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Obra El túnel


Enviado por   •  2 de Septiembre de 2011  •  Trabajos  •  2.623 Palabras (11 Páginas)  •  975 Visitas

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El túnel

Juan Pablo Castel, el pintor que mato a María Iribarne su amada, cuenta su crimen con la esperanza de que al menos una persona, una siquiera pueda comprenderlo, pero desafortunadamente esa personal es justamente a la que mato.

La conoció en una de sus exposiciones en la cual le fastidia mucho porque siempre tiene que escuchar a los críticos(charlatanes) que no paraban de alagar sus pinturas, en fin, ahí se encontraba María observando fijamente una de sus piezas titulada “maternidad”, pero a pesar de la distancia que había entre los dos él pudo notar de que no estaba mirando la escena principal del cuadro, al contrario, miraba una pequeña escena en la ventana, en la que se podía observar a una mujer que caminaba en la playa, mirando el océano como si estuviera esperando algo ansiosamente, una escena de absoluta soledad.

De repente desaparece entre la multitud, haciendo entrar a Juan Pablo en una inmensa depresión al punto de no dejarlo dormir en las noches.

Un día mientras estaba en una exposición ve a María pasando por la acera de la otra cuadra, con una mescla de alegría y desesperación, por lo cual sin darse la sigue hasta el edificio T en la cual antes de que María subiera al ascensor la detuvo, preguntándole sobre el ¿porqué se quedo mirando fijamente al pequeña escena de la ventana y si la recordaba?, tras una serie de reacciones algo cómicas(a mi ver) ella le dijo “que lo recordaba constantemente”, avergonzada por su respuesta salió corriendo del lugar.

Juan Pablo se quedo impactado por la respuesta, cuando se dio cuenta de que María había salido corriendo la persigue sin importarle de lo vergonzosa de la situación, pero al ver que ya no podía encontrarla ese día, decidió regresar la mañana siguiente y efectivamente la volvió a encontrar, la agarro del brazo y la llevo hasta la Plaza San Martín sin detenerse hasta llegar para poder conversar con María, hablar sobre la pintura, de que él no quería separarse de ella, que era necesaria y fundamental porque el sabia que ella pensaba igual que el.

María le dijo a Juan Pablo que tenía que irse, pero antes de eso él le pide su número telefónico y esa misma noche decide llamarla. Cuando por fin contestan el teléfono, responde una muchacha, quiero hablar con la señorita María Iribarne-dijo el-ella titubea antes de contestar, cuando por fin logra hablar con María le dice que espere un rato que va a serrar la puerta pero no le dice con su tono de voz normal, más bien con uno al estilo oficinista lo cual lo hace quedar en shock, cuando por fin la puerta esta serrada María contesta con su voz de costumbre, Juan le pregunta porque no podía hablar normalmente antes, a lo cual responde que entraba y salía gente, solo cuando la puerta está cerrada saben que no deben molestarla.

Después de tanto parloteo Juan Pablo le dice que no podía dejar de pensar en ella, pero María solo dijo que había pensado en todo, pero Juan Pablo irritado porque no le respondió de la misma forma que el, en eso María le dice a Juan Pablo que tenía que colgar porque alguien la estaba llamando, antes de colgar Juan Pablo logra decirle que la llamara mañana temprano.

Al día siguiente la llama pero le informan que María había salido de viaje al campo, horrorizado Juan Pablo sale de inmediato para la casa de María, cuando llega y toca la puerta le abre un mucamo, ya en la sala se da cuenta de la cantidad de libros que avía y decide ver en la biblioteca, de repente se da cuenta de una presencia que estaba mirándolo desde una esquina de la habitación, cuando se da la vuelta de puede percatar de que la persona que lo estaba mirando era en realidad ciego. Ambos se presentaron, su nombre era Allende, marido de María, Juan Pablo se queda congelado como roca, justo después reaccionar el Sr. Allende le alcanza una carta que María le había dejado diciéndole que puede leerla con toda confianza, todo temeroso leyó la cara:

Yo también pienso en usted

María

Después de entregar la carta, Allende comento que María ha viajado a la estancia donde se encontraba su primo Hunter, me retire pensativo por todo lo que había sucedido, incluso se me había olvidado preguntar cuando volvería María, decidí llamar nuevamente a la casa para pregunta la dirección de la estancia para enviarle una carta para saber cuándo volvería y que respondiera lo más pronto posible.

Nuestra conversación mediante las cartas al principio fue tierna al punto de lograr hacerme ver el mudo como algo hermoso “como para morirse de risa”, pero luego de unas cartas fue algo brusco haciendo que una especie de locura me invadiera.

Uno día después de mi última carta recibí su llamada, diciendo que apenas llegara a su casa hablaríamos, y tal como lo dijo me llamo, acordamos encontrarnos en la Recoleta a las 8 pm, apenas nos encontramos la agarre con rudeza repitiendo su nombre” ¿porque te fuiste a la estancia, porque me dejaste solo?, mientras ella permanecía en silencio, cuando por fin retome la calma logre hacer que me respondiera, terminando por hacer una tonta pregunta ¿cuántos años tenía? Su reacción me asombro mucho ya que cuando le dije que tenía 38 años respondió que era demasiado joven, lo que me dio a entender que ella era mucho mayor, lo cual no parecía lógico ya que ella no parecía pasar de los 20 años.

Durante más de un mes nos encontramos prácticamente todos los días, paseábamos por los parques como si fuéramos dos adolecentes enamorados, pero con el tiempo esos momentos tiernos y encantadores fueron haciéndose escasos y fugases, en mi desesperación por la distancia que parecía acercarse, la poseía con violencia, como si tuviera sed de algo, hubo un momento que al escuchar sus gemidos de gozo me entro en la cabeza la idea de que María hacia lo mismo con Allende, lo cual me llevo a otra conclusión: “finge placer” con más rabia la tome e incluso al terminar de tener relaciones, la llame puta, ella se quedo paralizada un instante, luego continuo vistiéndose, en mis desesperación por a verla llamado de una manera tan horrible me arrodille ante ella rogándole que me perdonara, llore ante ella y cuando le agarre el rostro para poder verla, estaba llena de lagrimas, había estado llorando en silencio, aun peor para mí, me puse a llorar ante ella, me humille por completo hasta poder ver su rostro más tranquilo.

Una tarde mientras conversábamos, bueno, prácticamente la estaba interrogándola, ¿amas a Allende? ¿Lo amas igual a como lo amabas cuando te casaste con él? ¿Te acuestas con él? en una de sus respuestas

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