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Biografia Del Doctor Martin Lutero


Enviado por   •  27 de Febrero de 2013  •  2.316 Palabras (10 Páginas)  •  341 Visitas

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BIOGRAFÍA DEL DOCTOR MARTÍN LUTERO

« EL PADRE DE LA REFORMA »

« Castillo fuerte es nuestro Dios, Defensa y buen escudo;

Con su poder nos librará

En este trance agudo.

Con furia y con afán

Acósanos Satán;

Por armas deja ver Astucia y gran poder:

Cual él no hay en la tierra ».

Martín Lutero es la figura más destacada del protestantismo. Muy en contra de su voluntad ha dado su nombre a la iglesia madre del protestantismo, la Iglesia Evangélica Luterana. « No llaméis a los que me siguen luteranos », decía, « sino cristianos. En virtud de su gran humildad y de que él ansiaba la sola exaltación de Cristo, no nos sorprende oír de sus labios esta protesta. Pero de igual manera que el nombre de « cristiano » fue usado como señal de desprecio por los enemigos del cristianismo, así el nombre de « luterano » fue usado como señal de desprecio por los enemigos de la Reforma.

DE LA LEY A LA RELIGION

Lutero, hijo de un minero, nació en Eisleben, Alemania, el día 10 de noviembre de 1483. Fue uno de esos niños ambiciosos que tan frecuentemente se levantan con sus esfuerzos propios y su trabajo sobre las limitaciones que las condiciones adversas de familia y hogar imponen. Su deseo de hacerse abogado lo compartía con él su padre, y estaba ya en camino de lograr este deseo cuando Dios le hizo cambiar sus pensamientos hacia la vocación religiosa. Había caminado un largo trayecto desde el humilde hogar de un minero hasta la gran universidad de Erfurt. Sabía de las privaciones que los estudiantes pobres sufren cuando el deseo de educarse los domina. Ahora que estaba ya a la puerta del triunfo la iglesia le llamó y él contestó al llamado.

Se cuenta que Lutero regresaba a la universidad de Erfurt de una visita a su hogar paterno. Una tormenta le alcanzó en el camino y un amigo que viajaba con él fue muerto por una descarga eléctrica. No es fácil separar lo legendario de lo verídico en este relato, pero sabemos que en un momento de gran terror, durante una tormenta, Lutero hizo votos a Santa Ana de que se haría monje si sobreviviese. Aunque sus amigos se disgustaron mucho y su padre tuvo un desengaño que le hizo reprobar a Lutero el resto de su vida, Lutero, sin embargo, cumplió su juramento. Este relato nos trae a la memoria la conversión de Saulo en el camino de Damasco.

Otros factores habían estado trabajando en su alma. A ningún joven normal de 22 años le afecta tanto una cosa tal como una tempestad eléctrica hasta hacerle cambiar enteramente el curso de su vida. La tempestad que cambió su propósito en la vida era una tormenta interna dentro de su alma. Los rayos que arrojaron la paz fuera de su corazón eran nubes de culpabilidad, el sentido del pecado. Una terrible epidemia había hecho estragos en Erfurt. La muerte le había rodeado, y se había dado cuenta de que no estaba preparado para enfrentarse con su divino juez. Así, pues, renunció a su carrera mundanal para dedicar su vida entera a la salvación de su alma.

EN BUSCA DE PAZ

Pero la paz interior que buscaba en el monasterio no la encontró. Siguió al pie de la letra las reglas monásticas de los agustinos. Pero los ayunos y los rezos y el estudio incesante no le dieron certidumbre ni alivio a su tormento interno. En días y noches del invierno muy fríos tiritaba en su fría celda; se privaba de comer hasta que, como dijera alguien, «se podían contar sus huesos »; y en más de una ocasión fue hallado desvanecido en el piso de su celda; pero a pesar de todos estos tormentos, la certeza de la salvación no le llegaba.

Lutero conocía el hebreo, el griego y el latín. Leía los escritos de los padres apostólicos y estudiaba la Biblia. Consultaba a sus monjes hermanos y a sus superiores. Finalmente, hizo su gran descubrimiento: « El justo vivirá por la fe » (Romanos 1:17), ya su alma vino un alivio que leproporcionó un sentido de seguridad. Le quedaba un largo trayecto que recorrer, pero ya había empezado la jornada. Nosotros, los que tenemos la herencia del conocimiento del misericordioso amor de Dios, no podemos darnos cuenta del gozo que Lutero sintió cuando descubrió que Cristo le había salvado de una vez y para siempre. Era como un prisionero a quien le rompen sus grillos.

Podría ahora mirar a Dios sin temor, como el niño a la faz de su padre.

ROMPE CON ROMA

Desde este punto en adelante se acentúa la ruptura entre Lutero y la Iglesia Romana. La visita a Roma del sincero monje alemán en el año 1510 no aumentó su confianza en la iglesia y sus jefes. Un lujo sin precedentes y una hipocresía grosera entre los más altos dignatarios de la iglesia produjeron en Lutero un profundo disgusto. Sin embargo, todavía no había pensado en romper con Roma. Regresó a Alemania y aceptó una cátedra en la Universidad de Wittenberg. Su erudición, acompañada de una sinceridad a toda prueba, le atraían multitudes a sus conferencias, y su popularidad crecía de día en día.

Entonces fue que vino la venta de indulgencias. Se alentó a las multitudes a creer erróneamente que las indulgencias eran certificados de perdón de pecados extendidos por autorización papal a tanto por certificado y que el precio dependía de la gravedad del pecado para el cual se buscaba perdón. El mejor vendedor en Alemania era un tal Juan Tetzel. Este Tetzel hubiera sido un excelente propagandista o anunciador en nuestros días, pues usaba de aparatosos medios, tales como procesiones con estandartes y banderas, algarabía e ilimitadas promesas. El dinero recolectado de esta manera iba a ser usado para la construcción de la Iglesia de San Pedro en Roma. La teoría sobre la cual se basaba esta práctica era la de que la iglesia era el guardián depositario de las buenas obras de los santos, y podría acreditarlas a la cuenta de cualquier pecador. Este crédito, desde luego, acortaría materialmente su permanencia en el Purgatorio. A Lutero esto no pareció ser otra cosa que blasfemia y pronto se levantó en abierta rebelión.

NACE EL PROTESTANTISMO

El día 31 de octubre de 1517, fecha conocida como el día del nacimiento del Protestantismo, Lutero formuló su primera protesta. Se acostumbraba en aquellos tiempos usar las puertas de las iglesias

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