Victimologia

Victimología

Tal vez pensaras que la victimología es uno de los aspectos jurídicos más sencillos en este campo. Tendrás la idea de que el único propósito de esta ciencia es identificar a la victima quien obviamente es la persona que fue atacada en la realización de cualquier crimen. A pesar de la simplicidad de esta palabra, la victimología es un término extenso y lleno de complejidad. La victimología inicialmente fue definida como el estudio científico de las víctimas de un delito, definición que resume de manera clara y concisa la función de esta ciencia. Esta definición tuvo sus inicios cuando un médico de cárceles y antropólogo, llamado Lombroso, se interesó por la psicopatía de los criminales en las cárceles, dándole inicio a la victimología. Por otra parte, la victimología envuelve muchos aspectos relativos a los crímenes que son cometidos en nuestra sociedad. Si la ciencia penal y la normativa jurídica centran más sus investigaciones y estudios hacia el delito más que hacia el hombre, la victimología actúa de manera recíproca, enfocándose más hacia el hombre que participa en el delito. Sin embargo, la victimología también considera el acto delictivo que se comete al momento de la resolución del caso y la identificación de la víctima.

Por otra parte, la victimología en el ámbito penal puede ser individual o colectiva y el daño resulta del hecho de la violación de bienes jurídicamente protegidos en la normativa penal, lo que quiere decir que una víctima no necesariamente debe estar absuelta de toda culpabilidad en un crimen, lo que afecta de manera grave la resolución de un crimen, y retrasa el proceso jurídico.

La victimología se desenvuelve en un sin número de aspectos que se expondrán a continuación. A pesar de que el concepto víctima es uno simple y común, para la ciencia de la victimología es la representación de todo un reto investigativo. La razón por la que se expresa esto, es por el hecho de que en el campo de la victimología se identifican muchos grupos o tipos de víctimas. Entre estos tipos se encuentran la víctima enteramente inocente o víctima ideal, la víctima de culpabilidad menor o por ignorancia, la víctima voluntaria, la víctima más culpable que el infractor y la víctima más culpable o únicamente culpable.

Estos son sólo algunos de los aspectos que se consideran a la hora de clasificar o identificar a una víctima. A la vez que se nos hacen comprender los aspectos a considerar en el reconocimiento de una víctima a través de los procesos jurídicos, se llega al punto más vitalicio de todo este asunto; la víctima puede ser tan culpable como el criminal en el hecho delictivo. Considero necesario definir cada uno del término ya mencionados para lograr un mejor entendimiento de los mismos. La víctima enteramente inocente o víctima ideal, es toda aquella persona que no aporta nada para desencadenar la situación criminal por la que se ve afectada. Por otra parte, la víctima de culpabilidad menor o por ignorancia es denominada como tal cuando el sujeto causa su propia victimización. Ejemplo de esto es el dejar las llaves puestas en un vehículo que se encuentra estacionado. Este acto tan común, incita al delincuente a cometer el delito de hurtar un objeto ajeno.

Otro tipo de víctima muy común en nuestra sociedad lo es la víctima voluntaria, identificada cuando la misma es tan culpable como el infractor que la ataca. Por alguna razón, este tipo de víctima es mencionado al referirse a la eutanasia, el cual es un proceso o una acción en la cual una persona que se encuentra en un insoportable y extenuante dolor, suplica una muerte inducida o provocada. En este grupo también se catalogan a los suicidas, quienes son víctimas y causantes del delito de su muerte. En adición a estas clasificaciones, tenemos a la víctima más culpable que el infractor, la cual incita por su conducta al autor a cometer ilicitud penal.

Esta es relativa a la víctima únicamente culpable; cuando el infractor resulta como víctima al cometer la infracción, lo cual ocurre cuando se comete homicidio por legítima defensa. A pesar de que existe una extensa lista de clasificaciones, y éstas a su vez, son del conocimiento de quienes se dedican a estudiar los crímenes, siempre se debe investigar y considerar a toda víctima como posible móvil del delito, hasta que se demuestre lo contrario. Cuando un delincuente opta por atacar a una posible víctima, es más común que este se interese únicamente por el objeto que va a robar, y no por el sujeto al que robará.

Luego de tantas explicaciones terminológicas e investigativas, seguramente se preguntarán ¿cómo y qué tipo de castigos son aplicados a cada clasificación victimológica? Bueno, para aclarar esta interrogante es necesario explicar punto por punto, pero de manera resumida, es preciso el decir que sólo la víctima enteramente inocente está libre de todo castigo o pena legal. En este caso, quien recibe el castigo es el infractor, castigando así el crimen al que fue expuesto la víctima. Por otro lado, la víctima provocadora, por imprudencia, voluntaria y por ignorancia es condenada al igual que el infractor, con la única diferencia de que la pena que recibe la víctima es menor que la que recibirá el infractor.

Sin embargo, al tratarse de la víctima agresora, simuladora, o imaginaria, el inculpado es excluido de toda pena, puesto que las victimas cometen una acción nociva. Claro está que el tipo de pena que se le aplicará a la víctima dependerá directamente del papel preponderante que le ha cabido en la formulación del delito. Es claro que el mundo de la victimología no denota ser uno fácil y justo en el sentido de la palabra. La razón por la que me atrevo a decir esto es porque si lo pensamos con detenimiento, la justicia no es siempre justa en todos los casos. ¿Cuántas veces no se habrá encarcelado a un inocente por culpa de una víctima imaginaria? ¿A caso las autoridades son conscientes de las decisiones que toman en los procesos jurídicos? ¿Cómo saber quién es el inocente y quién es el culpable cuando se es poseedor del conocimiento de todos estos tipos de victimas falsas y que actúan como cómplices de delitos?

Gracias a los medios de comunicación, a diario somos testigos de cómo nacen nuevos criminales que se suman a nuestra sociedad, una sociedad basada en años de violencia desenfrenada. Dicho esto, surge una interesante pregunta, ¿qué ocasiona que la víctima se convierta en infractor? Las razones son ilimitadas, sin embargo, podemos resaltar algunas de las más comunes.

Antes que todo, es importante destacar que la mayoría de los infractores desarrollan un deseo por el delito desde temprana edad. Las causas son muchas debido a la complejidad de este tema como se había mencionado antes. Una de las causas más comunes, es el maltrato. Este es un enemigo mortal para todo niño, debido a que la mayoría de las personas que fueron víctimas de maltrato infantil, engendran resentimientos y desequilibrios emocionales, los cuales comúnmente llevan al sujeto a caer en la delincuencia.

Si nos alejamos un poco de este tema cotidiano, podemos abrir nuestras mentes a otras conclusiones sugeridas por expertos en la materia. Se han realizado estudios que sugieren que señalan que ciertas personas nacen con cierto tipo de inclinación natural para convertirse en delincuentes. Lo mismo se dice de algunas familias que tienden a tener un sentimiento predeterminado a ser víctimas. Este es el caso de la familia en la que ocurren episodios de maltrato, automutilación, suicidio, entre otros aspectos. Estos problemas de índole familiar pueden resolverse al tomar medidas drásticas sobre los episodios de violencia que ocurren en la misma. Lo más común en estos casos, es la prevención de violencia y el tratamiento de los problemas familiares.

Estos problemas son tratados con terapia familiar, en consulta con un psicólogo. En adición a este último aspecto mencionado, podríamos sacar un momento para hablar sobre los timos. Seguramente habrás escuchado este término anteriormente, pero para aquellos que no están relacionados con el tema, aquí se prestan unos datos muy importantes. La palabra timo es utilizada como sustantivo del verbo timar. A pesar de que la palabra timo se refiere a la glándula situada detrás de nuestro esternón, en relación al tema que estamos tratando, se refiere al verbo timar. Timar es una acción que se comete y por la cual también se generan víctimas. Timar consiste en hacer trampas por medio de guiños, engaños, promesas falsas, o cualquier método que sirva para distraer a aquella persona a la que se le desea robar algún bien, el cual generalmente resulta ser dinero.

Al dar un vistazo a todos los problemas que hemos mencionado podremos notar la razón que da inicio y se desenvuelve entre todos estos conflictos sociales y jurídicos. Me refiero a la violencia. A pesar de que neguemos el dominio que tiene este sentimiento sobre nosotros, un acto dice más que mil palabras. No obstante, esta aseveración

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