ADMINISTRACION

4.5. Seguridad Minera

En los últimos años el sector minero ha aumentado su preocupación para controlar los riesgos de accidentes a las empresas y a los trabajadores que desarrollan actividades en dicho sector, especialmente atendiendo la base legal en la Ley Orgánica del Servicio – D.L. Nº 3.525 – y se encuentra enmarcada dentro del Reglamento de Seguridad Minera (D.S. N° 72 del Ministerio de Minería, año 1985). La última edición del Reglamento de Seguridad Minera fue publicada en abril del 2004.

En el área de seguridad minera se han actualizado y sistematizado los procesos especialmente en las grandes y medianas empresas, con el objeto de proteger la vida e integridad física de las personas que se desempeñan en la industria. En general, los sectores público y privado trabajan en seguridad minera, tanto en el ámbito nacional como en la Macrozona, para aumentar la calidad y cantidad de la seguridad minera, mejorar la captura, procesamiento y difusión de las estadísticas de accidentabilidad y fortalecer la asistencia técnica en la formación de los expertos en prevención de riesgos.

Las estadísticas de accidental provistas por Sernageomin, disponibles para el período 1996-2004, indican que la tasa de frecuencia de accidentes, medida como el número de accidentes incapacitantes por cada millón de horas hombre, en el último año fue en la Macrozona Norte de 6,4, menor al indicador nacional de 7,1. La tendencia en cuanto a accidentes es decreciente, como se refleja en el Gráfico No. 19. Hasta el año 2000, la tasa de frecuencia de los mandantes de la Macrozona es superior a la de sus contratistas, situación que se revierte hasta el 2003.

4.6. Inversión Extranjera

La evidencia muestra que factores como: tecnología, know-how, capacidad de gestión, apertura de mercados y posicionamiento comercial se ven activados con los flujos de inversión extranjera, por lo que incentivarla afecta las posibilidades de crecimiento.

Mayores flujos de inversión extranjera directa aceleran el crecimiento económico, en la medida que dicha inversión amplía la capacidad productiva; crea empleos de mayor calidad y obliga a la generación de estándares educativos más altos; ofrece capital y alternativas de financiamiento sin endeudamiento; propicia el surgimiento de empresas más competitivas, con mayor capacidad para integrar cadenas productivas, como por ejemplo encadenamientos –clusters- y mejora el valor agregado de los productos locales.

Entre 1974 y 2003, Chile autorizó inversión extranjera por US$ 90.596 millones, materializándose US$ 53.449 millones, que equivale a una concreción de 59% del total autorizado. En la Macrozona se autorizó en dichos años inversión por US$ 32.469 millones y se materializaron US$ 14.696 millones, lo que significó una realización de 45,3% respecto a lo pedido y se dirigió principalmente a la minería.

En promedio, la inversión en minería de la Macrozona recibió el 74,9% de la inversión externa materializada en el país en dicho sector, lo que a su vez representó más del 95% de la inversión realizada en las cuatro regiones, como se ve en el Cuadro No. 21

Competencias Básicas

Las competencias básicas se encuentran ampliamente desarrolladas ya que corresponden a uno de los objetivos primarios de la educación media general. El pensamiento lógico matemático es abordado en forma exclusiva en la asignatura de matemáticas, que en promedio corresponde al 7% de la carga horaria total de la enseñanza técnico profesional, sin embargo según sea la especialidad elegida la enseñanza del pensamiento lógico se ve reforzado en la enseñanza de asignaturas que requieren del manejo de conceptos y herramientas matemáticas (Ej. Transporte y Carguío).

En cuanto al desarrollo de las habilidades comunicativas, estas son instruidas preferentemente en la asignatura de lengua castellana y comunicación la cual corresponde a un 7% de la carga horaria total de la enseñanza técnico profesional. Si bien se encuentra definido como un objetivo mínimo el desarrollo de habilidades comunicacionales, éste es preferentemente abordado desde la perspectiva del proceso de comunicación atendiendo a sus componentes y la interacción entre ellos. Se identifica la existencia de un trabajo reducido en la enseñanza práctica de este tipo de habilidades.

Competencias Sociales

La formación de competencias sociales es punto más débil en la formación técnico profesional, debido principalmente a la inexistencia de asignaturas o programas formales que aborden este tipo de enseñanzas, en el mayor de los casos los temas asociados a principios, valores, ética, moral son instruidos en clases de religión o de formación personal (cuando éstos existen), que representan menos del 5% del total de horas de formación, como se desprende de Gráfico No. 35.

En cuanto a la enseñanza de leyes, normas y reglamentos, estos temas son tratados en clases de ciencias sociales, desde una perspectiva de la institucionalidad del país. En general, los contenidos que se abordan en estas áreas no poseen evaluaciones del tipo objetivas y carecen de una estructura que permita el aprendizaje a través del ejercicio práctico.

Competencias Laborales Generales

La instrucción de capacidades laborales generales, se encuentra desarrollada en distintos niveles de profundidad y/o detalle, en el caso de competencias organizacionales, tecnológicas y empresariales. Los liceos técnico profesionales cuentan con programas claramente definidos y estructurados, especialmente asociados a asignaturas de especialidad, incluso existe una asignatura denominada gestión de pequeña

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