TUNEL DE LA LINEA: ¿REALIDAD O MITO?

TUNEL DE LA LINEA: ¿REALIDAD O MITO?

La idea de la carretera panamericana surgió en la época de los años 20, el gobierno se vio la necesidad de construir mejores vías para desarrollar la economía del país; teniendo en cuenta que por mar es más rentable de realizar comercio, se vio la necesidad de mejorar las vías a los puertos nacionales; De allí nace la idea de construir un túnel en la base de la cordillera central. El proyecto cruce de la cordillera Central – Túnel de La Línea forma parte del proyecto “Corredor Bogotá – Buenaventura”, el cual es un proyecto estratégico para la infraestructura y el desarrollo socioeconómico del país, al hacer parte del corredor de comercio más importante de la nación, la vía Bogotá – Buenaventura.

Su construcción lleva muchos años ya que ha tenido muchos atrasos causales de problemas a lo largo de su ejecución, por ejemplo: capital, malas decisiones por parte de los contratistas, la montaña consta varios tipos de rocas por lo tanto dificulta su perforación, entre otros más. Además del escepticismo por parte de los contradictores por el sobrecosto, la obra como tal ya traía un problema, era el hecho de penetrar la montaña con miles de materiales desconocidos en el subsuelo y fallas geológicas.

Un estudio de geólogos de la universidad nacional determino que la montaña no estaba compuesta por rocas duras y homogéneas, contiene mucha diversidad y se conectan por un sistema de fallas complejo, había una serie de fracturas internas en la montaña donde se realizaba el túnel piloto, dice el estudio que en esa zona se encuentran muchas rocas metamórficas que poseen mucha debilidad, por donde se filtra el agua y esto podría afectar la estructura del túnel, aunque estos problemas son controlables con una buena ingeniería.

Respecto a los incumplimientos de la obra algunos son justificables, pero otros demuestran la falta de responsabilidad e incompetencia profesional de la empresa contratista, debido al mal manejo del estudio de la zona a trabajar, pésimas decisiones que han significado millones de pesos perdidos, gobernantes que han abandonado su apoyo, mal manejo de los recursos; además de las fallas geológicas mencionadas anteriormente que han retrasado significativamente las obras.

No todas las constructoras se miden a realizar esta obra por su complejidad, el riesgo a cualquier desastre, a trabajar contra el reloj, desempeñar esta tarea requiere de mucha responsabilidad, el saber que fracasar puede contemplarse en sus opciones, bueno entre muchas otras razones que requiere desempeñar una mega obra como esta.

Invias cancelo la última licitación vigente y abrió una nueva la cual establece que el túnel piloto termina en septiembre del 2017; los intercambiadores de Versalles concluyen en mayo del 2018. El túnel principal tiene la meta de seis meses. Los viaductos y túneles y demás obras deben terminarse en 10 meses. Y la implementación de los equipos electromecánicos debe estar en junio del 2018. El nuevo contrato que se va a suscribir va a armonizar en el tiempo con estas obras, porque tendrá una duración de 10 meses.

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