Obras de Freud
Matt_ItuEnsayo23 de Septiembre de 2011
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Para poder entender la relacion que plantea Freud en el texto “sobre la psicología del colegial” entre el pedagogo y el alumno, se es necesario tomar como referencia, al igual que lo hizo el autor en el informe, a la infancia del niño en relacion con las figuras paternas, las cuales formarán activamente su relación y su conducta frente a las demás figuras sociales extra parentales, en este caso en particular, los maestros en las instituciones educativas. Referencia que intentaremos explicar a continuación.
En primer lugar, el texto “Sobre la psicología del colegial”, marca dos fases importantes en el desarrollo de la infancia del niño varón.
En la primera infancia, el joven vive un proceso en el cual se pone a la figura paterna como un perturbador de la vida pulsional. Este proceso corresponde directamente al desarrollo de la libido en el joven, donde se da el llamado “Complejo de Edipo”, en el cual se genera en la madre del niño el primer objeto de amor de este (ya sea por el amor que le brinda esta el cual le genera placer, ella lo alimenta, lo atiende y lo cuida), generando contra el padre un determinado “odio” por ser una directa intervención indeseable en la relacion del niño con su madre. En este complejo edipico, se genera una ambivalencia de sentimientos, donde no solo se quiere imitar a la figura paterna sino también se busca eliminarla para ocupar su lugar con la madre.
En la segunda mitad de la infancia la Imago del padre, sufre una alteración la cual genera en el niño el sentimiento y la capacidad de criticarlo y desvalorizarlo, es decir, que el padre que hasta ese momento tenia una imagen para el niño de suma omnipotencia, deja de serlo en la segunda infancia, el padre no es una figura inalcanzable para el infante, sino que ya pasa a ser una persona mas del montón, la cual puede afrontar y alcanzar.
Este gran corte que se da entre las dos etapas de la infancia, se inicia al momento en el cual el varón comienza su vida en sociedad apartada de las figuras paternas, normalmente asociado con la etapa de escolarización del joven. En esta etapa de escolarización, donde no solo se relaciona este con distintos tipos de personas nuevas sino que también se inicia para este, el proceso pedagógico, el niño comienza a crecer intelectualmente por la ayuda del maestro.
Así, las representaciones imaginarias vividas en la primera y la segunda infancia se trasladan a las figuras de autoridad más cercanas, en este caso en particular, los maestros.
Este ejemplo, si lo tamos a nivel colectivo en la infancia podemos configurar arquetipos asociados con los docentes, los cuales para el niño en proceso de desarrollo, se convertirán en los sustitutos de los padres, al cual le salimos al encuentro con la ambivalencia adquirida en el ámbito familiar por la figura paterna.
Con el siguiente recorte del texto intentaremos resumir un poco lo dicho anteriormente:
“En esta fase del desarrollo del joven es cuando se produce su encuentro con los maestros. Ahora comprendemos nuestra relacion con los profesores de la escuela secundaria. Estos hombres, que ni siquiera eran todos padres, se convirtieron para nosotros en sustitutos del padre. Por eso, se nos aparecieron, aun siendo muy jóvenes, tan maduros, tan inalcanzablemente adultos. Transferiamos sobre ellos el respeto y las expectativas del omnisciente padre de nuestros años infantiles, y luego empezamos a tratarlos como a nuestro padre en casa. Les salimos al encuentro con la ambivalencia que habíamos adquirido en la familia, y con el auxilio de esta actitud combatimos con ellos como estábamos habitualmente a hacerlo con nuestro padre carnal. Si no tomáramos en cuenta lo que ocurre en la crianza de los niños y en la casa familiar, nuestro comportamiento hacia los maestros sería incomprensible; pero tampoco seria disculpable.”
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