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Biografias


Enviado por   •  6 de Marzo de 2012  •  9.940 Palabras (40 Páginas)  •  377 Visitas

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Cecilio Acosta

San Diego de Los Altos el 1 de febrero de 1818 - fallecido en Caracas el 8 de julio de 1881), fue un escritor venezolano, además de periodista, abogado, filósofo y humanista. Según el escritor Rufino Blanco Fombona, desde el ensayo Estudios Históricos, Acosta nace en 1819, en una aldehuela de Caracas conocida con el nombre de San Pedro.

Carrera

Hijo de Ignacio Acosta y de doña Margarita (fallecida en 1881), nace en el seno de una humilde familia. Su primera educación estuvo a cargo del presbítero Mariano Fernández Fortique. En 1831 ingresa al Seminario Tridentino de Santa Rosa, en Caracas, inicia la carrera sacerdotal y se doctora en Teología y como Abogado de la República. En 1840 abandona, pasa por la Academia de Matemáticas, donde se recibe de agrimensor.1 Comienza la carrera de filosofía y derecho en la Universidad Central de Venezuela, recibiéndose luego de abogado.2

Comenzó publicando ensayos en periódicos de su país, como La Época y El Centinela de la Patria, alrededor de 1846 y 1847.2

En 1848 es nombrado Secretario de la Facultad de Humanidades de la Universidad Central, y se desempeña como docente en las cátedras de Economía política y Legislación Universal Civil y Criminal.2

Entre 1908 y 1909 se publicaron cinco volúmenes de obras completas, donde se muestran sus variados planteamientos políticos, económicos, sociales y educativos. También escribió poesía,2 y es recordado por Blanco-Fombona con la siguiente aseveración: "... ¿Por qué merece especial recordatorio Cecilio Acosta? Cecilio Acosta merece especial recordación porque fue uno de los mayores prosistas de la lengua castellana en todos los tiempos, porque fue pensador osado, gran jurisconsulto, espejo de rectitud y paradigma de virtud ciudadana...". Además fue redactor del Código Penal de Venezuela.

Sumido en la pobreza, muere en 1881. José Martí le dedicó un ensayo publicado en la Revista Venezolana.2

Sus restos descansan, desde 1937, en el Panteón Nacional.2 . Crítico y defensor de las libertades políticas y sociales, dejó escrito en 1868: "... No queremos que la tiranía, que busca tinieblas, tenga adoradores, ni la ignorancia, que la sirve, prosélitos.".3

ObrasCosas sabidas y por saberse o Federación colombiana, tolerancia política, universidades e instrucción elemental y cuestión holandesa (1856). Título original, Cosas sabidas y cosas por saberse, en su primera edición de 1856.Caridad o frutos de la cooperación de todos al bien de todos (1855)• Estudios de Derecho Internacional (Ed. América, 1917)

• Influencia del elemento histórico-político en la literatura dramática y en la novela (póstumo, 1887)

• Obras completas (1908 - 1909)

• Obras completas (ed. definitiva, 1981)

Adriano González León

Valera, 14 de noviembre de 1931 - Caracas, 12 de enero de 2008) fue un escritor y poeta venezolano, conocido por sus cuentos y novelas, especialmente País Portátil y Viejo.

Estudió en la Universidad Central de Venezuela en Caracas y ejerció labores de docente y diplomático. Comprometido con la política, luchó en los años 1950 contra de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y apoyó los ideales revolucionarios en los años 1960 como editor de la revista Sardio.

A los quince años de edad, Adriano González León fue corresponsal del diario El Nacional en la zona andina y a los 24, ya graduado de abogado en la Universidad Central de Venezuela (UCV), donde además fue profesor de literatura, fundó con Guillermo Sucre, Edmundo Aray, Rodolfo Izaguirre, Efraín Hurtado y otros el grupo Sardio, que editó una revista del mismo nombre que difundía escritores de todo origen y de gran compromiso político.

Fue un activo luchador de izquierda contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en los años 50. Más tarde colaboraría con revistas como Letra Roja y El Techo de la Ballena. El Nacional también le dio el premio del Concurso Anual de Cuentos de 1956 por “El lago”.

Sus primeras incursiones en la literatura fueron como cuentista, con las obras Las hogueras más altas (Buenos Aires, Goyanarte, 1959; Premio Municipal de Prosa 1958), Asfalto-Infierno y otros relatos demoníacos (El Techo de la Ballena, Caracas, 1963) y Hombre que daba sed (Jorge Álvarez, Buenos Aires, 1967), donde describía ambientes urbanos y campesinos sombríos y dramáticos.

Además publicó Damas (1979), De ramas y secretos (poesía; Rayuela, Caracas, 1980), El libro de las escrituras (serigrafías de Marco Miliani; Ediciones de Galería Durban-Arte Dos, Caracas-Bogotá, 1982),Solosolo (1985), Linaje de árboles (Planeta, Caracas, 1988), Del rayo y de la lluvia (crónicas poemáticas; Contexto Audiovisual-Pomaire, Caracas, 1991), Viejo (Alfaguara, 1995), El viejo y los leones (cuento para niños; Rayuela, 1996), Hueso de mis huesos (poesía; ilustraciones de Manuel Quintana Castillo; Rayuela, Caracas, 1997) y Viento blanco (Rayuela, Caracas, 2001), así como la antología de sus relatos, Todos los cuentos más Uno (Alfaguara, 1998). En 1978 había obtenido el Premio Nacional de Literatura y en 2003 el doctorado honoris causa de la Universidad Católica Cecilio Acosta (Única), de Maracaibo.

En los años ‘60 es designado primer secretario de la Embajada de Venezuela en la República Argentina. De vuelta a Venezuela trabajará como profesor de la Facultad de Economía de la UCV. Durante quince años mantendrá en el canal del Estado venezolano Televisora Nacional (canal 5) el programa Contratema, sobre literatura.

En 1968 obtiene el premio Biblioteca Breve por la novela País portátil, que narra la épica historia de la familia trujillana Barazarte a través de los recuerdos y vivencias del último de sus hijos, Andrés. La obra fue llevada al cine en 1979 por los realizadores venezolanos Iván Feo y Antonio Llerandi.

En 1986, en el rol de Tío Pancho y junto a Marialejandra Martín, actuó en la película venezolana Ifigenia.

A mediados de los ‘90 retornará al servicio diplomático como agregado cultural de Venezuela en España, país en el que volvería a la televisión, como colaborador y frecuente presentador del espacio Taller Abierto de la Televisión Educativa Iberoamericana.

En los últimos años había retomado su columna semanal en El Nacional, bajo el título “Duende y Espejo”, y fue uno de los impulsores de la iniciativa “Escribas”, en la que dirigió cátedras literarias junto a otros destacados autores venezolanos.

Como

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