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El downsizing, ¿es una estrategia verdaderamente rentable?

Cuando parece que las empresas han comprendido que el downsizing como estrategia empresarial es muy eficiente tanto para las grandes organizaciones como para las PYMES -por motivos que más adelante explicamos-, Ck Pralahad, uno de los inspiradores de este concepto, nos muestra sus aspectos negativos.

Hace quince años Ck Pralahad hablaba en su libro “Competing for the future” de las enormes ventajas que podía reportar el adelgazamiento de las empresas para su mayor flexibilidad y adaptación a los cambios que, constantemente, se operan en el mercado. Poco a poco, las organizaciones empresariales fueron comprobando las verdaderas ventajas del downsizing y poniéndolo en práctica.

Pero, ¿cuáles son esas ventajas? En primer lugar, cuando las organizaciones ponen una práctica un adelgazamiento en su estructura, se desprenden progresivamente de todas aquellas actividades que no forman parte de su núcleo duro de competencias. Lo que se consigue con esto es que la organización que aplica el downsizing se especialice en lo que mejor sabe hacer, eliminando niveles jerárquicos y creando estructuras menos rígidas basadas en equipos de trabajo. Los incentivos, ahora, se asocian a medidas de rendimiento organizacional en base a los resultados que se logran en cada proceso. Consecuentemente, los trabajadores, mucho más formados (ya que conocen perfectamente las actividades primordiales de la organización) aumentan su autonomía en la empresa, a la vez que participan más del control y la coordinación de sus tareas.

Por otro lado, las grandes organizaciones, mediante el downsizing, consiguen ser mucho más flexibles y, por lo tanto, eficientes. Ahora son las PYMES las llamadas asumir las tareas que no constituyen el núcleo esencial de la organización y, por lo tanto, a comportarse como proveedoras, como motor de especialización y como creadoras de empleo a través del outsourcing, una práctica que suele seguir a la puesta en marcha del downsizing. No obstante, esto no quiere decir que las grandes compañías no desempeñen el papel de generadoras de empleo; sí que lo hacen, pero a largo plazo. Como podemos deducir, tanto la PYME como la gran entidad se benefician del downsizing.

Pero a pesar de las ventajas que se desprenden de la puesta en práctica del downsizing, en la actualidad surgen notas discrepantes en torno a este concepto, una de ellas y como ya hemos mencionado, curiosamente la del propio inspirador del downsizing, Ck Pralahad.

Según Ck Pralahad son muchas las empresas que en los últimos quince años han llevado a la práctica el downsizing, desmantelando la llamada jerarquía de gestión, hecho que, sin duda, ha aportado grandes beneficios, ya que, entre otras cosas, las empresas han ganado en flexibilidad y eficiencia. En otros casos, las ventajas se han dado parejas a algunas desventajas,

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