Tres décadas de reflexiones sobre el Hábitat Latinoamericano
Camila SuarezApuntes24 de Abril de 2021
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Facultad Arquitectura, Camila Suarez, Cod. 2251880, Urbano IV
Nombre:Segre, Roberto - Año de publicación: 2005 -Título: Tres décadas de reflexiones sobre el Hábitat Latinoamericano.
El Hábitat:
Parámetros del problema de vivienda:
El desarrollo social del hombre, se basan en parámetros como el equilibrio entre recursos naturales, materiales, tecnologías y características arquitectónicas propias de la cultura.
El deterioro en el hábitat humano debido a la industrialización y desarrollo capitalista en los países metropolitanos es mucho mayor comparado a los centros poblados y las zonas del campo de américa latina, teniendo en cuenta que son zonas en donde las tradiciones constructivas,el limitado crecimiento y escasa concentración poblacional.
La vivienda es una necesidad vital en la vida comunitaria. En países dependientes, las necesidades son aún más profundas que en otros países, alta concentración urbana, precario fondo habitacional. Se pensaba que en el año 2000, la población de América Latina iba a ser de 600 millones de habitantes, y con las condiciones políticas de la época y las de ahora, se previó que la crisis de vivienda alcanza niveles dramáticos: en el 2000 llegaría a 100 millones de déficit de unidades.
Existen dos niveles de diseño: el primero es experimental (desarrollo tecnológico) y transcripciones a nivel cultural y material local; se quiere relacionar a la arquitectura con las transformaciones sociales y culturales. El segundo es la solución al déficit, tiene en cuenta los condicionantes establecidos localmente y la dependencia a los recursos del usuario, tanto económicos como su participación en en la autoconstrucción de la vivienda.
No se convirtieron en espacios/zonas áridas y depósitos de desecho porque no se pudiera garantizar su mantenimiento, sino por un cambio radical del hábitat, acompañado por transformaciones y mejoras en el plano social, cultural y económico. En lo que respecta al diseño, la vivienda constituía de un equipamiento mínimo sin vincularlo a un mobiliario familiar tradicional. Las condiciones sociales han mejorado debido a la conciencia política impulsada por la creación de instituciones comunales, recuperando el valor de la arquitectura.
El hábitat como una estructura urbana abierta, adecuada a la topografía urbana. Los contactos sociales y la vinculación comunitaria no deben ser obstaculizados por la construcción, sino que se deben crear contactos sociales sin importar la verticalidad o la horizontalidad. La elaboración de elementos con códigos culturales locales, como se hizo en Pedregulho o Portales, permite una relación armoniosa con el entorno y el contexto urbano y áreas verdes.
En un siglo de luchas del proletariado, no se han logrado cambios sensibles en las condiciones de vida en barrios populares en estos países, énfasis en Inglaterra; esto debido a la explotación que está siendo sometida el proletariado, en donde es imposible con el salario mínimo, acceder a una vivienda. El crecimiento de las ciudades y la absorción de estas zonas dentro de su área metropolitana, hace imposible la solución de viviendas para cada habitante, fenómeno que no ocurría en períodos anteriores al crecimiento acelerado de las ciudades. No hay una distribución de riquezas de manera igualitaria que permita subsanar el déficit, ya que el Estado burgués responde a la clase dominante.
La tipología de vivienda extravagante se mantiene entre los burgueses, prolongando la aristocracia. Van disminuyendo los recursos, van disminuyendo la posibilidad de que el usuario intervenga en la configuración de la vivienda. Las clases altas eligen los modelos, mientras que la pequeña burguesía y por ende el proletariado son sometidas a alternativas nacidas de especulaciones, pseudo ciudades como Levit Town, bloques de apartamentos con una tipología estrictamente funcional. El Estado burgués sirve como garante entre los explotados y los explotados, el plusproducto de los trabajadores es socializado y limita los beneficios del capital. Los servicios indispensables se crean con los pocos recursos restantes, pero es aquí en donde aparecen los intereses entre el Estado y la clase dominante, donde esperan que estos recursos se desvíen hacia sus intereses clasistas, y la vivienda proletaria queda relegada al último lugar, reduciendo al mínimo el aporte estatal. Considerar la vivienda como mercancía que se adquiere individualmente y que se rige por los costos del mercado y la diferencia abismal entre el alto costo de la vivienda y los medios de subsistencia precarios de la mayoría de la población, es una contradicción que convierte la producción de viviendas como una necesidad social, difícil de lograr.
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