Miguel Angel Bounarroti
mariasalomon2 de Julio de 2012
669 Palabras (3 Páginas)752 Visitas
MIGUEL ANGEL BOUNARROTI
Arquitecto, pintor y, ante todo, escultor, Miguel Ángel es el máximo exponente de la larga lista de ingenios individuales que el Renacimiento italiano alumbrará. Asimilable en sus inicios a la corriente del Cinquecento, en su magnífica obra es apreciable, casi desde los comienzos de la misma, una potente manifestación de los sentimientos que derivará en monumentales y poderosas figuras por completo manieristas (no sin motivo, se acuñará el gráfico término "terribilitá" para describirlas).
En Caprese, provincia de Arezzo, nace Miguel Ángel en el año de 1475, en el seno de una familia noble: los Buonarroti. Ya desde pequeño su vocación queda manifiesta, tomando su padre finalmente la decisión de enviarlo a formarse al taller del pintor Domenico Ghirlandaio. Sin embargo, y a pesar de que con dicho maestro su aprendizaje en el campo del dibujo es indiscutible, será en la escuela creada por los Médici en el Jardín de San Marcos donde Miguel Ángel se revele realmente como el gran escultor que llegará a ser
Es a la muerte de su protector cuando Miguel Ángel inicia verdaderamente su trayectoria profesional, surcada por diversos viajes e importantes encargos. Tras una estancia en Bolonia en 1494, donde dejará esculpido un ángel para Santo Domingo de Guzmán y descubrirá el trabajo de Jacobo Della Quercia, regresa nuevamente a Florencia por un breve lapso de tiempo antes de iniciar su primer viaje a Roma. De vuelta en Florencia, Miguel Ángel realizará una serie de obras "menores" (caso de los tondos ejecutados para Tadeo Taddei y Bartolomeo Pitti o el San Mateo para Santa Maria dei Fiore), siendo lo más destacable de entre las piezas que va a llevar a cabo en este periodo su monumental estatua del David (1502-1504), obra cumbre de todo el arte imitativo de la Antigüedad por lo que de perfección en la ejecución, belleza en la forma y originalidad en la manera de abordar la tipología posee.
Miguel Ángel iniciará los trabajos en la bóveda de la capilla en 1508 y los finalizará en 1512 (posteriormente, en 1534, habiendo recibido el encargo de pintar la pared de la misma, ejecutará un manierista Juicio Final); a pesar de la energía que el genio derrochaba en cada uno de los proyectos que llevaba a cabo, éste en concreto puede dar buena idea de la fortaleza de su carácter, de su capacidad y de su determinación.
Posteriormente a esta segunda etapa romana ya vista, vendría otra florentina (1513-1534), marcada por el mecenazgo de otros dos Papas, León X y Clemente VII, para quienes llevará a cabo obras como la de fachada (no construida) de la iglesia de San Lorenzo, la construcción de la escalera de la biblioteca Laurenciana (1524) o una serie de sepulcros conmemorativos de diversos miembros de la familia Médici (a la que pertenecían sendos pontífices). Destacables son las esculturas alegóricas del tiempo realizadas para acompañar las tumbas de los duques Lorenzo y Giuliano de Médici (especial atención suscita la representación del Día, con su cara desfigurada en clara alusión al sol que deslumbra la vista). En su vejez (1546) se hará cargo de otro importante proyecto: la finalización de las obras de la basílica de San Pedro del Vaticano, cuya cúpula se convertirá posteriormente en paradigma a seguir en buena parte del mundo. Básicamente, Miguel ángel tomará el plan trazado por Bramante y lo mejorará visualmente mediante la supresión de las torres laterales y la modificación de perfiles, permitiendo que la cúpula se erija en eje central de la composición.
También son los años de su platónica relación con Vittoria Coonna, cuya amistad reforzará esa tendencia a la espiritualidad apreciable en su producción última. Terribles y absolutamente precursoras son sus Deposiciones de estos años (en las mismas se puede apreciar claramente la idea repetida hasta la saciedad, aunque no por
...