Angel Batalla
jennycoque28 de Febrero de 2014
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Ángel Bassols Batalla: Ciencia, humanismo
y transformación de la geografía del siglo XX
La vida y obra del geógrafo Ángel Bassols Batalla, quien nació en 1925, forman parte muy destacada de nuestra historia científica contemporánea. Su trayectoria polifacética lo ubica como un científico y humanista que ha transitado del culto por la expresión literaria desde su niñez y el espíritu viajero y acucioso por la realidad que le ha tocado explorar, pasando por su formación geográfica multidisciplinar en las ramas de la geografía socioeconómica, la geografía política, el conocimiento y valoración del medio ambiente y los recursos naturales y de manera relevante el amplio reconocimiento que ha tenido su vasta obra “regionalista” que lo sitúa, sin duda, en la cúspide de los expertos en temas del desarrollo regional de México y Latinoamérica.
La trayectoria profesional de Ángel Bassols se hermana con la de notables “descubridores” de nuestra realidad que abonaron, a través de sus bitácoras, notas, reportes, tablas, croquis, mapas, ensayos y publicaciones, datos y visiones que han permitido a través del tiempo, la construcción social del México de Hoy. Sólo recordemos en esta ocasión a Manuel Orozco y Berra, García Cubas, Carlos Sigüenza y Góngora, Alejandro Vön Humboldt, el ingeniero Alanís Patiño, Fernando Zamora Millán, Ramón Alcorta, entre otras celebres científicos mexicanos.
Al lado de otros ilustres geógrafos contemporáneos que lo fueron en su momento: Jorge A. Vivó Escoto, Jorge L. Tamayo y Carlos Sáenz de la Calzada entre otras personalidades ya fallecidas, participó en la reconstitución de una ciencia del espacio actualizada y al servicio de los intereses de las mayorías y orientada a la transformación del territorio bajo principios democráticos y de justicia social.
Geografía, economía, política y sociedad han sido los senderos por los que Bassols ha transitado en su devenir académico. Narrador compulsivo y peregrino ilustrador de la cotidianeidad regional, nacional y mundial, su espíritu viajero lo ha llevado a transitar por prácticamente todos los rincones del planeta, dejando no sólo su presencia y las huellas de su andar por los lugares, también una numerosa y amplia bibliografía impresa en libros, artículos y textos diversos que en la actualidad suman cientos de miles de cuartillas disponibles públicamente en su mayoría: 47 libros personales, 55 libros colectivos, 13 libros documentales sobre sus propios “hechos y vida”, 270 artículos científicos y más de 300 en revistas y periódicos de interés general. A ello habrá que agregar los folletos, monografías, ponencias, entrevistas, discursos, comunicados, cartas y demás textos por él escritos.
Científico y viajero incansable que ha requerido de acuerdo a las exigencias de su objeto de estudio, acercarse a los problemas in situ para sustentar mejor sus aseveraciones, indudablemente confronta un gran número de realidades distintas, cercanas y distantes. Esto le ha sido de gran utilidad para reforzar una posición intelectual objetivamente nacionalista basada en la justicia social, en el humanismo materialista, pero sin perder de vista la diversidad y heterogeneidad fisiográfica, biológica, natural y cultural existente entre las diversas regiones de México. Nacido en la ciudad de México el 7 de febrero de 1925, desde niño definió su interés por dos grandes campos de su vida, por un lado la literatura y la narración que le llevó la mayor parte de su tiempo en la lectura de obras clásicas, literatura diversa y libros y manuales científicos, junto a la escritura sistemática que practica con la constancia de quien necesita expresarse a través de las letras, y por otro, el recorrer caminos de la vida lo cual lo llevó en su infancia y adolescencia, las más de las veces en compañía de su padre don Narciso Bassols García, a dibujar los primeros mapas mentales y literarios sobre la descripción de la contrastante realidad socioeconómica que siempre ha pormenorizado en su perspicaz observación. Su inquietud por vivir en carne propia esa realidad le exigió adentrarse en la vida del Noroeste mexicano y, durante su estancia en que cumplió activamente con su deber cívico del servicio militar obligatorio, se adentró en la vida de los pobladores indígenas yaquis en los valles de Sonora, compartiendo sueños, alegría, realidad y conocimiento mutuo. Algunos de sus primeros relatos geográfico-literarios que narran experiencias de esta etapa fueron incluidos incluso en volúmenes antológicos sobre relatos y cuentos de “jóvenes literatos”, al lado de ilustres escritores como Juan José Arreola; de esta etapa de su vida sobresalen sus “Relatos Mexicanos” (Los Presentes, 1954) y el cuento corto “Mi teniente Ambrosio y otros relatos” (Los Presentes, 1960). Sin duda su estancia en la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú (ex Unión Soviética) donde realizó sus estudios de licenciatura en Geografía y se adentró en otras disciplinas artísticas y literarias incluyendo el dominio de lenguas extranjeras, le significaron la impronta que lo llevó a través del tiempo a convertirse en el geógrafo mexicano del siglo XX-XXI, una personalidad acuciosa y centrada en el estudio de la realidad existente en las regiones del país y uno de los más prolíficos críticos del desarrollo-subdesarrollo mexicanos, quien en el correr del nuevo milenio profundiza su visión crítica sobre el subdesarrollo estructural que aqueja a las regiones, señalando a este proceso como fase antecedente e inequívoca de la actual etapa conocida como globalización.
Historia y geografía se entrelazan en su vasta producción escrita a través del método materialista dialéctico para desembocar en un acercamiento casi completo de la geografía mundial, un conocimiento profundo de la integración entre países y regiones y de los sistemas territoriales en que hoy se divide el mundo.
La piedra angular de la obra de Bassols está representada sin duda por la valorización de la Geografía como ciencia y como “instrumento transformador de la realidad” [Delgadillo y Torres, 1990: 14-15], así como de la utilidad que está tiene en el marco de una sociedad cambiante que requiere obligadamente de la reflexión y de la investigación para mejorar cuantitativa y cualitativamente su devenir histórico; ello representa al mismo tiempo el centro de sus preocupaciones como investigador:
La historia del pensamiento geográfico siempre me atrajo: ver cómo ha evolucionado el pensamiento humano, los descubrimientos, los libros a través de la historia. Cómo el hombre se hizo gigante. Es decir, desde la falta incluso del lenguaje escrito para dejar testimonio de lo que veía y conocía sobre la naturaleza y el uso de los recursos"... "No interesa una Geografía como pasatiempo, para llenar el cerebro de conocimientos más o menos vastos, sino para aplicarlos al problema central de nuestra época: el de la desigualdad, la miseria, el hambre y la explotación humana [Delgadillo y Torres, 1990: 14-15].
Esta relación entre geografía sociopolítica y geografía socioeconómica y su vinculación con los temas del desarrollo regional y la planeación territorial asociada al uso de los recursos naturales, han tenido sus aportes más relevantes a partir de su incorporación al Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM (IIEc) y a lo que fue la antigua Escuela Nacional de Economía (1957-1974) de la misma universidad (hoy Facultad de Economía), instituciones en las que practicó docencia e investigación compartidas. Posteriormente destaca su paso por el Colegio de Geografía de la Facultad de Filosofía y Letras de esta Universidad entre los años 1978-1996, año este último en que una merma en su salud le impone moderar el uso de la voz por lo cual decide concentrar su mayor esfuerzo y energía en actividades de investigación al interior del propio IIEc y ampliar sus etapas de recorridos y viajes necesarios para su actividad central. Si bien su actividad docente formal deja de aparecer a partir de este tiempo, no disminuye su participación en conferencias, mesas redondas, actos y eventos científicos, filosóficos, culturales, congresos internacionales y participación en eventos diplomáticos, de cuyas intervenciones quedan testimonios escritos y siguen acumulando cientos de cuartillas referentes al papel y aportes de políticos, científicos, diplomáticos, profesores, escritores, etcétera, al desarrollo de la nación y de las regiones, o los vínculos internacionales entre países, sociedades y culturas.
De este prolífico periodo de su vida también quisiera resaltar una característica propia de la obra de Bassols: la dualidad existencial producto de su formación profesional y los espacios de trabajo a los cuales ha accedido por circunstancias ajenas a su interés inicial o propias de su desarrollo científico y profesional. Si bien la formación que adquirió en la Universidad Lomonósov Estatal de Moscú le determinó una orientación preferencial por los estudios de la geografía económica teórica y aplicada, a su regreso a México procuró acercarse al gremio de geógrafos en ese entonces claramente definidos bajo el precepto de una geografía claramente institucionalizada, sin lograr mayor fortuna que el distanciamiento con buen número de ellos y dejar claro el desprecio del que fue objeto por sus enfoques y métodos de estudio novedosos que desde entonces le acreditaban. En tal circunstancia se le presentó la oportunidad de vincularse con economistas reconocidos de aquel tiempo con quienes compartió y comparte en su cotidianeidad las discusiones y visión de los grandes -y pequeños pero trascendentes- problemas nacionales y regionales. Su cercanía con ilustres catedráticos e investigadores
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