Agresividad extrapunitiva e intrapunitiva en niños con o sin padre ausente.
rosak93Trabajo26 de Marzo de 2017
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[pic 1]REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA [pic 2]
UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
VIRRECTORADO ACADEMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE PSICOLOGIA
SAN JOAQUIN DE TURMERO- ESTADO ARAGUA
AGRESIVIDAD EXTRAPUNITIVA E INTRAPUNITIVA EN NIÑOS CON O SIN PADRE AUSENTE EN UNA INSTITUCIÓN PUBLICA DE MARACAY ESTADO ARAGUA.
AUTORAS: ROSA DE CAIRES CI: 21.602.240
MARIA MOLINA CI:23.960.738
TUTOR: PEDRO ESCARABALLON
Proyecto II sección A
ENERO, 2017
Descripción de la realidad
Objeto de estudio
Al hablar de agresividad se hace referencia a un estado emocional que consiste en sentimiento de oído y deseo de dañar a una persona, animal u objeto la agresión es cualquier forma de conducta que pretende herir física o psicológicamente a una persona.
La agresividad para Buss (1989), es una clase de respuesta constante y penetrante, representa la particularidad de un individuo, conformada por dos componentes: el actitudinal y el motriz, el primero está referido a la predisposición y el segundo al comportamiento; el cual se deriva en varios comportamientos agresivos, pudiéndose manifestar en diversos estilos (físico-verbal, directo-indirecto y activo-pasivo), además se puede incluir la agresión por cólera y hostilidad.Hanke (1979) (citado por Núñez, 1996) considera la agresividad como no observable, sino que deduce del comportamiento.
Patterson (1980, 1986) propuso una Teoría del Desarrollo de la Agresividad en la Familia. Plantea que muchos actos agresivos representan intentos de los niños de acabar con estímulos nocivos o situaciones irritantes causadas por los padres y hermanos (demandar atención, parar bromas, resolver frustraciones o interrumpir la monotonía y el aburrimiento). A esta situación de tensión familiar se suman deficiencias parentales asociadas con el desarrollo de la agresividad: falta de supervisión, hostilidad, permisividad, inconsistencia (Patterson y Stouthamer-Loeber, 1984), que pueden combinarse para generar un medio ambiente en el hogar que conduce al aprendizaje de ciclos viciosos de agresión entre los miembros de la familia. A la conducta agresiva de los niños se le llama “coerciva” porque la afirmación que subyace se puede resumir en la siguiente frase: Tú acabas con mi frustración o mí irritación dándome lo que quiero o de lo contrario incrementaré mi ataque hasta que tú cedas a mi petición.
Existen diversos intentos teóricos que se han realizado con la finalidad de dar una explicación sobre la agresividad. Existen teorías referidas al aspecto interno, biológico instintivo y otras entidades como consecuencia previa del aprendizaje. Las teorías etológicas, psicoanalíticas y neurofisiológicas de la agresión pueden ser consideradas dentro del primer grupo. Todas ella tienen en común la participación determinante de los aspectos internos que originan necesariamente, desarrollan la agresión. Los etólogos principales Konrand Lorenz, (1989) (citado por Núñez 1996) considera que la agresión del hombre es una actitud espontánea e instintiva que surge de su naturaleza animalesca en razón de no haber desarraigada su instinto animal, el mismo que, necesariamente, debe ser expresados. Para quienes postulan las teorías neurofisiológicas de la agresión, esta se socita en la razón de estímulos orgánicos internos, producidos por sustancias químicas, estimulaciones eléctricas o variaciones debidas a la alteración de neurotransmisores Los teóricos del comportamiento, por el contrario, basan sus teorías en factores externos que pueden actuar u operar sobre la conducta algunos de ellos la atribuyen circunstancias que sirven de mediadores o interfieren el objetivo o meta, tal es el caso de la frustración y la intensidad de la agresión.
Con frecuencia según refiere STONE Y CHURCH (1963) los niños están confortados con los problemas acarreados por los hogares destruidos, debido a la discordia marital. En los estratos más pobre de sociedad , hay muchas familias donde lo ,más común es que los padres son intermitentes o diferentes ,esta familia podrían crear sentimientos de asilamiento y rechazo ,hostilidad contra la sociedad .es especialmente interesante el hecho de que un cierto sector de la sociedad de clase alta muestre una pauta similar en lo referente a la existencia de divorcio múltiple a lo que puede hacerse ligamentos con un progenitor pero no va una estructura familiar sostenida o definidas.
El Cariño de ambos padres es esencial para que el niño se sienta seguro, siendo este amor la base de la aceptación, la cual a su vez implica aceptar al hijo por lo que es y no por lo que hace. Si desaparece uno de los esposos, pilares del hogar, queda definitivamente roto el equilibrio, pudiendo traer como consecuencia cierta inseguridad en los hijos que a su vez va a repercutirse en su desarrollo psicológico. Al respecto H.PAROT (1 969) exponen los hijos con una vigorosa personalidad quizás padezcan poco por la amputación del hogar, pero la mayoría queda profundamente obstaculizados, en su evolución psicológica por ese desequilibrio básico” de ahí que no solo el divorcio de los padres sino la ausencia de uno de ellos, bien sea por muerte, puede traer como consecuencia el desequilibrio del hogar.
Se realizado numerosos estudios que demuestra la incidencia de desajuste familiares con conducta agresiva, tales como los efectuados por BISE ( citados por resten (1963) quien público en Francia una estadística que indicaron un 63% de los delincuentes procedían de familia desunida . J GIHINS (citado por wert (1970) realizo investigación de grupo de 100 destinados a reformatorios hallados que el 50% de los casos, procedían donde uno o ambos progenitores estaban separados, habían muertos o habían abandonado el hogar .así mismo, weest cita el trabajo de CHARLOTT BANKS, que en una muestra de 300 en centro de detención de Londres hallo que el 44% procedían de hogares desecho , F AMARISTA (1971) cita entre las causas determinantes de la delincuencia. La disociación familiar.
Antecedentes de la Investigación
Los antecedentes son todos aquellos trabajos realizados con anterioridad y que se vinculan directamente con la investigación que se desarrolla, ellos aportan investigación valiosa que permitirá relacionar teorías y conceptos con los tratados en el trabajo que se realiza, según Tamayo y Tamayo, citado por Hurtado y Toro, (2001): “los antecedentes constituyen una síntesis conceptual e las investigaciones o trabajos realizados sobre el problema formulado” (p.72). Es así como entre los antecedentes se nombran los siguientes.
Nathalia Carolina Rodríguez Martínez (2013) LOS EFECTOS DE LA AUSENCIA PATERNA EN EL VINCULO CON LA MADRE Y LA PAREJA.
La preocupación de este estudio se refiere a la falta de un padre en algunos hogares y a la atmósfera que en su ausencia se presenta al interior de la familia. Así mismo se relaciona con el interrogante de lo que sucede en el vínculo con la madre, con el desarrollo psíquico del sujeto y con la manera como se conforman nuevas relaciones en la adultez, en estos casos de ausencia del padre. Investigaciones han mostrado en cifras cómo incluso en países desarrollados, la falta de uno de los padres puede verse reflejada en las conductas de niños y adolescentes. Estas investigaciones marcan la pauta para el abordaje de las problemáticas relacionadas con la ausencia del padre que van desde la salud mental de los niños, como los trastornos emocionales y de comportamiento, hasta dificultades en la salud física que se demuestran con tasas de mortalidad infantil. No obstante, no son consideradas de manera específica las problemáticas afectivas por las que atraviesa el infante y también la madre, teniendo en consideración otro tipo de situaciones económicas y sociales que también desfavorecen el ambiente en el que se desarrollan los hijos.
DOUGLAS SALAS (2012). LA SITUACION DE DIVORCIO DE LOS PADRES Y LAS CONDUCTAS NO OPERATIVAS DE LOS ADOLESCENTES DE LA POBLACION DE REQUENA, MUNICIPIO CARLOS ARVELO DEL ESTADO CARABOBO.
Todo rompimiento de un matrimonio o disolución de pareja pasa por un periodo de conflictos de toda índole, que marcan la vida y orientan la conducta de todos los integrantes de la familia y muy especialmente la de los más susceptibles y confundidos en estos casos, los hijos, generándose emociones como el miedo, la tristeza, rabia, odio, dolor que acompañan el proceso de separación de la pareja.
En muchos de los casos se observa que los hijos de los padres divorciados demuestran conductas de desinterés, aislamiento, falta de atención, timidez, irresponsabilidad y de agresividad tanto verbal como física, que repercuten en su rendimiento escolar y desenvolvimiento social.
Para comprender y poder abordar de manera asertiva y afectiva las conductas no operativas (no deseadas) en los niños, se hace necesario por un lado entender los cambios físicos, sexuales, socios afectivos y manifestaciones conductuales propias en esa etapa, y por otro lado, el papel que deben asumir los padres en la orientación de los hijos.
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