De las cronicas de jimenez

De las crónicas de Jiménez,

Por: Francisco Espinel Forero         

Aunque ustedes poco lo deben conocer, me permito hacer un recuento sobre lo que para los lectores de la literatura de hechos reales, representan sus historias narradas en un estilo personal. Bien lo decía Sergio Ramírez ^[a]en su columna La Crónica Revive: “un genero que desde el periodismo le presta a la narrativa de ficción sus elementos de veracidad basados en el rigor de la investigación”.

Juan Luis Jiménez, que nació en 1915 en Bogotá, entre 1932 y 1946 trabajó como reportero de la sección judicial de El Tiempo, y la gente se pregunta porqué tuvo tanto impacto su trabajo periodístico, que trataba de crímenes  y problemas sociales, en los que al mismo tiempo lograba mezclar su capacidad investigativa con su impresionante imaginación para recrear desde la descripción narrativa cualquier escenario digno de una novela.

A través de sus escritos se cuentan anécdotas simpáticas que ayudan a entender de dónde sale el misterio que se ha tejido alrededor de su persona. Ximénez, como él mismo solía apodarse, se definía a sí mismo como "un cronista, un reportero vil, un escritorzuelo estúpido e ingenuo" que se hizo famoso al inventar que los protagonistas de sus reportajes acostumbraban dejar alguna nota o poemas.

Entre sus travesuras, según una publicación del Banco de la República^[b], hubo una que consistió en la invención de un ladrón apodado “Rascamuelas”, que se hizo tan conocido que causó pánico entre los habitantes de los barrios donde Ximénez lo hizo aparecer. Hasta tal punto llegaron las cosas, que el comandante de la policía metropolitana organizó una operación para capturar al ladrón e invitó a varios periodistas, entre ellos a Ximénez.

Hoy después de mas de 70 años de trabajos, como el de LA CALLE DE LAS ESMERALDAS, de los años 30,  nos hemos aventurado con mis estudiantes de Análisis y Producción de Textos a entender desde la maraña de su bien sediciosa crónica, cuales son los elementos gramaticales que usa y porqué se encuentra en la descripción el mejor aliado para el suceso que narra.

“¿Profe este cuándo fue escrito?; ¿Por qué usa ese lenguaje tan chistoso?,  y, ¿Cómo hacemos para entender ese vocabulario tan rebuscado?” fueron algunas de los cuestionamientos que me hicieron algunos de los jóvenes; yo sin embargo, frente a su muy ligera forma de abordar el autor en mención, he procurado que su obra sea entendida desde una comprensión plena, tanto en los significados de las palabras (algunas complejas para los jóvenes de hoy), hasta el nivel metasemántico de su contexto social.

Y es que acordémonos que de acuerdo con un estudio de la RAE^[c] (Real Academia de la Lengua Española), de 90 mil palabras posibles que tiene el español, el común de la masa hablante solo maneja un 10%., eso quiere decir que para los educandos de hoy, cada vez que se enfrentan a las pruebas Saber Pro, donde el 35% de las preguntas se basan en comprensión lectora, estarán en desventaja de resolver estas pruebas por su escaso manejo de vocubulario.

Carlos Lleras Restrepo fue un presidente de Colombia que se destacó, entre otras cosas, por su pasión por el idioma español; dicen los historiadores, que desde muy joven se dedicó a aprender una palabra nueva del español, cada día de su vida, y cuando estaba pronto a fallecer en 1994, reconoció que no había logrado cumplir con el 100% de nuestro idioma.

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