establecer un término con un sentido inequívoco; es por eso que meteremos a la dimensión simbólica de la acción social para vincularlo con la noción de cultura.
La dimensión simbólica de la acción social, es una propiedad de la vida humana, es decir uno de los elementos constitutivos de la vida social es la capacidad de los individuos de otorgarle sentido y significado a sus acciones y al mundo que les rodea. La dimensión simbólica de la acción social se compone de los procesos que hacen distintas experiencias humanas con el mundo objetivo, y con su propia subjetividad, se manifiesten a través de expresiones que construyen el sentido y la interpretación del “Mundo Real”.
Así lo simbólico, en general, puede convertirse en el “discurso”, la “ideología”, “las representaciones sociales” o “actitudes y valores” entre otros.
De este modo hay 3 cosas que la cultura no consigue saber: primero ¿Que es lo que abarca la noción de cultura?; la segunda ¿la cultura es un fenómeno subjetivo e intersubjetivo?; y la tercera, ¿Qué tipo de orientación metodológica podría ser más apropiada para el análisis político-cultural?.
El concepto de cultura política tiene un fuerte arraigo en diversas disciplinas: se le emplea por igual en la antropología, y la sociología, la esencia política y los estudios históricos. Dado que su utilización es extensa, hay que abordar la cuestión de que si tiene alguna relevancia concreta. Por lo que he discutido que si se emplea sin poner atención a las disyuntivas que mencioné anteriormente y acompañan a la noción de cultura, es un término que más bien favorece a que entorpezcan aún más la investigación en su campo y será más confuso en utilizaciones analíticas.
Hay que distinguir en el distintas culturas políticas: la autoritaria, democrática, cívica etc. En otras palabras los tipos de cultura política no existen naturalmente allá, afuera sino que son artificios conceptuales
Los conflictos y desacuerdos colectivos son una de las condiciones de la vida que social que dan lugar a la política, siendo la política una actividad en la que se emplean estrategias para promover, evitar, controlar y canalizar el conflicto.
Por este motivo, para abordar los temas “políticos-culturales”, he propuesto optar por nociones más simples, como la de “procesos simbólicos”.
El argumento que he presentado señalan incorporar la dimensión simbólica de la acción social en el análisis se puede señalar con mayor precisión el papel que desempeña la cultura, en la explicación de los fenómenos políticos. De esta forma, el análisis puede mostrar de qué manera los discursos, las ideologías y los procesos de significación en general son clave para estructurar la manera en que se organiza y ejerce el poder en la sociedad, tanto en la privada como en la pública, o lo mismo en las relaciones asociativas que en las acciones del estado.
En este punto cabe agregar un breve comentario acerca de las formas de investigación: tando los números como los relatos pueden servir para hacer interpretaciones y descripciones, y para inferir causalidad; lo relevante es, entonces el diseño de la investigación. La intención de fondo de este trabajo, paralelamente, ha sido insistir en la relevancia de poner más énfasis en los aspectos conceptuales y analíticos de investigación empírica. Es cierto que, por si mismo los fenómenos políticos – culturales son complejos, y que el manejó de ciertas técnicas de recolección y análisis de datos requieren de una de un entrenamiento especial pero también lo que es investigación no consiste sólo recabar información e interpretarla.
La cultura política la podemos interpretar de infinidad de formas, cada sociedad, cada cultura, religión tendrán una distinta forma de interpretarla pues nadie somos iguales; cada idiosincrasia es diferente, y desde muy temprano de vista la cultura es de la forma simbólica la más la más natural de entender los fenómenos políticos que conciernen en una sociedad.
UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CAMPECHE M.A.P. JORGE GABRIEL ZAPATA DÍAZ ALUMNO: LIMBERTH BENCOMO PEREZ | CULTURA POLÍTICA Y PARTICIPACIÓN ELECTORAL |
En este artículo que nos presenta su autor: Pablo Castro Domingo; él nos dice que al estudio de las sociedades en la actualidad le impone al analista la construcción de nuevas herramientas teóricas con mayores rangos explicativos; se puede decir que los nuevos escenarios sociales están condicionados por una lógica global que se caracteriza por la superabundancia de acontecimientos simultáneos, que imponen restricciones al analista.
La sociedad contemporánea, globalmente interconectada, está conformada por múltiples intercambios de significado entre culturas, religiones, nacionales y transnacionales; tanto hegemonía hegemónicas como subalternas. Los significados generados en dichos niveles sociales circulan en los medios globales de comunicación, en los mercados, en los movimientos de población y en las relaciones políticas. Como es obvio, el proceso de cambio tanto institucional como en las prácticas cotidianas no ha sido parejo: hay regiones en el mundo que siguen con prácticas clientelares y otras que están empezando a transitar hacia nuevos modelos más democráticos, con reglas de juego más claras y con mayores niveles de transparencia y rendición de cuentas.
...