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Hablando de locura y de lo difuminada que se encuentra


Enviado por   •  22 de Septiembre de 2011  •  4.712 Palabras (19 Páginas)  •  1.051 Visitas

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Hablando de locura y de lo difuminada que se encuentra la línea que la separa de cordura; menciona a Einstein y de la razón por la que a través de una experiencia de este científico, logra inferir que el yo o Superego posee una capacidad limitada de lograr mantener a raya al Ello o mejor descrito a las fuerzas inconscientes, y que hasta cierto punto el Superego es incapaz de controlar al Ello.

Digamos entonces que el Superego es la parte de nosotros que según nuestras propias creencias nos hace posible convivir en sociedad sin que nadie nos clasifique como locos ó culpables al no dejar escapar a nuestro Ello, reprimiéndolo puesto que representa una parte de nosotros que negamos y que no quisiéramos conocer, dicha responsabilidad y necesidad por reprimirlo se traduce en el temor de no lograrlo, dando lugar a la culpa, que es en si fuente de toda Neurosis.

Estos estudios acerca del superego y el ello logran descubrir que en muchos pacientes los trastornos psíquicos son engendrados por un sentimiento estrangulado y que cuando se logra liberare ese sentimiento entonces las manifestaciones de la histeria provocada también ceden. El proceso que eligió para lograr esta liberación fue el la asociación libre, es decir lograr que el paciente haga un asociación por ejemplo de sus sueños mediante palabras obteniendo resultados significativos y reales.

Hablando del ello podemos comenzar que diciendo que “no hay nada que corresponda a la representación del tiempo” y tampoco conoce ni sigue las normas que imponemos ni nosotros ni la sociedad. El papel liberador que juegan los sueños en cuanto al ello, puesto que soñamos “bajo su imperio” siendo este la representación más verosímil de nosotros mismos, puesto que en el sueño el superego es incapaz de evitar la realización de nuestros deseos; sean cuales sean.

La manifestación de ello como hasta ahora hemos visto abarca principalmente dos hecho, uno, su manifestación a través de las manifestaciones de histeria y dos en situaciones menos severas como los actos fallidos de quien también es responsable el inconsciente o ello.

Dichos actos fallidos se manifiestan de diferentes maneras principalmente en dos; cuando decimos algo que no queríamos decir o cuando perdemos algo que no queríamos perder, me refiero a que; “no queríamos perder” conscientemente pero inconscientemente era un deseo importante, es entonces cuando se evidencia la incapacidad del superego de mantener a raya al ello constante y perpetuamente.

Otra manifestación importante de ello y muy común en la vida del hombre y en la sociedad es el denominado complejo de Edipo, teoría básica al hablar de Freud.

Carta III

“El caso del pequeño Hans”

“En menor o mayor medida todos los niños albergan sentimientos suicidas hacia sus hermanos menores”

El capítulo abre con las que considero son las líneas más relevantes del mismo; “Fue en los miedos de un niño de cinco año en donde Freud comprobó el Complejo de Edipo (el odio al padre del mismo sexo ante el deseo amoroso por el padre de sexo contrario)”

Este capítulo es particularmente interesante puesto que antes de Freud nadie siquiera podía suponer la existencia de la sexualidad infantil, razón por la cual también es trascendente.

El individuo que Freud utilizo para comprobar su teoría acerca del complejo de Edipo fue un niño de 5 años (como ya se menciono) llamado Hans, cuyo padre psicólogo, estudiaba con Freud.

Freud eligió a Hans porque a partir del nacimiento de su hermana, Hans desarrollo un miedo a salir a la calle (denominada agorafobia, miedo a los espacios abiertos), debido a que este miedo no era desarrollado específicamente por algo, se denomina angustia más que miedo, entonces el primer paso al que recurre el psicólogo es lograr precisamente ésta conversión de miedo a angustia, aclarar la causa real y concreta.

El seguimiento del desarrollo de la enfermedad de Hans, lo hizo su padre, a partir de que su angustia fue canalizada y aclarada, como: el miedo a que al salir a la calle un caballo lo mordiera. Detalle que impresiono a Freud puesto que relacionaba al caballo como símbolo de la sexualidad masculina, logrando asociar el temor del niño a la causa; los impulsos amorosos que sentía hacia su madre, concluyendo que el miedo ala mordida del caballo, era el temor que sentía a la castración, castigo que su padre le infringiría por sus deseos incestuosos.

A través de este experimento logra deducir también que en cuánto el niño logra su esclarecimiento sexual, la liberación de ese sentimiento de muerte (que no expresa necesariamente odio, sino un exceso de fantasía) que siente por su padre y de la deducción de que, los padres al reprimir su ello sexual habían provocado en cierta forma dicho complejo, lograron que Hans superara este miedo.

También en este capítulo se habla de la posibilidad de que Hans “además de su problemática edípica” en realidad tuviera miedo a los caballos, resultado del enfrentamiento que todos tenemos a un mundo hostil, lo cual es definido por William James al decir que “la vida cotidiana contiene momentos tan penosos, como los que, magnificados, llenan de angustia a los locos en los manicomios”, confiriéndole de esta forma un carácter nervioso al miedo de Hans.

Carta IV

“Escepticismo freudiano”

“El misticismo: esa oscura región más allá del yo y del ello”

En este capítulo se hace un estudio acerca de las teorías de Freud y se marca la necesidad de que el psicólogo, posea un sentido crítico y Autocrítico, la última característica faltante en la personalidad de Freud.

Aldous Huxley, evidencia mediante una critica una de las limitaciones de Freud “Presto muy poca atención a los influjos de Menos; la de las visitaciones de las musas inspiradoras, de los fenómenos de entusiasmo (en theos; Dios dentro), de la felicidad real o de las admoniciones de demonios- buenos de la especie de los que hablaba Sócrates”.

Es decir que Freud presto poca atención a la parte agradable opuesta del inconsciente y cuestiono el hecho de que calificara a los hombres como “el lugar donde se libran las respuestas a problemas conscientes e inconscientes”.

Así como su faltante atención a los detalles fisonómicos que en el estudio del paciente resulta relevantes; Huxley de nuevo señala “no deberá ser menos importante algo sobre la actividad

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