Valores en el Matrimonio

Cada persona independientemente de su sexo, tiene definido su forma de ser, de actuar, de sentir. Sin embargo, aunque la sexualidad es un regalo de Dios, debemos saber disfrutarla de manera consciente de nuestros actos. Debemos recordar valorar a una persona no solo por su sexo femenino o masculino, sino por lo que es completamente, sus valores, sus acciones. Por eso es importante que las personas que deciden casarse, aparte de estar enamoradas, deben tratar el tema de la sexualidad claramente.

. Independientemente si la persona cree o no en un ser superior, nace con una conciencia natural, que le indica hacer lo correcto o incorrecto. Es como una brújula que nos ayuda a saber dirigir nuestros pasos; pero una conciencia entrenada por la guía de Dios hará que sea mucho mejor. Sin embargo esta autoconciencia es posible solamente a través de la mediación del otro, es decir, en la medida en que otro, dirigiéndose a mí, despierta en mí la conciencia de la parte que debo recitar en el drama de la vida y de la historia. Por eso es importante tomar en cuenta las conciencias ajenas, pues cada persona así como es diferente en sexo, personalidad y actos, también lo es en su conciencia; debemos educarla para así poder enseñarles a nuestros hijos buenos valores que harán que al meditar en su autoconciencia los ayuden a tomar buenas decisiones en la vida, pues aunque estaremos ahí para ayudarlos, no seremos eternos.

Una persona no solo se constituye de sus órganos sexuales, es algo más. Es un ser en toda la expresión de la palabra, que vive, crece y se desarrolla física, mental y espiritualmente. La sexualidad dentro del matrimonio debe ser valorada y adaptada según cada pareja. Antes del matrimonio se debe hablar con total claridad, pues no solo de amor se construye una relación, son detalles, convivencia y también sexualidad. Por otra parte, el matrimonio recién creado necesitará autoevaluar su conciencia, pues esto permitirá que en un futuro puedan transmitir los valores a sus hijos con una conciencia bien educada.

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