La diferencia entre el saber y el conocer en la certidumbre

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Javiera Belén Rojas Maldonado

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El ser humano de cierta forma tiene muchas características tanto iguales como distintas y una de ellas es no saber cómo diferenciar las cosas y encontrar el significado de cada una de ellas, como el saber y el conocer, cosas que nosotros mismos confundimos y relacionamos, pueden ser increíblemente cosas muy distintas.

Y ¿Cómo diferenciarlas?, ¿Cómo encontrar tanta diferencia en cosas que nosotros vemos prácticamente iguales?, las podemos diferenciar de distintas maneras, una de ellas es mediante dos frases muy comunes que usamos, tanto para una conversación intima o para una conversación cotidiana, porque no es igual decir: “conozco a la niña de enfrente” que decir, “sé sobre la niña de enfrente”, y con ejemplos tan sencillos podemos encontrar la diferencia de estas palabras. La primera frase nos muestra el conocer más que nada como una experiencia relacionándola con un hecho que puede ser sencillo y pequeño o complejo y extenso, en cambio el saber, como la segunda frase nos muestra es algo mucho más profundo.

Porque cada uno de los conocimientos que nosotros tenemos y podamos tener son intensos, los conocimientos son algo importante y vital para cada uno de nosotros, y como dijo el señor Maturana “un amigo mío dijo si no practico la meditación no voy a entender la diferencia entre el saber y el conocer, porque el saber implicar certidumbre”1 y es cierto, porque el saber implica conocimientos que son personales, que se aprenden a lo largo de nuestras vidas, normalmente marcados por una enseñanza o una caída que nos deja experiencia, es decir, nos deja conocimientos.

¿Qué es la certidumbre? La certidumbre es un conocimiento del que podemos estar seguros de la verdad de algo, y ¿podemos estar seguros de que algo es verdad? Ciertamente vivimos en un mundo donde no se puede confiar, no se puede estar seguros de algo, no se puede vivir creyendo que cada uno de nuestros días vivimos una verdad o algo que realmente está pasando porque lo que nosotros sabemos, lo sabemos simplemente porque alguien nos dijo que así era, no existe quien nos pueda afirmar que algo es cien por ciento verdad.              

Nosotros no podemos asegurar la verdad de algo, más bien se puede decir que vivimos en la incertidumbre, cada día de nuestras vidas desde de que somos pequeños hasta la vejez, primero no conocemos nuestro cuerpo, empezamos a verlo y reconocerlo, luego lo hacemos con cada cosa que vemos, asombrándonos de todo lo que podemos observar y no conocemos, luego del verdadero origen de la humanidad hasta el punto de preguntarnos si realmente existimos como nos dicen, perdiendo día a día la capacidad de asombro, un ejemplo de la incertidumbre de la vida es la realidad de nuestros sueños, del pensar que nuestro sueño es una posible realidad paralela a la que vivimos, debido al parecido con el mundo que consideramos real, cuestionando cual es la verdadera vida o si lo que nos pasa día a día es un sueño pero que en diferencia al otro es a largo plazo.

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