Trata De Personas En Nicaragua

La Trata De Personas.

Es la captación, transporte, traslado, acogida o recepción de personas recurriendo a la amenaza, al uso de la fuerza, rapto, engaño, fraude, abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad con fines de explotación sexual, laboral o de otra índole.

Esa explotación incluirá como mínimo la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos forzados, la esclavitud o las practicas análogas a la esclavitud la servidumbre o la extracción de órganos. Las posibles víctimas de la trata de personas son las mujeres jóvenes, adolescentes, niñas y niños, hombre jóvenes, madres solteras y en general toda persona en busca de empleo o con necesidades económicas.

Nicaragua es principalmente un punto de origen y tránsito para la trata de personas con fines de explotación laboral y sexual. Las mujeres y los niños están sujetos a la explotación sexual dentro del país. Las victimas de trata de personas son reclutadas en las áreas rurales para el trabajo forzado en localidades urbanas, particularmente en Managua, Granada y San Juan del Sur, y posteriormente obligadas a prostituirse. Se ha indicado que las niñas nicaragüenses son sujetas a la trata con fines de explotación sexual a lo largo de la Costa Atlántica del país. En menor escala, los adultos y niños también son sujetos a condiciones de trabajo forzado en la agricultura y el servicio domestico dentro del país. Durante el año, las autoridades reportaron un caso potencial de trabajo forzado que afecto a 18 hombres nicaragüenses. Nicaragua es destinaria de un número limitado de menores y mujeres provenientes de países vecinos y explotados sexualmente. Managua, Granada, Estelí y San Juan del Sur son destinos de explotación sexual de menores para los turistas extranjeros de Estados Unidos, Canadá Y Europa Occidental.

¿Cómo Puede Ser La Trata?

La trata puede ser de 2 formas:

Interna: Está se da cuando se traslada a la víctima, de su residencia a otra parte del país, donde se aísla de su entorno normal para poder dominarlos y/o explotarlos más fácilmente.

Externa: Es cuando se traslada a la víctima, de su país de origen a otros países.

El traslado puede ser por medio de transportes públicos (buses, microbuses, etc.), vehículos particulares, lanchas, caminando por rutas ilegales o pasando la frontera con documentos legales o alterados.

Explotación Sexual.

La explotación sexual es una forma de violencia basada en género que con suma frecuencia representa un aspecto característico de las actividades bélicas. En las situaciones de conflictos armados, las niñas y mujeres son habitualmente blanco de violencia basada en género que incluye la violación sexual, la mutilación, la prostitución, el embarazo forzado y la esclavitud sexual. La violación sexual ha sido empleada de manera sistemática como arma de guerra y como medio para aterrizar a la población, y destruir los vínculos comunitarios. Las adolescentes corren especial riesgo de ser violadas, secuestradas o víctimas de la trata de personas y la prostitución.

Durante la crisis humanitaria, las niñas y las mujeres disponen de oportunidades económicas limitadas. En su desesperación por mantenerse a ellas mismas o a sus familias, a veces se ven obligadas a establecer alianzas con las fuerzas militares, incluso con las fuerzas de paz y hasta con el personal de operaciones humanitarias, a fin de poder garantizar su seguridad y supervivencia. En algunos casos, quienes han sido empleados para proteger a los sectores vulnerables de la población abusan impunemente de ese poder.

En las situaciones de crisis humanitaria, el Fondo de las Naciones Unidas Para la Infancia (UNICEF) trabaja para garantizar la seguridad de los niños y las mujeres, y concentra sus esfuerzos en tres aspectos: la prevención, la protección y la recuperación y la reintegración. Las oficinas en el terreno del UNICEF han aumentado las labores de protección de los niños y las mujeres vulnerables, y respaldan esas labores mediante la orientación de la materia de la política y programación. UNICEF y sus aliados han establecido mecanismos para brindar protección inmediata a los niños y las niñas en los campamentos y las comunidades, y han elaborado un sistema comunitario de vigilancia y denuncia de casos de explotación sexual y abuso infantil que abarca tanto a los pobladores de los campamentos como a quienes no residen en los mismos.

El UNICEF también ha producido materiales de capacitación sobre la prevención del abuso y la explotación sexual dirigidos a su personal y sus aliados.

El Grupo de Trabajo recibió una respuesta comprometida y coordinada por parte de la comunidad humanitaria en lo que concierne a la prevención y la lucha contra el abuso y la explotación sexual. Entre las medidas enumeradas en el Plan de Acción del Grupo de Trabajo figura la incorporación de un conjunto de seis principios básicos en todos los códigos de conducta el comité permanente entre organismos. Uno de ellos prohíbe toda actividad sexual con personas menores de 18 años, independientemente de lo que estipulen las normas y leyes locales sobre la mayoría de edad o la edad mínima de libre consentimiento. El Grupo de Trabajo también ha hecho un llamado en pro de una mayor transparencia y de la obligación de rendir cuentas en las labores de presentación de asistencia humanitaria. El Grupo encabeza las labores de elaboración de mecanismos que prevengan el abuso y garanticen la obligación de rendir cuentas.

El trafico y la explotación sexual de mujeres, adolescentes, niños y niñas está íntimamente ligada a la pobreza y al subdesarrollo. Es un negocio muy lucrativo, y una de las más alarmantes y crecientes manifestaciones del crimen las personas que cada año son víctimas de tráfico para la explotación sexual. Las mujeres, las jóvenes y las niñas no sólo sufren en los conflictos armados por los desplazamientos y las contiendas, sino que se han convertido en blancos deliberados de asaltos con armas de guerra.

Son siniestros los alcances de este tráfico y explotación. Son miles de millones de dólares los benéficos que se obtienen en el negocio de venta de niños y adolescentes para la explotación sexual. Cientos de miles de menores de edad son forzados a ejercer la prostitución y usados para filmes pornográficos. Muchas niñas son vendidas por sus padres a los traficantes de menores. Estos las suelen meter a trabajar en burdeles, donde son explotadas sexualmente por los dueños, obligadas a practicar todo tipo de práctica sexual. Además suelen ser agredidas físicamente.

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