Zico: De la pasión por Latinoamérica a la conquista del mercado global del agua de coco

¡Al rico coco-Cola!

Todo empezó cuando Mark Rampolla fue como voluntario a Costa Rica y se enamoro de Latinoamérica. Tras unos años transformo su pasión en un negocio, en el 2004 creo Zico, una bebida de agua de coco. En el 2009 despertó el interés de la gran multinacional Coca-Cola, que desde el 2011 controla el 53% de la compañía. Rampolla también ha dado entrada a numerosos inversores.

Es de la mano de Coca-Cola que Zico hace su lanzamiento internacional: primero ha arraigado en Florida, Los Ángeles y San Diego, en el 2013 empezara la distribución en todo EE.UU, y ahora Zico se introduce en Europa empezando por Paris, Londres y Barcelona, donde se apoya del socio local de Coca-Cola, Cobega. El lanzamiento no es “a lo grande”, sino que se hará un marketing adecuado al producto, las muestras buscando en boca en boca.

Para Coca-Cola, Zico es una marca más, pero es una marca que amplía el perfil de consumidores y de ocasiones de consumo. Las ventas de Coca-Cola han caído un 8% en valor, mientras que en volumen han aumentado un 1%.

Zico es un producto radicalmente nuevo aunque haya otras marcas semejantes. Zico es agua de coco verde – Refrescante, baja en calorías, rica en potasio-.

Rampolla, trabajaba en la multinacional papelera Internacional Paper en la división de envases para bebidas. Allí pensó la idea de crear un negocio tropical y sostenible y decidió embotellar el agua de coco.

El 90% de la producción viene de Asia, tiene participación en cuatro plantas en Asia y una en Brasil. Tiene una planta de envasado en EE.UU y la planta embotelladora en Italia. “Europa será el 30% de las ventas; a los europeos, cuando entienden qué es Zico, autentico, simple, natural y efectivo”.

Él dice que había dejado de tomar bebidas energéticas porque tienen demasiado azúcar, ácido y colorantes, por eso decidió crear el agua de coco y aunar las tendencias de productos naturales, para que pudieran tener un impacto positivo en los países de desarrollo.

Buscó una planta envasadora y tardo 9 meses en lanzarlo en Brasil, “pero desde el primer día tenía intención de captar el interés de Coca-Cola”.

Enfocó todos sus esfuerzos en Nueva York, en comunidades especificas: gimnasios, centros de yoga…Se dio cuenta que la clave son los distribuidores de bebidas. Así que contrató vendedores, una furgoneta, y empezaron tienda a tienda, el primer año gastaban más en combustible y tickets de aparcamiento que en lo que vendían. Pero les permitió enfocar como querían vender y mostrar que funcionaba, esto era lo que realmente les importaba.

A Rampolla el primer millón de dólares de inversión le duró menos de un año, luego consiguió otros 8 millones de dólares, pero conquistó a inversores del sector, y consiguió el trampolín para el lanzamiento de nuevas bebidas. En el 2009 otra ronda de 15 millones en la que entró The Coca-Cola Company.

Se dieron cuenta que Zico necesitaba ayuda para poder cambiar los hábitos de bebidas del mundo. Primero observaron y luego han empezado las sinergias, en todo el proceso de producción, hasta que han llegado ya al desarrollo de nuevos sabores como el mango, y ya preparan otras versiones.

Va pasando el tiempo y la producción de Zico va aumentando positivamente. Rampolla afirma que “aún no es un negocio rentable, estamos en pérdidas, es parte de la estrategia: invertir”. Pero a pesar de esto confía en alcanzar el sueño que tiene de conseguir 1.000 millones de dólares “dentro de 5 años”.

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