Niños Sin Zona Segura

Hola soy mamá de dos maravillas, esposa de un hombre increíble, hija, hermana, amiga y periodista. y desde hoy quiero compartir con ustedes cosas que nos afectan a muchos pero que, los medios de comunicación jamás se interesarán por plantear, temas que de verdad importan sin alarmar y que entre todos podemos solucionar o resolver.

Hoy quiero contarles lo que yo y cientos de papás estamos sufriendo. 

No hay nada peor para una mamá o un papá que ver a sus pequeños hijos aterrados por situaciones que no podemos manejar, y ante lo cual no generamos gran seguridad.

La impotencia de no poder aliviar el dolor que causa el miedo a los fenómenos naturales ha de ser compartido por todos aquellos que han vivido en carne propia un terremoto o tsunami. En lo particular tengo dos hijos y hoy la menor de ellos está "Aterrada" tras la alarma de Tsunami que vivimos en Iquique este domingo 16 de marzo de 2014.

Sé que como yo, cientos de padres están hoy pasando por lo mismo y sé también que la experiencia de padres en Constitucción, Robinson Crusoe y tantas otras localidades costeras de nuestro "movido Chile", podrán ayudarnos a llevar de mejor modo este dolor.

Sí dolor, pues duele el alma verlos aterrados, sufriendo y no sólo por ellos, sino por sus papás, hermanitos y amigos. Terror a no poder vivir en "Zona de Seguridad" y no tener certeza de alcanzar a arrancar y estar vivos en un tsunami. Suena trágico pero, ese es su temor......, temor a morir y que mueran los que aman. Hablamos de pequeños de 1 año en adelante, pues esta sensación es transversal a la edad y el nivel de comprensión; el miedo lo sentimos todos y ellos con mayor razón.

Quiero contarles mi experiencia y que ustedes compartan las suyas, así poder ayudarnos y aconsejarnos, todo con el fin de que vuelvan a reír y jugar sin preocupaciones.

Este domingo veníamos del circo, una tarde muy divertida cuando a los 10 minutos de llegar a casa comienza a temblar. Para serles sincera no lo sentí fuerte (tal ves porque he vivido el terremoto de Tocopilla de 2007 y el de Cobquecura en 2010.), sólo procuré sacar a mi pequeña de 5 años de casa y traerla al patio donde no hay cables y al finalizar el movimiento correr a la plaza del condominio donde vivo a ver a mi hijo de 8 que acababa de salir a jugar. Él no sintió nada y por tanto lo dejé jugar en casa de un amiguito, confiada en que era sólo otro temblor más de "nuestro movido Chile". Yo, partí al supermercado caminando y dejé a mi hija con mi marido.....caminé una cuadra cuando.....comienzan a sonar las sirenas y decían: "Atención, Atención, Alarma de Tsunami"....así que corrí hasta mi casa pues, aunque no lo crean ( la realidad supera a la ficción) se rompió el calzado de verano que tenía en este instante. En menos de un minuto estaba en casa, y allí vi como evacuaba

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