Tecnicas De Oratoria
jhonatanxD22 de Junio de 2014
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“Año de la Promoción de la Industria Responsable y del Compromiso Climático”
TEMA: TÉCNICAS DE ACCIÓN ORATORIA
EXPOSITORES:
• Tello Sánchez, Lisseth Kiara
• Gutiérrez Paucar Alberto Jhonatan
CURSO: Actividades
CARRERA: Contabilidad
PROFESOR: Marco Capillo
CICLO: I
TURNO: Noche
INDICE
Contenido
INTRODUCCION 2
TÉCNICAS DE ACCIÓN ORATORIA 4
1. LA ACCIÓN ORATORIA 4
2. IMPORTANCIA DE LA ACCIÓN ORATORIA: 4
3. LA EXPRESIÓN GESTUAL, MANUAL Y CORPORAL 5
3.1 LA EXPRESIÓN GESTUAL 5
a) Sinceridad: 5
b) Sincronismo: 6
c) Exactitud: 6
d) Diversidad: 6
e) Sencillez: 7
3.1.1. LA MIRADA 7
a) Mirada huidiza: 7
b) Mirada Fija: 8
c) Mirada Cohibida: 8
Mirada Semifija: 9
3.2 LA EXPRESIÓN MANUAL 9
a) Afirmación: 10
b) Interrogación: 10
c) Negación: 11
d) Acusación: 11
e) Partición, división: 12
f) Aumentar, Incrementar: 12
g) Poco, pequeño: 12
h) Lucha, combate: 12
i) Triunfo, Victoria: 13
j) Unidad, Unión: 13
k) Promesa, Juramento: 13
l) Enumerar: 14
3.3 LA EXPRESIÓN CORPORAL. 14
RECOMENDACIONES IMPORTANTES: 15
ANALISIS O COMENTARIO CRÍTICO 17
CONCLUSIONES 18
BIBLIOGRAFIA 19
INTRODUCCION
Hablar en público no es algo que todos sepamos hacer pero como la mayoría de las cosas con un poco de práctica y aplicando sencillas técnicas de oratoria, cualquiera es capaz de hacerlo sin ningún problema.
Hoy en día vivimos en un mundo muy competitivo y para sobresalir en este es necesario adquirir constantemente habilidades que nos hagan mucho más visibles que los demás, de esta manera lograremos alcanzar posiciones privilegiadas en nuestro entorno, y hablar en público es una de esas habilidades que todo ser humano debería dominar a la perfección pues es nuestra principal herramienta para enfrentarnos al mundo moderno.
TÉCNICAS DE ACCIÓN ORATORIA
1. LA ACCIÓN ORATORIA
Por acción entendemos el uso de las expresiones corporales que acompañan la pronunciación de un discurso. Un discurso no sólo es voz impostada o engolada, involucra también el uso de la expresión gestual, manual y corporal; es decir, el arte que permite que todo nuestro cuerpo participe activamente en el proceso de la comunicación.
Los antiguos llamaban a la acción el “discurso del cuerpo” ya que éste no es sólo el conjunto de palabras expresadas oralmente, sino también la acción de los brazos, las manos, el cuerpo y principalmente, de los gestos del rostro. Cicerón, famoso orador de la antigüedad solía decir: “Todo el hablar consiste en la acción y en la elocución”.
2. IMPORTANCIA DE LA ACCIÓN ORATORIA:
La acción acompaña a las palabras y las hace más notables e inteligibles, por eso se ha dicho que subraya el discurso. Va dirigida directamente a los sentidos y torna más rápida la comunicación entre el emisor y el receptor, pues muchas veces un gesto, vale más que una palabra. Bajo esta modalidad el público no sólo escucha el discurso, sino que lo “ve”, lo siente.
Un orador que no emplee con acierto los ademanes, o que los utilice fuera de contexto –dicen los especialistas-, desluce su discurso y revela una desarmonía que el publico percibe enseguida. En algunos casos los ademanes excesivos arruinan totalmente el discurso; un orador que se mueve como animal enjaulado en el estrado o un conferencista inmóvil como estatua, se exponen al ridículo y al repudio del auditorio.
De manera general podemos decir entonces, que la acción oratoria esta integrada por las siguientes expresiones: gestual, manual y corporal. El uso de todas ellas convierte al orador en un artista de la palabra. Acto seguido una minuciosa explicación de los mismos.
3. LA EXPRESIÓN GESTUAL, MANUAL Y CORPORAL
3.1 LA EXPRESIÓN GESTUAL
Los gestos son los movimientos del rostro. No tienen nada que ver con las muecas, ni con la deformación del gesto natural que están totalmente prohibidas en la oratoria. La expresión gestual tiene la ventaja de revelar vívidamente nuestros pensamientos, granjearnos la atención rápida e inspirar simpatía. Por regla general, el rostro del orador debe acompañar cada una de sus palabras, sin gesticulaciones, ni visajes exagerados propios de la pantomima.
Cuando llegue la ocasión habrá que saber mostrar un rostro de firmeza, de intransigencia, de alegría, de dolor, de tristeza. De manera general, los gestos deben partir de las ideas mismas. Acompañan habitualmente, a las ideas capitales del discurso. El principio en que se fundamenta su empleo es el de la utilidad. En caso contrario, es mejor prescindir de ellos. A continuación, algunos criterios que nos podrían servir para determinar el grado de eficacia de los gestos en nuestras exposiciones oratorias:
a) Sinceridad:
Concordancia entre lo que se siente y lo que se revela a través del gesto o la mímica.
b) Sincronismo:
Cuando las palabras expresan duda será el momento preciso en que deba aparecer el rictus dubitativo en el rostro del emisor.
c) Exactitud:
Se exige puntualidad y fidelidad en la ejecución de algo. No basta sólo la ejecución del gesto, sino, hacerlo en el momento oportuno. Y sobre todo, no abandonarlo después de haberlo comenzad o.
d) Diversidad:
Decían los antiguos que “las cosas dos veces repetidas agradan”. Sin embargo, más de dos veces pueden desagradar. Pero si hay que hacerlo, se deben usar gestos variados y espaciarlos suficientemente, porque la repetición frecuente de un gesto acaba importunando.
e) Sencillez:
Preséntese uno tal cual es, sin ademanes afectados, ni gestos preciosistas, ni mímicas demasiado estudiadas. Evítense a toda costa las falsas sonrisas, los ojos deliberadamente entornados, los movimientos pedantescos o las admiraciones suspiradas, que se apartan de la naturalidad.
3.1.1. LA MIRADA
Los ojos son el espejo del alma, en ellos podemos reconocer a un orador competente y valiente o a un orador incompetente y pusilánime. La mirada debe preceder a la expresión gestual para ayudar a mantener una relación armoniosa con el público. No debe ser vaga ni dormida, sino, viva. Una mirada inexpresiva, en la oratoria, es antielocente.
La mirada, al hablar en público -dicen los especialistas-, debe dirigirse al centro del salón, como si se mirara un edifico a lo lejos y dominar la totalidad de la sala: no se debe mirar nunca, ni al fondo del salón, ni a la primera fila. Mírese hacia la fila del medio. Conviene girar la vista paulatinamente a diestra y siniestra; y evitar la insistencia sobre una sola dirección, para que el discurso no parezca dirigido a un solo grupo.
GENERALMENTE, EN ORATORIA, SE SUELE IDENTIFICAR CUATRO TIPOS DE MIRADAS:
a) Mirada huidiza:
El orador no mira al público, mira por encima de sus cabezas o mueve los ojos nerviosamente de un lugar a otro, si reparar en los presentes. Esta persona no tiene la fuerza suficiente para posar sus ojos en las de sus oyentes y mucho menos para enseñorearse sobre ellos. Debe practicar la mirada semifija.
b) Mirada Fija:
El expositor clava su mirada en una sola persona, o en varias, incomodándolas o permitiendo que surja un duelo de miradas. Si el orador tiene mirada fuerte podrá avasallar a sus oyentes, pero si tiene mirada débil, los oyentes lo incomodaran con sus ojos. No es una mirada recomendable.
c) Mirada Cohibida:
El disertante ignora al público, teme su mirada. Por ello, cuando pronuncia su discurso dirige su vista al techo o al suelo dejando de lado a su público. Esto origina que los oyentes le pierdan el respeto y se pongan a hacer cualquier cosa, menos a escucharlo con atención y seriedad. Tampoco es recomendable.
Mirada Semifija:
Es la mirada ideal. Debemos dirigir nuestra mirada, por igual, a todos los sectores del auditorio y posar nuestra vista en ellos. Mirar al lado derecho, luego al centro y finalmente a la izquierda, que todos se sientan observados. Esta mirada debe ir acompañada, en lo posible, por una cálida sonrisa.
3.2 LA EXPRESIÓN MANUAL
Reservamos este vocablo –expresión manual- para los movimientos de los brazos y las manos utilizados en una presentación oratoria. Cuando el orador
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