Beethoven Y Su Obra

Ludwig van Beethoven nació el segundo de siete hijos, a Johann y María Magdalena Keverich Leym Beethoven y fue bautizado el 17 de diciembre de 1770 en Bonn, Alemania. Su padre, quien era cantor, violinista y clavecinista, fue el que impulsó a Beethoven a empezar sus estudios de música. Johann fue severamente estricto con Ludwig; quería que Ludwig fuera tan exitoso como el niño prodigio Mozart.

Beethoven no era una maravilla en el piano. Sin embargo, presentó algunos conciertos en Bonn, organizados por su padre. Aunque no demostraba habilidad sobresaliente sobre el piano, demostró que era un experto en la improvisación; él tocaba de su propia creatividad en vez de enfocarse solamente a la lectura. Su padre, Johann trató varias veces de apaciguar esta práctica, porque no era lo “tradicional” en ese tiempo.

Debido a las atenciones de Johann, la personalidad de Beethoven mostraba ser una de indiferencia hacia cualquier cosa fuera del tema musical desde la infancia. Era tímido, retraído, y no se comunicaba muy bien con los demás. Esto provocó problemas en la escuela, y una apatía sobre todo lo que no era música. Más tarde, Beethoven llegaría a menospreciar grandes compositores y creerse superior sobre otros músicos.

En 1795, Beethoven se estableció en Viena, Austria y se manifestó como un pianista virtuoso. Su primera aparición en público fue una de controversia, ya que la mayoría de las personas estaban acostumbrados al sonido delicado de Mozart, mientras que Beethoven tuvo un estilo energético y vigoroso. Beethoven había logrado lo que todos los compositores aspiraban en ese tiempo: independencia económica y fama. En ese mismo tiempo, decidió separarse del piano, y empezar a componer sinfonías a las alturas de Mozart y Haydn. Esta etapa fue la etapa más heroica de Beethoven, ya que había demostrado un talento extraordinario para la composición.

En 1814 Beethoven se encontraba en el apogeo de su fama, pero esto empezó a mostrar dificultades cuando su capacidad creativa decayó cuando mostró sordera casi total en 1817 (Drake, 1994). Sin embargo, mostró poder escribir su novena y última sinfonía para el 1820. Beethoven murió el 26 de marzo de 1827 a causa de una hidropesía.

Sus primeras sonatas, eran reflejos del periodo clásico es decir, se parecían a las obras de Mozart y Haydn. Sus primeras sonatas fueron compuestas entre 1782 y 1783. No fue hasta 1802 que descubrió otras posibilidades para componer. A partir de esto, Beethoven da riendas sueltas a su creatividad, y le da una nueva sonoridad orquestal a sus obras. En 1805 compone la sonata Appasionata, que fue una de las obras favoritas de Beethoven. Beethoven estaba creando sonoridades que nunca antes habían sido alcanzadas. Cuando compuso Waldstein, creó un precedente histórico para el piano que sería muy difícil sobrepasar (Meister, 2008). Para el 1812, Beethoven parece crear todas sus obras con

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