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Ética y economía

Análisis ético del mercado

Desde un punto de vista positivo

Aunque el mercado tiene ya demasiados defensores y panegiristas como para tener que insistir en las cosas buenas que tiene, podemos recordarías:

En el sistema de libre mercado los precios que se pagan para satisfacer necesidades, harían justicia tanto al valor que los consumidores asignan a los bienes adquiridos como a los costos que afrontan los vendedores para producirlos.

Estos objetivos, moralmente relevantes, se persiguen salvaguardando además la libertado individual de los participantes

Desde el punto de vista negativo

Los limites o defectos del sistema de mercado son también conocidos: las ventajas del mercado ideal de competencia perfecta. En cambio,  quienes no tienen tales recursos no ercen, en principio influencia sobre el mercado.

El mercado no reparte equitativamente. Sus ventajas para producir de manera más eficiente se contraponen a su ineficiencia para distribuir la riqueza producida. El mercado, dejado a su propia lógica, genera desigualdades.

El mercado no lo es todo. Una serie de intercambios al interior de las familias no pasan por el mercado. La asignación de recursos a instituciones tampoco se hace a través del mercado. Y hasta muchas de las transacciones que se hace a interior de las empresas y entra grandes empresas no se hacen por decisiones del mercado, sino como resultado de decisiones estratégicas o de planificación.

Las empresas modernas tienden a la creación de monopolios u oligopolios y a acuerdos para programar las cantidades y precios de sus productos. Además, la complejidad técnica y económica actual hace imposible que un consumidor medio la información requerida para elegir libremente a las que se orienta la oferta en el mercado no son ya predominantemente necesidades predeterminadas rígida o biológicamente, sino necesidades preponderante componente psíquico.

Con ello se corre el riesgo de que el aparato producto productivo, que debería estar al servicio de los fines de la sociedad y ser sólo una función instrumental, se convierta en el que determina los fines de la economía

A nivel internacional, donde no hay auténticos mecanismos de redistribución, el fallo del mercado en términos de equidad y aproximación de los niveles de vida es todavía más notable.

Se puede asignar al mercado un papel constitutivo, pero sin padecer su hegemonía

La sociedad generalmente a través del poder del Estado, tiene que poder controlar a los poderes económicos y sociales y redistribuir la riqueza producida: el sistema mecanismos de redistribución.

Mas necesaria todavía es la intervención cuando el mercado no asigna bien los recursos

Si el beneficio privado de la producción de un bien es inferior a su beneficio social nos encontraríamos- por medio del mercado- con una cantidad del bien inferior a lo que sería necesario para satisfacer las necesidades de la sociedad (ciencia, cultura, salud, arte, etc.)

Conclusión

El mercado hay que entenderlo como una forma de satisfacer las necesidades. Su eficacia en ese objetivo es lo que lo justifica. Pero también sus limitaciones y disfunciones para ese mismo objetivo es lo que hace criticable. Para la justificación del mercado y para su crítica hay que remitirse a la realidad antropológica del ser humano como sujeto de necesidades.

Fundamentación de la ética empresarial

Hablar de la ética de la empresa y su entorno resulta hoy paradójico. En efecto, hablar de ética empresarial es, directamente, hablar de justicia y solidadaria. Hablar de la empresa y su entorno social es, también directamente, hablar de competitividad y del mercado. Por una parte, sobre todo tras la caída de los socialismos de este europeo y tras el fenómeno de la globalización, triunfa el espíritu del mercado, triunfa el capitalismo.

A todas las empresas se les plantea un problema de eficacia: cómo alcanzar su objetivo con los recursos de que disponen.

¿Por qué existen en empresariales una serie de estudios de tipo humanista y social, entre ellos la ética?

¿Por qué los estudios de empresariales tienen que preocuparse de la sensibilidad humana, social y ética de los alumnos que aspiran a ir a la empresa?

Un titulado de ETEA debería tener tres tipos de cualidades: conocimientos, habilidades y captación del entorno. Supongamos que los estudios de empresariales nos proporcionan los conocimientos necesarios para las cuatro operaciones fundamentales de la empresa, para lo que podríamos llamar, en síntesis una gestión empresarial.

¿Y la captación del entorno?

No se puede entender un elemento sin ver qué papel juega dentro del sistema de qué forma parte. Ya sabemos acostumbrados a pensar que la empresa no es una isla, que es un subsistema de este sistema mayor que es la sociedad, lo que quiere decir que la empresa tiene que estar atenta a lo que pasa en la sociedad, en su entorno.

La sensibilidad humana

La evolución del capitalismo ha llevado a que haya en las empresas más sensibilidad humana hacía los beneficios materiales de los empleados, a que las empresas intenten sintonizar con el entorno sindical y que se hable del balance social de la empresa

Además, hoy la empresa trabaja mirando la globalidad del mundo. Si quiere ser competitiva, sobre todo si está ubicada en occidente, ha de ser innovadora.

Globalización e innovación son dos características de nuestro tiempo que suponen nuevos retos a la sensibilidad humana: hemos de conocer otras culturas, hemos de crear proyectos innovadores: todo trabajador de la empresa ha de ser creativo, capaz continuamente de aprender.

La sensibilidad social

Si nunca la empresa ha sido una isla hoy lo es menos. Son muchos los sectores sociales que entienden que en la empresa “algo suyo está en juego”.

Por supuesto los ahorradores e inversores; la prosperidad de una comarca depende con frecuencia de la permanencia y dinamismo de una empresa del entorno; y siempre los trabajadores se juegan su trabajo con la marcha de la empresa.

La sensibilidad ética.

Los problemas que propiciaron la sensibilidad social de la empresa, se ha ido agravado, la publicidad, la calidad defectuosa, los atentados al medio ambiente y la ventas de armas al tercer mundo…

La función que la empresa desempeña en la sociedad es el punto partida de la ética empresarial. Esto quiere decir que para cumplir esa función social, si el empresario quiere poner su empresa en línea con lo que demanda la sociedad, tiene que tener sensibilidad humana, social y ético.

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