Nuestras Raices

Jalisco en la prehistoria

Casi todos los historiadores piensan que los seres humanos aparecieron en África y que después, poco a poco, se fueron extendiendo por la Tierra.

La raíz de la sociedad del estado de Jalisco llega desde los primeros hombres que llegaron a América hace cuarenta mil años aproximadamente desde Asia. Asía y América están separadas por el mar, por el Estrecho de Bering. Pero en esa época había en la Terra una glaciación, una etapa de enfriamiento: se formaron enormes masas de hielo o glaciares con el agua que se evaporaba del mar y que caía en forma de nieve y lluvia. Esto provoco que bajara el nivel del mar. Tierras que ahora están sumergidas quedaron en la superficie. Por ellas pasaron a América animales y seres humanos que no sabían que estaban mudándose de continente. Recorrieron la Alaska y el oeste de Canadá y Estados Unidos de América. Los primeros hombres que vinieron al estado llegaron de lo que hoy es Nuevo México, muy probablemente después de seguir a las grandes manadas de Mamuts y Mastodontes que llegaron a México. Se llego a esta conclusión a partir de la comparación de los restos de los fósiles de Nuevo México y de Jalisco. Los primeros habitantes estaban organizados en pequeños grupos, de la misma ascendencia familiar en las que el jefe era el hombre más habilidoso. Eran nómadas; es decir, iban cambiando de lugar para vivir. Pasaban más o menos tiempo en cada sitio, según les convenía. Iban tras los animales que cazaban, o buscando agua, mejores climas, o tierras desocupadas. A veces tenían que irse de un lugar por los cambios de clima, terremotos, incendios o inundaciones, o por la llegada de grupos humanos más poderosos.

Imagen 1:

Mapa de El poblamiento de América, 40 000 – 10 000 a.C.

Primeros Indicios

En el estado de Jalisco se han encontrado restos humanos con más de 15 mil años de antigüedad.

Son cráneos, huesos, dentaduras, vestigios de animales localizados junto con otros testimonios de objetos manufacturados, puntas de flecha, raspadores de cuerno de venado; agujas, anzuelos, silbatos, punzones, colgantes de hueso o colmillo; percutores de hueso de caballo, restos de Mamut, así como una vértebra de ballena con dos golpes producidos por el filo de un instrumento tosco, que fue localizado desde finales del siglo pasado. Todo esto fue hallado en la Laguna de Zacoalco y en el Lago de Chápala que entonces estaban unidos entre sí.

No cabe duda de que son restos de nómadas, pero en estos mismos lugares, gracias a lo templado y poco extremoso de su clima, así como a la abundancia de agua, pudieron producirse los primeros asentamientos, hace unos 7 mil años. También hay testimonios de establecimientos humanos con una antigüedad de 4 mil a 5 mil años en el norte de Jalisco.

Imagen 2:

Punta de flecha, hecha de piedra.

Imagen 3:

Restos de Mamut encontrado en Jalisco a 15 kilómetros de Guadalajara.

Imagen 4:

Cráneo encontrado

Horizontes Culturales:

a) Horizonte agrícola incipiente (7,000 a 2,400 a.C.)

La vida nómada del hombre que habito el estado de Jalisco empezó a cambiar. En este lapso (7,000 a 2,400 a.C.) el hombre pasó de nómada a sedentario, gracias al descubrimiento de la agricultura. Sin embargo no dejo de lado la caza que se siguió practicando en valles y bosques, lo mismo que la pesca en ríos, lagunas y lagos.

Lo que se recolectaba y cazaba era repartido entre todos los miembros del grupo.

Posteriormente los primitivos habitantes de Jalisco sabrían mejor dónde, qué y cuándo sembrar, así como la manera de lograr mayor rendimiento mediante el entierro de las semillas a mayor profundidad gracias a la coa o bastón sembrador, así como el uso de instrumentos de piedra lasqueada en principio, y más tarde la piedra pulida.

Con ellos se abrió la posibilidad de que en otras partes menos propicias pudiesen también asentarse seres humanos y adecuarse a las diversas condiciones de vida impuestas por los ambientes tan variados.

Imagen 5: “Coa”

Imagen 6: Agricultura

b) Horizonte Preclásico (2400 a 140 a.C.)

Aparece en esta fase la vida sedentaria en pequeñas aldeas, puesto que la subsistencia dependía fundamentalmente de alimentos obtenidos mediante el cultivo. Surge la cerámica como máxima manifestación cultural, que vino a sustituir a los recipientes de piedra y fibra, facilitando tanto el almacenamiento de excedentes alimenticios como la preparación de las comidas.

Representativos de este horizonte son el Formativo Temprano (1,500 a 1,450 a.C.) con los complejos de El Opeño y La Capacha.

El Opeño

Se ubica entre Zamora y Jacona en un potrero al pie del cerro Curutarán en el actual estado de Michoacán; donde se hallaron petroglifos (piedras grabadas) cuyas figuras representan antílopes, cérvidos y humanos. En este sitio se encontró una serie

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