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LA INDEPENDENCIA CUYA INTEGRIDAD HE PROCURADO MANTENER.


Enviado por   •  27 de Mayo de 2017  •  Biografías  •  1.593 Palabras (7 Páginas)  •  261 Visitas

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INDEPENDENCIA CUYA INTEGRIDAD HE PROCURADO MANTENER.

En el nombre del autor del universo en cuya religión muero.

Declaro: Que todos los interese que poseía, míos y de mi esposa los he gastad en dar un gobierno de leyes a Costa Rica, lo mismo que diez y ocho mil pesos y sus réditos que adeudo al Señor General Pedro Bermúdez.

Declaro: Que no he merecido la muerte porque no he cometido más falta que dar libertad a Costa Rica y procurar la paz a La República. De consiguiente, mi muerte es un asesinato tanto más agravante cuanto que no se me ha juzgado ni oído. Yo no he hecho más que cumplir los mandatos de la Asamblea, en consonancia con mis deseos de reorganizar La República. Protesto que la reunión de soldados que hoy ocasiona mi  muerte, la he hecho únicamente para defender el Departamento de el Guanacaste perteneciente al Estado, amenazado según las comunicaciones del Comandante de dicho Departamento por fuerzas del Estado de Nicaragua.

 Que si ha cabido en mis deseos el usar después de algunas de esas fuerzas para pacificar La República que solo era tomando de aquellos que voluntariamente quisieran marchar. Porque jamás se emprende una obra semejante con hombres forzados.

Declaro que al asesinato se ha unido la falta de palabra que me dio el Comisionado Espinach  de Cartago  de  salvarme la  vida.

Declaro que mi  amor a Centroamérica muere conmigo.

Excito a la juventud que es la llamada a dar vida a este país que dejo con sentimiento por quedar anarquizado y deseo que imiten mi ejemplo de morir con firmeza antes que dejarlo abandonado al desorden en que desgraciadamente hoy se encuentra.

Declaro: Que no tengo enemigos, ni el menor rencor llevo al sepulcro contra mis asesinos, que los perdono y deseo el mayor bien posible.

Muero con el sentimiento de haber causado algunos males a mi país, aunque con el justo deseo de procurarle su bien; y este sentimiento se alimenta porque cuando había rectificado mis opiniones en política en la carrera de la revolución, y creía hacerle el bien que me había prometido para subsanar de este modo aquellas faltas  se me quita la vida injustamente.

El desorden con que escribo, por no habérseme dado mas que tres horas de tiempo para morir, me había hecho olvidar que tengo cuentas con la casa de Mr. Bennett de resultas del corte de maderas en la Costa del Norte, en las que considero alcanzar una cantidad de diez a doce mil pesos que pertenecen a mi mujer en retribución de las pérdidas que ha tenido en sus bienes pertenecientes a la Hacienda de Jupuara, y que tengo además otras deudas que no ignora el Señor Cruz Lozano.

Quiero que este testamento se imprima en la parte que tiene relación con mi muerte y los negocios públicos.

Francisco Morazán

Notas:

Al estampar su firma, se incorpora y vuelve a leer: "Declaro que mi amor a Centroamérica muere conmigo..."

"No era Morazán que se iba de la patria, por los agujeros que se inauguraron en su pecho aquella tarde, era la patria la que se iba con el. Después...se abalanzaron las tinieblas de una densa noche...de una noche resinosa de dos siglos, que todavía perdura sobre este istmo largo y trasijado como los suspiros de dolor del infortunio."

"Quiero que mis cenizas descansen en el suelo de El Salvador, cuyo pueblo me fue tan adicto."

"En el ángulo suroeste de la plaza se coloca de espaldas a un pequeño muro. Rehúsa una silla que le ofrecen. A Villaseñor lo colocan en su silla de espaldas al piquete, sin que él lo advierta pues esta apenas consciente, por una dosis de láudano que le hicieron ingerir para calmarle el dolor de sus dos heridas en el pecho.

Morazán le arregla los cabellos que le caen sobre la frente expresándole: -Querido amigo, la posteridad nos hará justicia. Se persigna: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Pide el mando de la escolta, y abriéndose la negra levita, y descubriéndose el pecho con ambas manos, yergue su alta y delgada figura, y con voz inalterada como quien da órdenes en una parada militar, manda: -Preparen armas; apunten (corrige una puntería); fue...

La última silaba es apagada por una descarga cerrada. Villaseñor que recibe el impacto de los plomos en la espalda, se va de bruces. Entre el humo de la pólvora, se ve que Morazán alza levemente la cabeza y musita: -Aun estoy.. vivo.

Tomado de: Morazán, Laurel sin Ocaso Volumen II, por Miguel R. Ortega

Análisis de documento

1-Analice lo que dice en el testamento de Francisco Morazán cuando se refiere que lo hecho obedece a su deseo de reorganizar la República. ¿Como imaginaba el su compromiso con la unión de Centroamérica?

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