ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Etica


Enviado por   •  29 de Julio de 2015  •  Apuntes  •  1.328 Palabras (6 Páginas)  •  310 Visitas

Página 1 de 6

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA.  FACULTAD DE MEDICINA

DEPARTAMENTO DE BIOÉTICA

Julio DE 2015

STATUS MORAL DEL EMBRION HUMANO

En la Grecia clásica, las mujeres, esclavos y bárbaros ocuparon una zona que podría llamársele de crepúsculo moral. Para entonces, su status moral fue debatido, acordándose situarlo por debajo del que se concedía a los ciudadanos libres. Hoy día,  los fetos, animales no humanos, especies biológicas y ecosistemas, ocupan una zona  crepuscular similar[1]. Y qué decir del embrión humano. De él,  algunos autores han expresado que representa una entidad ambigua que se desliza profundamente entre categorías morales y jurídicas en el marco del actual debate sobre el aborto o por su utilización en investigaciones de células madre[2].  Ante esta realidad, diversas voces claman por su status moral. Muchos grupos le atribuirían un status moral pleno al embrión humano y a los otros entes mencionados en cuestión y frecuentemente buscan la protección legal para ellos. Así por ejemplo, ya algunos hablan de “derechos civiles” para los animales no humanos. Y no parece distante esa posición porque recientemente el Consejo de Estado en Colombia, sentenció en materia de derechos para animales no humanos para  evitarles que sean sometidos a dolor y sufrimiento. Pero en contravía, otros grupos representativos sostienen que esos entes en cuestión no tienen status moral pleno.

Esas posiciones indicarían que cuando se intenta extender la comunidad moral  demasiado lejos o en dirección equivocada, podría ponerse en riesgo de peligro el privilegio de un pleno derecho moral para la especie humana.

Es de notar que tales disputas no son únicas de nuestra era. Desacuerdos acerca de la permisibilidad moral de sacrificar animales no humanos hacen parte de la tradición filosófica occidental por miles de años. Si el mundo no humano tiene valor intrínseco o solamente instrumental, es también un tema de tan vieja data como el comienzo de la recordada historia humana. Lo que puede ser distinto de nuestra era postmoderna es la intensidad con la cual se debate el tema del status moral de ambos entes: humanos y no humanos.

De esos debates, el aborto, tema muy comentado actualmente en nuestro país, es uno de los más amargos. Los oponentes al aborto le atribuyen al embrión humano y al feto un status moral al menos tan fuerte como al de otros miembros integrantes de la especie humana. En sus ojos, las mujeres que abortan voluntariamente y los médicos que practican  abortos son culpables de homicidio premeditado o algo parecido.  En respuesta, los defensores de los derechos de las mujeres que elijen abortar, argumentan que embriones y fetos, especialmente durante las etapas tempranas de su desarrollo, no tienen status moral pleno. Ellos afirman, además, que las mujeres no pueden ser iguales y miembros responsables de la comunidad moral humana, si a ellas les son negados los derechos a terminar la gestación no deseada y por los que ellas mismas creen estar con suficientes buenas razones.

Entretanto, el movimiento que amplía la comunidad moral ha estado cobrando fuerza. Defensores de los animales, argumentan que algunos animales no humanos tienen status moral, el cual es el mismo o muy cercano al que se confiere a la especie humana.

Tanto antiabortistas y proanimalistas, son movimientos individuales que su principal objetivo es elevar el status moral de ciertos individuos y fortalecer la protección legal provista para ellos.

Pero qué entendemos por status moral. Para Mary Warren, tener  status moral  es ser moralmente considerado y obtener de los agentes morales obligaciones morales. Si un ente tiene status moral, estamos obligados en atender sus necesidades, intereses y bienestar; no meramente porque protegerlo puede beneficiarnos, o a otras personas, sino porque es necesario otorgarle importancia moral por derecho propio. Y es que en materia de derechos hay dos teorías que defienden su significado: la teoría de la selección ve los derechos como seguridad en la protección y promoción de la autonomía o libertad; y la teoría del interés ve los derechos como el fomento del bienestar del individuo. Claramente, sobre la teoría de la selección, los autores Devolder y Harris sostienen que los embriones no pueden poseer derechos porque no son autónomos y por lo tanto sus derechos no pueden analizarse en términos de selección. De acuerdo a la teoría del interés los derechos del embrión son problemáticos, porque no pueden experimentar bienestar. Carecen de un sistema nervioso central y son incapaces de tener experiencias. Es decir, carecen de sensibilidad.  Se cuestiona por lo tanto, el criterio que debe usarse para atribuir status moral a entes como el embrión. Esa cuestión va más allá del interés académico sobre temas urgentes de nuestro tiempo, en tanto muestra señales de permanecer vigente en la actual centuria e incluye muchos temas, por ejemplo; si las mujeres tienen el derecho moral para acceder al aborto legal y seguro.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (8.3 Kb)   pdf (132.4 Kb)   docx (14.7 Kb)  
Leer 5 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com